La técnica permitirá tratar dolencias hoy incurables como la Enfermedad de Huntington, además del cáncer o traumatismos cerebrales.

Los científicos consiguieron crear una molécula capaz de estimular fuera del cuerpo las células madre del sistema nervioso hasta que se hacen maduras y pueden emitir las señales eléctricas necesarias para su pleno funcionamiento. Asimismo, con esto se abre la puerta a nuevos tratamientos para enfermedades como la de Huntington, cáncer o lesiones cerebrales traumáticas.

"Esto supone un punto de partida para la medicina neuroregenerativa y la terapia para el cáncer cerebral". El doctor Jenny Hsieh, catedrático de biología molecular y uno de los responsables del desarrollo de esta técnica, comentó emocionado los logros que supone este avance médico, que se publicará mañana martes en la revista Nature Chemical Biology.

La técnica consiste en la posibilidad de cultivar fuera del cuerpo las células madre del sistema nervioso hasta que estas se hacen maduras gracias a la molécula descubierta (la Isx-9), que es la encargada de estimular estas células mientras se están cultivando. De esta forma, una vez que las células son todo lo maduras que se necesita, los médicos las reinsertan en el cuerpo del paciente.

Pero este no es el único beneficio que permite la molécula creada, ya que a lo largo del proceso observaron que haber desarrollado estas moléculas les ofreció pistas para crear nuevos componentes farmacéuticos y llegar a nuevos tratamientos para tratar la enfermedad de Huntington, el cáncer o las lesiones cerebrales traumáticas.

"En teoría, esta molécula podría provocar la plena maduración de las células, hasta el punto que estas podrían generar las señales eléctricas necesarias para su pleno funcionamiento", explicó Hsieh en una información del propio centro médico, recogida por otr/press. De hecho, la molécula consiguió crear dos o tres veces más células maduras que otros componentes usados habitualmente.

EL PAPEL DEL AZAR

Como en todos los experimentos, la suerte jugó un papel importante en el desarrollo de esta técnica, puesto que los científicos intentaban observar un total de 147.000 componentes para ver cuáles eran los más efectivos para madurar células madre extraídas de embriones de roedores para convertirlas en células del corazón. Así, inesperadamente, cinco moléculas se convirtieron en células del sistema nervioso, tras lo que crearon una variación de ellas, la Isx-9.

Durante décadas, los científicos siempre han creído que el cerebro de un adulto no crea nuevas células, sino que el aprendizaje y la memoria eran cuestión de las conexiones entre las células existentes. Sin embargo, sí generan nuevas células continuamente, sobre todo en el hipocampo. No obstante, hasta ahora sólo se conocía que las células del sistema nervioso sólo crean señales eléctricas cuando son maduras, pero se desconocía cómo era ese proceso. "La gran laguna es la forma de controlar esas células madre", indicó Hsieh.

Por ello es tan importante el desarrollo de esta molécula que actúa como una señal neurotransmisora entre las células del sistema nervioso para alcanzar su maduración fuera del propio cuerpo del paciente para su reinserción.