Este fenómeno ha afectado en siete u ocho ocasiones a las costas peninsulares españolas y en seis a las de las Islas Baleares.

Según ha explicado en una entrevista con Efe el físico y director de esta investigación del Centro de Meteorología del Departamento de Física de la UIB, Lluís Fita, los llamados "medicanes", un término que responde a la conjunción de las palabras Mediterráneo y huracanes, son un fenómeno meteorológico poco conocido que solo ha estudiado algún científico de Grecia e Inglaterra.

Hasta ahora no se había hecho un recuento de los mismos ni un estudio de por qué se producen, algo que aún está en parte por esclarecer.

De hecho, cuando los meteorólogos ven estas formaciones en las imágenes de satélite aún no saben cómo interpretarlas, indica Fita.

Pero los "medicanes" son más frecuentes de lo que parece, según las conclusiones que arroja la tesis de Fita y se producen uno o dos al año.

Sus vientos alcanzan los 100 kilómetros por hora y pueden afectar gravemente a las poblaciones mediterráneas, como fue el caso del que en 1986 arrasó el Salón Náutico de Palma.

Los "medicanes" de las costas del mar Mediterráneo no tienen, sin embargo, la fuerza de los huracanes del Caribe, ya que sus vientos no llegan a los 120 kilómetros por hora, y su ojo, en ocasiones, dura solo unos minutos, explica Fita.

"Por suerte para nosotros, estas tormentas, a pesar de tener la estructura de una tormenta tropical, no tienen la fuerza de un huracán y se quedan a las puertas en vientos y lluvias", indica el científico.

La primera tormenta "tropical" que los científicos detectaron en el Mediterráneo fue en 1983, en las costas de Sicilia, y a partir de entonces Fita y su equipo ha seguido contando unas cuarenta más hasta 2008.

Fita reconoce que los encargados de analizarlas se han "sorprendido" por la cantidad encontrada, y añade que probablemente habrá más, ya que su estudio es solo orientativo.

Así, solo por las Islas Baleares han pasado seis en el último cuarto de siglo (una en el año 86, dos en el otoño de 1996 -el ojo de una atravesó las islas-, una en el 2003 y dos más el año pasado).

En su intención de explicar cómo se producen estos fenómenos con la finalidad de predecirlos mejor, Fita explica que cree que necesitan dos factores para su aparición: movimientos ciclónicos a más de 8.000 metros de altura o "vaguadas", y temperaturas altas del mar.

Estos ingredientes se suelen producir en primavera u otoño, aunque Fita se ha encontrado con "medicanes" que se han formado sin ellos, por lo que opina que aún hay un factor que queda por esclarecer.