Taleb ha editado en castellano su ensayo "El Cisne Negro" (Paidós), en el que expone sus teorías sobre la inducción, nombre con el que define el impacto de lo altamente improbable.

"No juego a la lotería porque odio el riesgo. Este libro es mi lotería", asegura este quant (abreviatura de analista cuantitativo en inglés) retirado de la Bolsa y ensayista estadounidense de origen libanés.

El cisne negro fue visto por primera vez por los europeos cuando descubrieron Australia en 1606, pero hasta esa fecha se tenía la certeza de que todos los cisnes eran blancos y de ahí que en la teoría de la incertidumbre se llame cisne negro a los hechos sin precedentes que desafían lo que se da por cierto.

El "Cisne negro" de Taleb, es un cisne negro en sí mismo; su autor, que ya había conseguido el éxito con "Engañados por el azar", pensaba que no se vendería, pero el éxito le ha vuelto a sonreír.

Ahora necesitaba escribir sobre su obsesión por la historia que tiene desde los 15 años, cuando participaba en las revueltas estudiantiles en un Líbano cosmopolita que no imaginaba la guerra que después lo destruiría.

Nassim N. Taleb defiende que "la historia es confusa" y que en "los libros de historia hay errores explosivos, porque cuando miramos hacia atrás caemos en la falacia narrativa, falseamos la realidad para que se ajuste a nuestras necesidades de explicaciones simples".

"Cuando todo ha pasado -dice Taleb- siempre hay quien asegura que lo improbable era totalmente predecible, como sucede con la guerra del Líbano o con el 11-S", dos auténticos cisnes negros para el ensayista norteamericano.

Nassim N. Taleb comprende que "mucha gente sienta una especie de vértigo al leer mi libro porque creen que entienden algunas cosas y en realidad no las entienden".

Para el ensayista, "se trata de un problema psicológico. Nuestro cerebro no está pensado para entender este mundo. No estamos adaptados. No entendemos lo altamente improbable pero el mundo está dominado por lo aleatorio que permite valores extremos" y mantiene que este escenario, al que llama "extremistan", es cada vez mayor porque la información lo hace día tras día más complejo.

"No alteremos un sistema complejo porque no se sabe que puede ocurrir. Dejemos el planeta como hace 10.000 años y no apostemos demasiado por las tecnologías", alerta este intelectual que se define a sí mismo como un 'estoico empírico'.

Desde que dejó Wall Street, el ensayista dedica su vida a pensar, pasear, viajar y leer "mucho, mucho", y también, aunque diga que no le guste, a escribir artículos y pronunciar conferencias.

Nassim N. Taleb está casado y tiene hijos, que consideran que los temas que obsesionan a su padre son "muy aburridos" hasta el punto de que "nadie de mi familia, ni mi mujer, ha leído este libro".