La sonda, cuyo objetivo fue analizar la heliosfera, ya cumplió una actividad casi cuatro veces superior a la prevista, señaló el organismo científico de la agencia espacial estadounidense.

Sin embargo, los científicos indicaron que pondrán fin a sus operaciones a comienzos del mes próximo, debido a una reducción de la energía producida por sus generadores.

"Ulysses cambió para siempre la forma en que los científicos estudian el sol y sus efectos sobre el espacio que le rodea", manifestó el comunicado.

"El propósito central fue estudiar, desde todos los ángulos la heliosfera, que es la enorme burbuja creada por los vientos solares", indicó Ed Smith, director del proyecto en JPL.

"Durante su larga vida, Ulysses redefinió nuestros conocimientos sobre la heliosfera y respondió preguntas sobre nuestro vecindario solar", agregó.

Uno de los principales descubrimientos de la sonda fue la revelación de que el campo magnético que surge de los polos solares es mucho más débil de lo que se creía.

Para llevar a cabo esa tarea, los 10 instrumentos de Ulysses fueron fabricados con materiales resistentes al intenso calor y la radiación.

"Durante casi dos décadas de observaciones científicas hechas por Ulysses hemos aprendido mucho más de lo que esperábamos acerca de nuestra estrella y sobre la forma en que interactúa con el espacio circundante", dijo Richard Marsen, científico del proyecto y director de la misión para la Agencia Espacial Europea.

En los últimos años, y a medida que concluía su viaje de 8.600 millones de kilómetros, el suministro de energía comenzó a decaer, pese a los esfuerzos de los ingenieros por conservarla mediante órdenes transmitidas desde la Tierra.

El suministro de energía se ha reducido ahora a tal punto que el combustible muy pronto se congelará en los conductos de la nave, indicó JPL.

"Cuando se reciban los últimos trozos de información, será difícil decirle adiós", indicó Nigel Angol, uno de los directores de la misión.

"Sin embargo, la tristeza que yo pueda sentir será poca en comparación con el orgullo de haber trabajado en una misión tan magnífica. Aunque sus operaciones terminen, los descubrimientos científicos de Ulysses persistirán durante muchos años", agregó.

Ulysses partió rumbo a la heliosfera a bordo del transbordador Discovery el 6 de octubre de 1990.

Desde la órbita terrestre, sus motores de combustible sólido lo desplazaron hacia Júpiter, frente al cual pasó el 8 de febrero de 1992.

La fuerza de gravedad del gigantesco planeta modificó su trayectoria y puso a Ulysses en una órbita solar que le permitió estudiar los dos polos de la estrella.

La sonda y sus instrumentos fueron aportados por la Agencia Espacial Europea mientras que el vehículo de lanzamiento, así como los cohetes de la etapa superior fueron proporcionados por la NASA.