Josep Brugada es investigador del Instituto de Cardiología de Montreal y Ramón Brugada es jefe de cardiología del Hospital Clínico de Barcelona.

Los hermanos Brugada han participado en el Congreso Regional de la Sociedad Canaria de Cardiología, celebrado en Fuencaliente (La Palma), en donde anunciaron que después de veinte años de investigaciones genéticas se podrán realizar aplicaciones prácticas de este tipo de diagnósticos.

En conversación telefónica, Ramón Brugada dijo a Efe que a partir de muestras de ADN, este chip determina si el defecto genético que ha provocado el fallecimiento de una persona es compartido por otros miembros de la familia, y de esa manera adoptar las medidas preventivas en los casos necesarios.

El chip será presentado en un plazo de dos meses por la empresa barcelonesa Gendiag y comercializado a partir del otoño, de manera que España será el primer país en donde estará disponible.

Hasta ahora, realizar estudios genéticos en laboratorio en busca de alteraciones del ADN que pudieran predisponer a una familia a padecer casos de muerte súbita es un procedimiento muy caro y muy lento, ya que puede llevar más de un año.

Por eso el chip de diagnóstico rápido será "un salto cualitativo muy importante" y a un precio razonable, explicó Ramón Brugada.

Una vez que se ha determinado qué personas de la familia comparten el defecto genético, se pueden aplicar inmediatamente medidas preventivas según cada caso, ya sea abstenerse de practicar deporte de alta competición o no consumir determinados medicamentos, por ejemplo.

Se evita también así que personas de la familia libres del defecto genético tengan que adoptar medidas preventivas caras como estar dotados de un fibrilador, por ejemplo.