Debido al calentamiento global, el hábitat de esta especie de coleóptero se ha hecho más extenso, por lo que el insecto puede vivir ahora en lugares que antes le resultaban inhóspitos.

En declaraciones a Efe, el responsable de la investigación y miembro del Canadian Forest Service, Werner Kurz, indicó que los escarabajos dañan el ciclo del carbono debido a que terminan con la vida de los árboles.

Esto hace que la producción de CO2 aumente porque los árboles muertos dejan de asimilar dióxido de carbono de la atmósfera para convertirlo en oxígeno.

Además, los árboles muertos comienzan a descomponerse y a liberar dióxido de carbono a la atmósfera.

Como consecuencia, una región de árboles rica en producción de oxígeno y asimilación de CO2 se está convirtiendo en fuente productora de esta sustancia, responsable del calentamiento global.

Según Kurz, la invasión del escarabajo ya afecta a un área de 130.000 kilómetros cuadrados y el impacto que su presencia tiene en el ecosistema vegetal varía de unos pocos árboles muertos por hectárea al 80 ó 90 por ciento por hectárea.

Este estudio pone de relieve la importancia de los insectos en el ciclo del carbono de los bosques y el calentamiento climático.

Hasta ahora, el estudio de los cambios en el ciclo del carbono producidos en los bosques se centraba en los efectos de los incendios.

El experto alertó del peligro medioambiental que supone que los bosques de Norteamérica dejen de asimilar CO2 y pasen a contribuir al efecto invernadero.