Los activistas se acercaron con pancartas al ministerio de Agricultura griego y denunciaron que detectaron en el mercado nacional, en tres muestras analizadas, la venta de esas semillas manipuladas pocos días antes de la siembra.

La portavoz de Greenpeace en Grecia, Eleni Danali, declaró a la prensa que "la labor del ministerio es proteger al consumidor y hacer investigación sobre las semillas".

El ministro, Alexandros Kontos, se comprometió a realizar controles en el mercado para frenar el uso de esos organismos modificados genéticamente.

Kontos declaró que Grecia se mantiene firme contra el cultivo de productos transgénicos y que recientemente aumentó de 51 a 70 la lista de productos prohibidos.