"Los sistemas de clasificación sólo serán eficaces si un juego etiquetado para mayores de 16 años no puede ser comprado por un niño de 12 años en un centro comercial, lo que desafortunadamente ocurre hoy. Por ello, pedimos a la industria de los videojuegos y a las asociaciones de distribuidores que pongan en marcha en dos años un código de conducta sobre la venta de videojuegos a menores", explicó en rueda de prensa la comisaria responsable de Sociedad de la Información, Viviane Reding. Este código, resaltó, ya existe en Estados Unidos.

El Ejecutivo comunitario explicó que la iniciativa es una respuesta a la creciente inquietud de la opinión pública ante los comportamientos agresivos supuestamente inducidos por los videojuegos. La preocupación ha aumentado a raíz de sucesos como el tiroteo en una escuela de Helsinki (Finlandia) en noviembre de 2007, y ha conducido a las autoridades de algunos países de la UE a prohibir o impedir la difusión del videojuego 'Manhunt 2'.

La comisaria responsable de Sociedad de la Información admitió que los diferentes estudios que se han realizado sobre la influencia de los videojuegos violentos en el comportamiento de los menores han dado "resultados contradictorios".

Por ello, dijo que sólo debe optarse por la prohibición "cuando no haya otras soluciones", y apostó como alternativa por potenciar los sistemas de clasificación por edades. En todo caso, insistió en que "sería un error poner todos los videojuegos en la misma cesta porque el 90% están autorizados para niños".

Un total de 20 Estados miembros, entre ellos España, aplican desde el año 2003 el sistema PEGI de clasificación por edades, que fue elaborado por la propia industria con la colaboración de la UE, y que se basa en criterios como el nivel de violencia o de sexo. Alemania, Lituania y Malta se han dotado de un sistema diferente, mientras que Chipre, Luxemburgo, Rumanía y Eslovenia no han puesto en marcha ninguna forma de clasificación.

Además, 15 Estados miembros tienen legislación sobre la venta a menores, y 4 países -Alemania, Irlanda, Italia y Reino Unido- han prohibido algunos videojuegos violentos. España no ha suministrado información a Bruselas sobre si tiene legislación específica sobre la venta de videojuegos

Reding explicó que PEGI "funciona bien" y constituye un "buen ejemplo de autorregulación" porque 230 fabricantes de videojuegos y consolas ya lo utilizan. No obstante, subrayó que sólo el 53% de los jugadores saben que existe este sistema de clasificación por edades. Por ello, reclamó a la industria que "invierta más en hacer publicidad a PEGI" de manera que todos los padres y educadores europeos lo conozcan. La Comisión pidió además que se refuerce el sistema PEGI para el caso de los juegos 'on-line', ya que hasta ahora sólo se han sumado 50 empresas.

De acuerdo con los datos de la Comisión, el mercado internacional de videojuegos representará 30.000 millones de euros en 2010, de los cuales 9.000 millones corresponden a Europa, un tercio del total. Un 42% de los europeos dedican a los videojuegos entre 1 y 5 horas a la semana: el 29% entre 6 y 9 horas; el 12% entre 11 y 15 horas; y el 11% más de 15 horas.