Emocionado ante tal descubrimiento, explicó el logro conseguido junto a sus compañeros en el último número de la revista Optics Express, donde relató cómo el equipo de científicos franceses y alemanes consiguieron durante una tormenta en Nuevo México desencadenar actividad eléctrica de las nubes de tormenta, gracias a la utilización del láser, lo que abre la puerta al rayo de creación humana.

A pesar de que la idea de crear electricidad de las nubes de tormenta se persigue desde los últimos 30 años, alcanzarla no ha sido posible hasta ahora, cuando la tecnología láser es más potente. De ahí la importancia de este gran paso, que permite a los científicos soñar con que de aquí a no mucho tiempo lograrán crear rayos de similares características a los producidos de forma natural.

Por el momento, a lo que han llegado estos científicos europeos es a obtener actividad eléctrica de las nubes de tormenta, para lo que crearon filamentos de plasma a través del láser, lo que supone "un importante primer paso hacia la creación de rayos a través de láser", resaltaba Kasparian. Para ello, los científicos deberán desarrollar secuencias de rayos láser más sofisticadas para que esos filamentos duren más tiempo, según una información de la revista Optical Society of America, recogida por otr/press.

El experimento pertenece al programa internacional desarrollado por el National Center for Scientific Research (CNRS), que creó para la ocasión un láser capaz de generar filamentos de plasma. Entonces, lo trasladaron al Langmuir Laboratory, en Nuevo México, lugar perfecto para el proyecto debido a que su altitud lo sitúa próximo a las nubes de tormenta para llevar a cabo la investigación.

RÁPIDO, EFICIENTE Y BARATO

Sin embargo, el experimento también contó con una importante limitación, ya que los filamentos desarrollados no tenían la potencia suficiente como para durar en el tiempo lo necesario para llegar de la nube a la tierra. De hecho, tan sólo podían desplazarse unos metros, por lo que los científicos trabajan ya en el desarrollo de un láser de mayor potencia para generar filamentos más eficientes.

Cuando esto suceda, los rayos de creación humana servirán a los científicos para examinar, entre otras cosas, la sensibilidad de los aviones ante las tormentas.

Los rayos han sido objeto de investigación científica desde hace años, aunque sin comprender demasiado cuál es exactamente su funcionamiento. Así, los científicos han sido capaces de activar rayos desde la década de 1970 lanzando pequeños cohetes a las nubes, aunque tan sólo el 50% de ellos obtenía los resultados buscados. Por ello, con el uso de la tecnología láser para tales efectos, el proceso se vuelve más rápido, más eficiente y más barato.