Las conclusiones del estudio, publicado en la última edición de la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences", son mucho más graves de las alcanzadas en los años 1980 cuando los científicos predijeron que una guerra con artefactos nucleares provocaría un "invierno nuclear".

Los autores, de las universidades de Colorado, California y del Centro Nacional de Investigación Atmosférica, llegaron a esta conclusión tras examinar "el impacto en la química estratosférica del humo generado por los incendios" de un conflicto nuclear entre India y Pakistán.

El impacto de tal guerra nuclear regional sería global.

Las pérdidas de ozono superarían el 20 por ciento en todo el mundo, entre un 25 y un 45 por ciento a latitudes medias y entre un 50 y un 70 por ciento en latitudes elevadas septentrionales durante cinco años y "con pérdidas sustanciales mantenidas durante otros 5 años".

El agujero de ozono resultante aumentaría la radiación ultravioleta que "podría impactar de forma significativa la biología, incluidas serias consecuencias para la salud humana".

El estudio reconoce que el riesgo de una guerra nuclear a nivel mundial se ha reducido desde los años 1980 con el fin de la Guerra Fría pero los autores consideran que "la proliferación de armas nucleares ha producido mayores riesgos de una conflicto regional nuclear".

Aunque el informe se basa sobre un conflicto regional entre la India y Pakistán, el continente asiático no es el único en el que existen tensiones nucleares.

El informe apreció al mismo tiempo que Irán anunció la instalación de 6.000 centrifugadoras para producir combustible nuclear, que se teme podrían servir para alimentar un programa de armas nucleares.

Ayer Israel, que ha señalado que no permitirá que Teherán se haga con armas nucleares, dijo que destruirá Irán si este país les ataca.

Según señaló el periódico israelí "Haaretz", el ministro de Infraestructuras Nacionales, y ex ministro de Defensa, Benjamin Ben-Eliezer, afirmó el lunes que "un ataque iraní contra Israel provocará una dura respuesta por parte de Israel que causará la destrucción de la nación iraní".

Aunque Israel nunca ha reconocido públicamente que posee armas atómicas los expertos consideran que el país cuenta con un arsenal de unas 200 cabezas nucleares.