Marzol, que en 2004 obtuvo el premio "Agustín de Bethencourt" por instalar en Tenerife un sistema artificial pionero en la captación de agua del mar de nubes de Canarias, indicó que no es una idea novedosa, ya que ella tuvo conocimiento de esta técnica en Chile, donde estuvo en 1992 con una beca de tres meses que le permitió conocer el sistema.

En ese país suramericano se trabaja en la extracción del agua de la niebla desde 1980, recurso que ha sido aprovechado no sólo para crear abrevaderos para los animales sino que también tras un tratamiento fitosanitario adecuado ha sido utilizada para abastecimiento humano en pequeñas regiones.

En cuanto a la aplicación de este sistema en Marruecos explicó que los estudios se realizan a petición de la Fundación "Si Hmad Derhem", y agregó que la región más eficaz para su inatalación es Boutmezguida.

La intención es hacer algo similar a lo que se realiza en el Parque Natural de Teno, en Tenerife, de modo que se instalen abrevaderos en zonas cercanas a la población para abastecer a las más de 6.000 cabezas de ganado, que son la fuente de ingresos de las familias, añadió.

Además, se busca ayudar a las mujeres y niños que son los que se suelen encargar del ganado y hasta ahora están obligados a caminar entre 7 y 9 kilómetros para llegar a las cimas de las montañas en las que el agua de la niebla ha permitido crecer algo de vegetación, ya que los hombres han emigrado en busca de trabajo, opinó Marzol.

Afirmó que algunos pensarán que está loca por priorizar al ganado sobre la población africana que también carece de agua, pero explicó que es preciso ir "paso a paso para poder llegar a cubrir las necesidades de estos ciudadanos".

Hasta ahora, señaló, sólo se ha conseguido hacer en Marruecos los estudios para saber que zonas son más fructíferas, y queda por realizar un análisis sobre costes y cuántas pantallas se precisan para cubrir las necesidades, entre otras medidas, para lo cuál busca financiación.

El sistema en Tenerife, explicó Marzol, consiste en instalar pantallas a una altura situada entre los 800 y los 1.000 metros para aprovechar el mar de nubes.

Las pantallas están formadas por mallas de polipropileno (similar al nailon), cuyos hilos tienen una distancia entre 35 y 45 milímetros que es la más óptima, lo que permite que el choque de la nube al traspasar la malla deje agua.

Eso sí, indicó, "son pequeñas gotitas que las nubes no pueden dejar en forma de precipitación".

Una vez que la nube deposita el agua en las mallas ésta se dirige por medio de canaletas a un depósito de almacenamiento o a abrevaderos para aves, abejas u otro tipo de animal.

Por este sistema, afirmó la catedrática, se ha conseguido obtener en Tenerife hasta siete litros y medio de agua al día, y es destacable que los meses en los que se ha obtenido una mayor cantidad de agua de niebla son los de verano.

En el Archipiélago se obtiene tres veces más agua de la niebla que la que se recoge de la lluvia, afirmó Marzol, ya que a lo largo del año caen menos de 500 litros por metro cuadrado de agua de lluvia en Canarias y en verano nada.

Con el mar de nubes se consiguen captar sea por agua de lluvia o de niebla 2.600 litros por metro cuadrado, la mayoría de ellos en los meses de verano donde prácticamente no se registran lluvias.