No obstante su aplicación en el futuro a la aviación comercial está todavía muy lejos aunque la compañía aérea asegura que seguirá estudiando su potencial.

"Boeing está trabajando de forma activa para desarrollar nuevas tecnologías para productos aeroespaciales respetuosos con el medioambiente," afirmó Francisco Escartí, Director General de BR&TE director de investigación de Boeing, en una conferencia de prensa en el centro de investigaciones del grupo norteamericano en Ocaña en el que presentó el primer vuelo de un avión propulsado a hidrógeno. En su opinión, se trata de "un logro tecnológico histórico de Boeing", ya que este avance implica "grandes promesas para un futuro más verde".

Para este proyecto se utilizó la estructura de un motovelero biplaza Dimona, con una envergadura de 16,3 m fabricado por Diamond Aircraft Industries de Austria. Después se modificó este avión para incluir un sistema híbrido de potencia, compuesto por una pila de combustible de Membrana de Intercambio Protónico y una batería de ión Litio que suministra energía a un motor eléctrico acoplado a una hélice convencional.

TRES VUELOS DE PRUEBAS

Se realizaron tres vuelos de pruebas en febrero y marzo en el Aeródromo de SENASA en Ocaña. Durante los vuelos, el piloto del avión experimental alcanzó una altitud de 1.000 metros sobre el nivel del mar, utilizando una combinación de energía de la batería y la potencia generada por pilas de combustible de hidrógeno. Tras alcanzar el nivel de crucero y desconectar las baterías, el piloto voló recto y nivelado a una velocidad de crucero de 100 km por hora durante aproximadamente 20 minutos con energía generada sólo por las pilas de combustible.

Una pila de combustible es un dispositivo electroquímico que transforma el hidrógeno directamente en electricidad y calor sin los productos de la combustión, como el dióxido de carbono (CO2). Además de calor, el agua es el único producto de su combustión.

Según los investigadores de Boeing, la tecnología de pila de combustible ofrece la posibilidad de propulsar vehículos aéreos pequeños tripulados y no tripulados. A largo plazo, las pilas de combustible de óxido sólido se podrían aplicar a los sistemas secundarios generadores de potencia, como los grupos electrógenos auxiliares para los grandes aviones comerciales.

Boeing no prevé que las pilas de combustible proporcionen la energía primaria para grandes aviones de pasajeros, pero la compañía continuará investigando su potencial, además de otras fuentes alternativas de combustible y energía sostenibles que mejoren el rendimiento medioambiental.