Según comunicó hoy la Universidad de Hohenheim, el nuevo método permite precisar las dataciones hasta una antigüedad de 14.500 años.

Si bien la extracción de pruebas de hielo permitía ya entender oscilaciones climáticas de hace más de 100.000 años, sólo la dendrocronología, es decir, la lectura de los anillos de los árboles, hacía posible una datación año por año.

El archivo de anillos de árbol de la Universidad de Hohenheim (sur de Alemania) cuenta actualmente con el calendario más amplio de dendrocronología que alcanza hasta hace exactamente 12.468 años.

La mezcla de ambos métodos combina las ventajas de cada uno de ellos y elimina las respectivas desventajas, indicó la universidad.

Los científicos utilizan para este método combinado dos elementos radiactivos que aparecen en torno a los glaciares y los árboles.

"Uno es berilio, que la nieve extrae de la atmósfera y queda conservado en las muestras de hielo. El segundo es carbono radiactivo, que los árboles extraen del aire e incorporan en sus anillos", señaló el científico de la citada universidad Michael Friedrich, uno de los participantes del proyecto.

Ambas curvas, la del berilio del hielo y la del carbono de los árboles, presentaron exactamente los mismos patrones de oscilación, lo que permite deducir que ambas métodos de datación sirven para una comparación directa, añadió.

El estudio anunciado por la Universidad de Hohemheim se ha publicado en la revista especializada "Nature Geoscience".