La detención de Walker fue fruto de una operación conjunta llevada a cabo durante 18 meses por las policías de Nueva Zelanda y Holanda, junto con agentes del Servicio Secreto de Estados Unidos y de la Oficina Federal de Investigación norteamericana (FBI).

Durante la vista, Walker admitió ser culpable de los seis delitos que se le imputaban.

En la primera vista del juicio que se celebra en un tribunal de la localidad de Whitianga, Walker fue acusado de estar en posesión de programas informáticos para cometer delitos, causar daños o interferir en sistemas computerizados, y acceder a sistemas informáticos sin autorización.

Según la investigación, este joven programador informático, que en la red se identificaba como "Akill" formaba parte de un grupo de piratas que desarrollaron varios tipos de virus informáticos y correos basura que afectaron a más de 1,3 millones de usuarios.

Walker, quien fue puesto en libertad después de que fuera detenido, se encuentra bajo libertad provisional y deberá comparecer de nuevo el próximo 28 de mayo cuando se prevé que será dada a conocer la sentencia, indicó el juez Arthur Thompkins.

La legislación penal neozelandesa establece penas superiores a los cinco años de cárcel por los delitos imputados al joven informático.

El FBI calcula que el valor de los daños causados por las actividades de Walker, que sufre el síndrome de Asperger, una forma leve de autismo, fue de unos 20 millones de dólares (13,2 millones de euros).