Según ha informado el parque en una nota de prensa, el pequeño canguro dejó de tomar la leche materna al abandonar el marsupio hace un mes y la madre no le dejó alimentarse más al albergar en poco tiempo otra cría que no puede salir de la bolsa materna al encontrarse todavía en fase de desarrollo.

Debido a la debilidad de la cría, los veterinarios del parque han acondicionado un bolso de calle que reproduce el marsupio de la madre y alimentan al animal con biberón de leche, aunque esperan que pronto pase a tomar una dieta sólida.

La cría ya ha doblado su peso hasta casi dos kilos y medio y, "como si se tratara de un bebé, toma cada tres horas el biberón", han mencionado desde Senda Viva.

En el área de los animales exóticos del parque conviven cinco ejemplares adultos de canguros waballys (tres machos y dos hembras) y, aunque es la primera vez que interviene en el mantenimiento de este ejemplar, tienen experiencia en la reproducción de esta especie.

El canguro wabally de Bennet o de cuello rojo, procedente de tierras australianas, se caracteriza por sus pies grandes, sus largas orejas y su color rojizo en nuca y hombros. Las crías nacen en un estado de desarrollo muy incompleto, casi fetal, y se arrastran tras nacer hasta el marsupio, donde durante ocho meses lactan hasta completar su desarrollo.