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Cronotropos trenzados

Laetitia Colombani refleja el mundo pequeño y variado en que vivimos

La trenza - Laetitia Colombani - Salamandra - 204 páginas

La trenza es la primera novela de Laetitia Colombani, una francesa de cuarenta años muy conocida en su país en el mundo del teatro. La obra ha constituido un éxito editorial inmediato; publicada en 2017 se mantuvo a la cabeza de las novelas más vendidas durante meses y ganó el Premio Relay. La explicación radica, sin duda, en la sencillez de la narración, que teje situaciones muy complejas con una prosa clara, concisa y directa.

Colombani utiliza la trenza como símbolo eje de su novela para resaltar lo que tienen en común sus tres personajes, lo que les atañe en cuanto que pertenecientes a una tradición cultural concreta y lo que se deriva de su condición de mujeres en una sociedad patriarcal, a lo que se suman las circunstancias personales de cada una. Como dice la autora al inicio de la obra: se trata de tres vidas, "tres cabos que se cruzan alternativamente, entretejiéndose".

Así es la estructura de La trenza, escrita en capítulos breves, alternando a cada una de las tres protagonistas, siempre en la misma sucesión: Smita, de Uttar Pradesh, India; Giulia, de Palermo, Sicilia, y Sarah, de Montreal, Canadá. Dicha estructura hace que tengamos que suspender la curiosidad durante un espacio de lectura, hasta volvernos a encontrar con la misma persona; si bien una página después nos sumergimos en las circunstancias de la mujer siguiente.

A medida que avanza la narración, aquellas se desarrollan como personajes actantes, ya que su situación inicial y, por tanto, sus decisiones personales se hacen más complejas. Los finales de los capítulos aceleran nuestro pulso lector, estimulan nuestra curiosidad y nos inducen, en una primera lectura aún "inocente", a sospechar múltiples posibilidades del futuro narrativo.

Y es que cada una de las mujeres está norteada por complejas cargas culturales seculares que las encapsulan en una situación de la que necesitan salir; cómo romper esa red, que a veces denominamos destino, es el tema de cada una de las tres historias. Sin revelar nada de lo que nos cuenta Colombani, se puede adelantar que Smita, una Intocable, no quiere que su hija viva atrapada en dicha casta; Giulia se enfrenta a un ruinoso negocio del que vive su familia y media vecindad, y Sarah, abogada de éxito, es arrastrada a una lucha sin cuartel contra el cáncer.

Pero no es sólo la historia de sus vidas particulares, sino también la del entorno socio-político en que se debaten. Llama la atención que en tan pocas páginas la autora haya podido introducir tanta información sobre los aspectos más duros de ámbitos tan dispares, valiéndose únicamente de tres personajes principales muy bien dibujados y de un puñado de secundarios.

La razón del título se va haciendo aparente a medida que leemos. No es solo la estructura, obvia desde las primeras páginas, sino que hay cuatro momentos claros de interacción que convergen hacia el final de la novela. ¡Pero no crean que es fácil adivinar cuáles son los mecanismos que trenzan las diferentes vidas a través del espacio y del tiempo!

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