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Novo Cinema Galego, una efervescencia creativa

El director Eloy Enciso y la productora Bely Martínez. / Tamara de la Fuente

Para qué mentir? Haciendo un poco de caricatura podría decir que mi conocimiento del cine no pasa del Far West de mi infancia, pero quiso el azar que entrara en mi vida esa tensión cotidiana del llamado Novo Cinema Galego. No solo porque lo vive cada día una heredera de mi nada sino porque, en las varias fiestas que me organizó en mi casa, donde se apretujaba el más fresco y futurible mundillo creativo de la pantalla gallega en noches interminables, conocí a Beli. No olvido cuando al levantarme tras una de esas noches en que durmieron en casa más de los que cabían, vi asomar una mirada vertical desde una habitación del entresuelo, entre el insomnio, resaca y un dubitativo donde estoy: era Beli. No andaba lejos la fotógrafa Tamara de la Fuente. Ellas me enseñaron que normalmente vemos las películas, por ejemplo el cine de Hollywood, y nos fijamos en sus actores, guapos y famosos perpetuando estereotipos, o en algunos casos conocemos a sus directores. Pero que hay un cine en Galicia, en esta periferia en ebullición cinematográfica, que no pretende ser industria, formado por toda una comunidad de cineastas pequeños, medianos, que trabajan en comunidad y forman un movimiento único que está viviendo un momento sin precedentes. Para innovar en el lenguaje no hace falta tener grandes medios. Pero sí creatividad a raudales, y que las instituciones, como el Agadic, apoyen estos proyectos.

Lo cierto es que, aunque la prensa gallega solo lo haya mencionado de paso, sé que el director Eloy Enciso (¡que inolvidable su filme A rraianos!), representa en agosto a España en Locarno con su largometraje " Longa Noite", la primera vez que una película gallega (¡y en gallego!) compite por el Leopardo de Oro, festival de categoría A que acoge a la crema del cine independiente mundial. Una película dicen que cuidadísima (fotografía de Mauro Herce, el mismo de Oliver Laxe) que tiene la pureza y profundidad del cine de los grandes como Bergman o Straub y Huillet, pero en Galicia, y que interpreta como protagonista el artista contemporáneo Misha Bies Golas, y un elenco de actores no profesionales que dan un naturalismo sin parangón a una historia de trasfondo político que se desarrolla tras la Guerra Civil Española. De esta película ya supe que se gestó en una beca en Harvard, a donde Eloy fue invitado un año como investigador, y donde se habló del cine gallego.

Pero yo sé todo esto no solo porque tengo en casa quien lo vocea y lo trabaja en su profesión, sino porque a veces me cruzo con mi amiga, la para mí joven Beli Martínez, su productora que, por cierto, en el pasado también produjo a Eloy Domínguez Serén (el director de la película Hamada que acaba de estar en los Multicines Norte), una profesional del audiovisual, todoterreno, guardesa imparable que está metida en mil historias dignas de alabanza mientras vive con lo justo y pone en riesgo lo que no tiene, se hipoteca y sufre insomnio, para posibilitar desde su base de operaciones, Filmika Galaika, que se pueda hacer un cine gallego genuino sin actores famosos ni historias convencionales. Una mujer divertida y sencilla, que no alardea a pesar de estar entre las mejores, y que para llegar a su saber cinematográfico le habrá servido venir de una honorable familia de cinco hermanos y de la lucha por la vida que admiró en un padre mariñeiro y en una madre redeira. Mucho mérito el de Beli, a la que voy a preguntar muchas cosas de ese Novo CinemaGalego desde mi nivel cimentado en el Far West. Buscad su Proxecto Socheo con Xurxo Chirro, que recupera la memoria audiovisual de A Guarda.

Veo que Beli está de racha porque tiene otro largometraje en Locarno que coproduce, dirigido por la inglesa-argentina Jessica Sarah Rinland, titulado " Aquellos que en la distancia se parecen a otros", esta vez en la sección "Moving Ahead", que selecciona los discursos más experimentales. Al tiempo (menudo lío, no entiendo cómo una sola productora puede con todo), está produciendo estos meses otros dos largometrajes. El primero tiene el título provisional de " Ariel", una codirección sobre tema shakesperiano de Lois Patiño y Matías Piñeiro. Y la otra película que produce y le quita el sueño es " Eles transprotan a morte", coodirigida por Helena Girón y Samuel H. Delgado. Valientes productoras, casi kamikaces como la de Beli, han posibilitado que este nuevo cine gallego haya llegado a situarse junto al mejor y más arriesgado discurso contemporáneo. Quizás porque no pretende ser lo que no puede ser, porque entiende que su esencia es innovar desde lo independiente.

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