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¿Habría ido Pepe a Tiananmen?

Profesor de español en la China de Mao y responsable de la revisión de las primeras traducciones al castellano del Libro Rojo, el gallego José Castedo Carracedo dejó Pekín tras la muerte del "Gran Timonel" comunista

José Castedo Carracedo, en el centro, con algunos de sus alumnos en Pekín, a finales de los 70

Rescatado de la memoria en el reciente libro de Xavier Alcalá "Cartas ao Cholo" (Medulia Editorial), José Castedo Carracedo es uno de esos personajes tan atrayentes que que semejan inventados. El escritor ferrolano subtitula, irónicamente, la breve semblanza de su paisano Carracedo "o negro de Mao" , y aunque no llegó a tanto, lo cierto es que, efectivamente, el gallego fue, por encargo de Lin Piao, número 2 del régimen, uno de los responsables oficiales de las primeras traducciones al castellano del Libro Rojo, donde se recogen los más importantes discursos del "Gran Timonel" o, lo que es lo mismo, de la versión maoísta del socialismo.

Pepe Castedo o El Gallego, como todos lo conocían en su círculo, hijo de padre asturiano y madre ferrolana, había nacido en 1914 en Madrid (aunque algnos sostienen que en Ferrol), según afirma Xulio Ríos, director del Observatorio de Política China . El que su familia pertenciese a la acomodada burguesía ferrolana no fue óbice para que, desde su juventud, se erigiese en un convencido comunista que participó en la Guerra Civil del lado republicano ,primero como lugarteniente del "Capitán Félix", y, posteriormente ,como guerrillero. Encarcelado por el régimen franquista logró escapar a Francia y allí inició un periplo internacionalista que lo llevó a varios países como Cuba o Rusia.

En París, en 1964, tras el establecimiento de relaciones entre Francia y la China Popular, Castedo gestionó su traslado a Pekín como zhuan jia, es decir, experto extranjero, "una figura -escribe Ríos- que en China gozaba de un gran reconocimiento y que entonces le confería un estatus que podríamos calificar de paradiplomático". "Teórico de la revolución permanente -refiere, por su parte, Xavier Alcalá- tenía unagran reputación en la comunidad intelectual de la capital del nuevo imperio, y lo desmostraba con sus apariciones como figura destacada en los medios de comunicación chinos".

Pepe Castedo vivió la Revolución Cultural, uno de los períodos más intensos y convulsos de la historia contemporánea china, de principio a fin. En esa época, cuenta Ríos que Castedo protagonizó un episodio muy sonado. De un día para otro y sin previo aviso, decidió rebajarse el sueldo a la mitad y trasladarse a vivir con los chinos en los precarios dormitorios de la propia escuela, abandonando el confortable Hotel de la Amistad: "Su ex alumno Wu Ruigen, llamado Fidel por sugerencia del propio Castedo, -prosigue Ríos- me recordaba que todos calificaron su actitud de "revolucionaria", y los demás extranjeros, no pocos a disgusto, hubieron de seguir su ejemplo y la espiral de rebajas se extendió a gran parte de la comunidad de zhuan jia. El valor de su salario era unas diez veces superior a lo normal en la época entre los chinos".

El citado Wu Ruigen ratifica que "Pepe empezó a vivir en la escuela, cuyas condiciones de alojamiento eran preocupantes. En tiempos de lluvia, por ejemplo, el agua penetraba por las tuberías que atravesaban la habitación donde vivía. A pesar de las dificultades, estaba muy contento. Se sentía orgulloso de poder convivir con los chinos".

La simpatía con los ideales maoístas, no le impidió expresar su malestar con una huelga de hambre cuando los Guardias Rojas prohibieron la música de Beethoven de la que tanto gustaba. Su actitud, de haber sido otro, probablemente le hubiese costado la vida, pero está claro que el ferrolano gozaba de una cierta inmunidad, al menos mientras Mao mandase...Porque, en 1979, tras el fallecimiento del "gran líder", Castedo comenzó a plantearse su salida de China y regreso a España, que materializaría al año siguiente. Alcalá interpreta esta marcha como inducida por los nuevos gobernantes chinos, encabezados por Den Xiaoping (el hombre que aplastó, hace treinta años, la manifestación de los estudiantes en la Plaza de Tiananmen) para quienes Pepe era una persona excesivamente vinculada al pensamiento de Mao, algo que deseaban borrar de la faz de la tierra en aquella tesitura: "Recibió una gran cantidad de dólares y un pasaporte, y la imposición de que abandonase el país que lo había acogido", comenta el autor de "Cartas ao Cholo".

De otra opinión es el que fuera su colega y amigo Wu Ruigen: "Pepe tomó una decisión errónea, que fue un punto de viraje en su vida. En 1980 decidió regresar para siempre a España, diciendo que estaba cansado de la "Revolución Cultural" y de su vida en China. Le aconsejé en repetidas ocasiones que no lo hiciera, y que mejor iría a su país para visitar a sus familiares y ver si sería conveniente quedarse allí. Sin embargo, no me escuchó, y se marchó de China".

Habría de regresar a Pekín una vez más, pero solo para recibir la medalla de la orden de Alfonso X El Sabio de manos del embajador de España en nombre del Rey Juan Carlos, en reconocimiento a sus méritos pedagógicos en China. Según Ruigen, Castelo aprovechó aquella visita "para presentar una solicitud de volver a trabajar en nuestro país. Pero ya era tarde".

Sus últimos años fueron amargos. Vivió con una indemnización del Gobierno Chino en Málaga, y la relación con su hija no era buena. Al quedar solo y sin dinero pidió ayuda de amigos en Madrid, pero los problemas económicos lo transtornaron y acabó suicidándose el 24 de diciembre de 1982.

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