La esperanza de vida al nacer en Galicia se sitúa en 83,3 años, por encima de la que se registra en autonomías vinculadas a la dieta mediterránea como la Comunidad Valenciana, Baleares, Murcia o Andalucía. Además, Galicia está a la cabeza en el porcentaje de personas con más de cien años. ¿Tiene algo que ver en esto la Dieta Atlántica? Cada vez hay más investigaciones científicas que avalan esta hipótesis.
Un estudio de la Universidad de Porto revela que Galicia es una de las zonas de Europa donde un mayor porcentaje de la población supera la esperanza media de vida: 4 puntos por encima del promedio. La mayor longevidad se explicaría, según los investigadores, por factores como el estilo de vida, la alimentación y la genética. Así se puso de manifiesto en el Tercer Simposio Internacional sobre Dieta Atlántica, celebrado este mes en Santiago de Compostela.
La alimentación atlántica se caracteriza por una dieta basada en el consumo de alimentos de temporada, locales, frescos y poco procesados, con abundancia de vegetales,legumbres, lácteos, pescados y mariscos, así como por el uso de aceite de oliva y una preparación culinaria con predominio de la cocción, el guiso y la brasa. Todo ello acompañado por actividades físicas como los desplazamientos a pie, vinculados a la peculiar ordenación urbana del territorio.
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"Con la Dieta Atlántica no hablamos solo de comida, sino de cómo la comemos: en reuniones familiares, despacio, ingiriendo slow food en comidas lentas, charlando con toda la familia. Es un estilo de vida", señala el catedrático de Endocinología de la Universidad de Santiago. Por su parte, Aniceto Luis Charro, catedrático de Endocrinología de la Universidad Complutense de Madrid, afirma que "la dieta atlántica reduce hasta un 33% el riesgo de infarto de miocardio". Y es que este estilo de vida supera en varios aspectos a la conocida y recomendada Dieta Mediterránea. De hecho, según datos aportados en el citado simposio, en las comunidades autónomas del Atlántico se consumen al año 17,2 kilos de pescado fresco, frente a los 9,3 de las autonomías del Mediterráneo. También superan las comunidades atlánticas a las mediterráneas en el uso de aceite de oliva, 12,2 kg/año frente a 8,9.
Rafael Tojo Sierra y Rosaura Leis, miembros de la Fundación Dieta Atlántica, son los autores de un estudio sobre la importancia del consumo de pescado y algas para el neurodesarrollo y la función cerebral. Los ácidos grasos Omega 3, presentes en el pescado -sobre todo en el azul- son imprescindibles para el cerebro, pues son beneficiosos en la prevención y como complemento terapéutico en patologías neurológicas y psiquiátricas, así como en enfermedades cardiovasculares, cáncer, enfermedades de base inmune e inflamatoria, alteraciones del metabolismo de los lípidos y la insulina y la osteoporosis.
Según un estudio comparativo de 66 modelos de todo el mundo publicado en Science of the Total Environment, la Dieta Atlántica, al ser rica en vegetales, en productos locales y de temporada posee una huella de carbono más baja que otros patrones dietéticos. Además, los compuestos de algunos alimentos, como los grelos, previenen el cáncer y el envejecimiento.
La doctora Ana Belén Crujeiras, del Instituto de Investigaciones Sanitarias de Santiago, explicó en el simposio que los compuestos de algunos alimentos (por ejemplo, los polifenoles de los grelos) previenen el desarrollo del cáncer y el envejecimiento, lo que puede explicar que Galicia figure entre las poblaciones europeas más longevas, e incidió en el importante legado de este patrón dietético para las futuras generaciones. Crujeiras explicó el concepto de "dieta epigenética" a través de la cual se demuestra que "los mecanismos epigenéticos regulan la expresión de los genes para promocionar la salud o la enfermedad dependiendo del ambiente y el estilo de vida".
Beneficios para la salud
Diversos estudios científicos han aportado en los últimos años nuevos datos sobre los beneficios para el organismo de los productos tradicionales de la Dieta Atlántica:
Grelos y berzas. - Una investigción realizada en la Misión Biológica de Galicia destaca los beneficios de los grelos y las berzas, tan presentes en la huerta gallega, pues tienen una elevada concentración de compuestos anticarcinógenos y antioxidantes, además de ser ricos en vitaminas A, E y C, y fuente de minerales como el hierro, el potasio y el calcio. La razón está en la presencia de compuestos "bioactivos", entre los que destacan los denominados glucosinolatos, y de compuestos antioxidantes, como los llamados compuestos fenólicos y los carotenoides.
Pescado azul. - Los gallegos consumimos 34,1 kilogramos de pescado por persona y año frente a los 23,8 de la zona mediterránea; en pescado fresco, 17,2 kilos/año frente a los 9,3 de las autonomías del Mediterráneo. Está demostrado que el consumo de pescado azul es fundamental para aportar a nuestras células la cantidad que precisan de ácidos Omega 3, indispensables para la formación de sus membranas. Los ácidos Omega 3 están presentes en todas las membranas de nuestras células, especialmente en el cerebro y en el corazón.
"Cachelos". - Médicos y catedráticos representantes de la Asociación Galega de Estudios da Dieta Atlántica (Asgaeda) y de la Fundación Dieta Atlántica, de la universidad de Santiago de Compostela, destacan que el "cachelo", la patata cocida con piel, es un alimento con mucha agua, carbohidratos complejos, fibra y vitaminas, mucho mejor para la salud que las patatas manufacturadas o fritas, que se consumen más en el Mediterráneo. La patata aporta hidratos, fibra, potasio, magnesio, vitamina B, vitamina C y además cerca del 80% es agua, por lo que no engorda tanto como se dice.
Lacón. - Recientes investigaciones señalan que el lacón es una buena fuente de proteínas de alto valor biológico: por su contenido en proteínas se adapta muy bien a la alimentación de los deportistas. La carne de cerdo, en general, es una fuente importante de vitaminas del grupo B, excepto de ácido fólico. Además, es la carne que menor cantidad de bases púricas contiene, sustancias que al metabolizarse dan lugar al ácido úrico.
Pan tradicional. - Expertos de la Fundación de la Dieta Atlántica apuntan que el pan tradicional gallego es un magnífico alimento por ser un buen nutriente que tiene proteínas, fibra, una cantidad significativa de minerales y vitaminas -sobre todo el integral- y nada de grasa.
Algas. - Una investigación de la Universidade de Santiago de Compostela asegura que añadir a la dieta algunas variedades de algas elimina carencias alimentarias y contribuye a crear un entorno antioxidante en órganos como el hígado, corazón y mucosidad intestinal.
En el simposio organizado por la Fundación Dieta Atlántica y la Universidad de Santiago de Compostela, la doctora Mar Calvo presentó los resultados del estudio GALIAT (Galicia Dieta Atlántica), realizado en el centro de atención primaria de A Estrada. Entre las conclusiones del mismo se encuentra que los participantes intervenidos registraron, al cabo de seis meses de seguir la Dieta Atlántica, una disminución del colesterol total de media de 5,1 miligramos por decilitro. Esta reducción fue mayor en mujeres y niños que en adultos varones. Además, se produjo una bajada del colesterol malo (LDL colesterol), en un valor medio de 3,3 miligramos por decilitro.
El estudio GALIAT corrobora lo que apuntan otras investigaciones científicas sobre los beneficios de la Dieta Atlántica, un estilo de vida que está detrás de la mayor longevidad de los gallegos.
