La hogaño denominada Casa de los Duques de Medina de las Torres fue construida entre 1881 y 1882 con el propósito ofrecer al rey Alfonso XII una residencia de verano en Galicia que, al cabo, acabase beneficiando económicamente a la familia propietaria. Pero su propósito inicial terminó fracasando y, aunque tanto el citado monarca como su hijo, Alfonso XIII, se alojaron allí en alguna ocasión, nunca transmitieron a sus descendientes el amor por el lugar. De hecho, ni el propio rey remérito Juan Carlos I ha tenido el más mínimo interés por ella...y mucho menos Felipe VI.La primera gran propietaria del palacete fue María Eulalia Osorio de Moscoso y Carvajal, duquesa de Medina de las Torres. Un polémico reparto familiar apartó a los duques de Terranova del lugar a principios del siglo pasado. Su progresivo deterioro llevó, hace dos años,a incluirla en la Lista Roja de Hispania Nostra, es decir, de la de un bien patrimonial que corre un serio peligro, uno más de los 24 radicados en Galicia, una buena parte de ellos (10) en la provincia de Pontevedra.
Creada en 1976, Hispania Nostra es una prestigiosa asociación que defiende el patrimonio cultural en toda su integridad conceptual y geográfica, entre cuyas actividades figura el encargarse de la gestión de las candidaturas españolas a los Premios Europa Nostra. Desde el año 1978, la actuamente reina emérita Sofía es su presidenta de honor y, a lo largo de su historia, han pasado por su presidencia personalidades como Carlos Fitz-James Stuart y Martínez de Irujo ,Justino de Azcárate Flórez , Carmen Ortueta de Salas , Alvaro Fernández-Villaverde y Silva, Santiago de Ybarra y Churruca y Alfredo Pérez de Armiñán y de la Serna; algunos de ellos forman parte ahora de su comité honorífic. Su presidenta, desde 2011, es Araceli Pereda Alonso.
Una de las iniciativas que, desde 2007, ha puesto en marcha HM es la Lista Roja, una actividad cuyo objetivo es informar sobre elementos patrimoniales en riesgo de desaparición, destrucción o alteración esencial de sus valores. Con la publicación de bienes que se hallan en este estado, la asociación pretende llamar la atención de la sociedad y de sus propietarios, promoviendo intervenciones positivas que eviten el incremento del deterioro o la desaparición de bienes culturales. También figura entre sus objetivos apoyar y animar a asociaciones locales de defensa del patrimonio y a particulares, reforzando sus reivindicaciones sobre los monumentos y entornos de su área de acción. Hispania Nostra actúa bajo el convencimiento de que "lo que se valora y se aprecia, se cuida y se custodia".
La inclusión o no de determinados bienes en la Lista Roja de Hispania Nostra es decidida por un comité científico formado por expertos en distintas ramas, que estudian todas las solicitudes que llegan a la asociación desde toda España. Una vez reunidos todos los datos, se tienen en cuenta factores como el interés del bien y su nivel de protección y riesgo. Tras examinarlos, el comité dictamina su veredicto, que pretender ser riguroso en todos los aspectos. Es por ello por lo que, por ejemplo, entre la Lista Roja gallega continúe figurando el edificio de la Panificadora de Vigo, del que ya se ha aprobado un plan para su rehabilitación y/o restauración,pero todavía ni siquiera se han iniciado las obras. Por eso, y mientras este plan no se ejecute en su totalidad, el histórico edificio vigués continuará "en rojo".
DEL ROJO AL VERDE
Para, de alguna manera, reconocer las correctas rehabilitaciones de estos bienes, Hispania Nostra también confecciona una Lista Verde, que es aquella en la que pasan a estar incluidos aquellos inmuebles que han conseguido ser restaurados con el máximo respeto. Es una condición que hoy cumplen, tras haber permanecido en la Lista Roja, la iglesia de Santa Eulalia de Palio (Lalín), la Basílica de la Ascensión (Allariz), la iglesia de San Mamede de Vilasouto (O Incio), el Palacio Episcopal de Diomonde (O Saviñao), el castillo de Pambre (Palas de Rei), las pinturas murales de la iglesia románica de San Xulián de Moraime (Muxía), el dolmen de Moruxosa (Tiques) y la mismísima Torre de Hércules de A Coruña.
Desde 2011, conjuntamente con la Fundación Banco Santander, la asociación ha otorgado los Premios Hispania Nostra a las Buenas Prácticas. Ya se se han concedido un total de cuatro galardones, dos de ellos ex aequo. Los ganadores han sido el proyecto de rehabilitación de la antigua Real Fábrica de Hojalata de San Miguel de Ronda (Málaga); la restauración de la Logia del jardín de la Casa Palacio de los Ribera en Bornos (Cádiz); la transformación de los antiguos edificios industriales de Ferrándiz y Carbonell en el actual Campus de Alcoy (Alicante); y la publicación digital "Numancia: arqueología e historia".
En la cara opuesta de estos premios está la Lista Negra, es decir, la de aquellos inmuebles cuyo estado de deterioro se ha vuelto total o irreversible. Felizmente, no existe ningún elemento gallego en esta Lista de Hispania Nostra. Donde sí existe otro emblemático patrimonio de Galicia es en el apartado de "Alertas". Se trata del Parque Enciclopédico do Pasatempo de la villa de Betanzos, sobre el que, lamentablemente, se ha suscitado una controversia entre el Concello y la Xunta que ha impedido que se lleven a cabo las obras de restauración ya aprobadas pero, hasta ahora, nunca iniciads. Desde la Consellería de Cultura se supedita la concesión de ayudas de la Xunta a que el Ayuntamiento se comprometa en serio a restaurar el Parque y a que se le presente un proyecto definitivo.
"Entre todo este ruido -concluyen en Hispania Nostra, el Parque Enciclopédico do Pasatempo, único en Europa y precursor de los parques temáticos, sigue abierto en unas condiciones lamentables y de terrible inseguridad para sus visitantes, y su patrimonio se deteriora a pasos agigantados; el Parque del Pasatiempo ha entrado ya en tiempo de descuento". ¿Será el próximo bien gallego con destino a engrosar la Lista Roja o acaso el primero en ser incluido en la Lista Negra?
