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Las gafas viguesas de Castelao

En Vigo se estrenó como conferenciante, recibió tratamiento para su dolencia visual y protagonizó el Día de Galicia de 1930.Los galleguistas de esta ciudad lo propusieron como cabeza de lista de la candidatura en la que salió elegido diputado por primera vez

Las gafas viguesas de Castelao

el gobierno republicano y la mitad de los parlamentarios, o tal vez ya se encontraba en América, a donde se exilió en julio de 1938, creía él que provisionalmente, y sin embargo lo fue hasta el final de sus días.

Galleguista y de convicciones democráticas, Roberto González Pastoriza desarrolló toda su carrera profesional en Vigo. Incorporado al bufete del que después sería alcalde Adolfo Gregorio Espino, durante varios años, a la par que ejerció, entre otras tareas, las de letrado externo del Concello de Vigo y de la Caja de Ahorros, Pastoriza colaboró con periódicos como el "Galicia" y "El Pueblo Gallego". En 1930 se integró en el Grupo Autonomista Galego de Vigo, liderado por su antiguo compañero de Facultad, Valentín Paz Andrade, y por otro de sus grandes amigos, el arquitecto Manuel Gómez Román. Y, al año siguiente, formó parte del núcleo fundacional del Partido Galeguista en Pontevedra.

Una noticia escasamente conocida, o al menos poco divulgada, es que fue desde el seno de ese Grupo Autonomista Galego de Vigo desde donde partió la propuesta de que Castelao encabezase la candidatura galleguista independiente que se presentó a las elecciones generales de 1931.Salió elegido diputado, por eso bien puede decirse que el impulso inicial para que Castelao tomase la decisión de volcarse en cuerpo y alma en la política tuvo mucho que ver con Vigo, y ello abre las puertas a detenerse más específicamente en las relaciones entre Castelao y la ciudad con más habitantes, y la más industrial, de Galicia, ya en aquella época. A este respecto, Xosé Luís Méndez Ferrín asegura que "en total sintonía con Paz Andrade, Castelao quería convertir a Vigo en la Barcelona de Galicia", y ambos, codo con codo, lucharon porque así fuese contra los obstáculos que se les ponían. Vigo, desde punto de vista marítimo geoestratégico, era una de las más privilegiadas ciudades de Europa, "pero había que mejorar las comunicaciones terrestres: más y mejores carreteras, más y mejores vías de tren...curiosamente, algunos de los problemas que aún padecemos hoy en día", sentencia el profesor Ferrín.

No se tiene constancia de la primera visita que Castelao efectuó a Vigo, pero sí de que Vigo fue la ciudad que él eligió para pronunciar su primera conferencia. Fue en marzo de1911 y se celebró en los locales de la Sociedad Cultural La Oliva en el marco de su "Fiesta del Arte". Su título, "Algo acerca de la caricatura". Y es que, en esa altura, Castelao era conocido, por encima de todo, por su faceta artística. De hecho, salvo su afinidad con el movimiento universitario Joven Galicia, todavía no podría hablarse de él como "hombre de la política". A los 25 años de edad, aquel Alfonso Daniel Rodríguez Castelao era un pintor/dibujante aficionado aunque emergente que publicaba sus trabajos en periódicos y revistas de escasa difusión. Faltaba un año para que montase su primera exposición individual en Ourense, muestra en la que, por cierto, también pronunció el discurso "Algo acerca de la caricatura" con el que se había estrenado como conferenciante en Vigo.

Siete años después, en 1919, Castelao visita Vigo por razones médicas. Su vista iba deteriorándose progresivamente y, se cree que por recomendación de Paz Andrade, acude a un oftalmólogo vigués del que recibe un efectivo, pero "extremadamente doloroso" tratamiento, según la biografía difundida por la Fundación que lleva su nombre.

En 1926, inicia su serie de colaboraciones con FARO DE VIGO bajo el título de "Cousas". Las relaciones entre el diario decano y el artista se prolongarían hasta 1932, abarcando así pues desde los últimos años de la monarquía de Alfonso XIII a los primeros meses de la Segunda República, con tres directores al frente del periódico: Eladio de Lema Martín, Ángel de Lema Rubido y Manuel Otero Bárcena.

Se ha especulado sobre las causas por las que Castelao dejó de publicar sus "Cousas" (además de otras colaboraciones en forma de ilustraciones, algunas incluso como portadas) en FARO. Frente a quienes aseguran que esa ruptura se debió a discrepancias con la línea editorial, cada vez goza de mayor credibilidad la versión de quienes opinan que si dejó de publicar en FARO no fue por esta razón, sino que después de haber sido elegido diputado por primera vez tomó la decisión de cesar en sus publicaciones en coherencia con su comportamiento ético: ya era, sí, un hombre de la política, y además con escaño en el Parlamento.

Recuperado parcialmente de su progresiva dolencia ocular, el 25 de julio de 1930 se celebra en Vigo un acto a destacar, hoy calificado como acontecimiento histórico. El Grupo Autonomista Galego impulsa, junto con otros colectivos locales,la celebración del primer Día de Galicia tras la Dictadura de Miguel Primo de Rivera. En dicho acto, que tuvo lugar a mediodía en el mismísimo Teatro García Barbón, Castelao pronuncia uno de los discursos más célebres de sus inicios, "O galeguismo no arte". Por la tarde, se celebra un "xantar galeguista" con un espacio para la oratoria en el que el futuro diputado y su valedor vigués, Paz Andrade, se erigen en las figuras indiscutibles.

Además de ese acto, el GAG, en colaboración con grupos galleguistas de la provincia de Pontevedra, organizó entre ese año y el siguiente (1931), antes y después de la proclamación de la República, una campaña de "espallamento galeguista" por las zonas rurales de la provincia, en la que el orador estelar era, cómo no, Castelao, y con él, siempre, Valentín Paz Andrade y Ramón Cabanillas.

Tras el alzamiento del 18 de julio de 1936, Roberto González Pastoriza se convirtió en un serio a candidato a ser fusilado, como le sucedió a su también amigo Alexandre Bóveda, con el que mantenía un estrecho vínculo tanto personal como profesional. En los días inmediatamente posteriores a aquel 20 de julio en que las tropas golpistas abrieron fuego conta la multitud congregada en la Porta do Sol, con un Pastoriza refugiado enla casa de un amigo de derechas, una patrulla de militares y falangistas se personó en su domicilio para proceder al registro y requisa de todo aquel material "sospechoso" que encontrasen. Y a fe que encontraron: "Mi abuelo -rememora Jaime Barreras- me contó que cuando volvió a su casa comprobó que se habían llevado todo aquello que les olía a Castelao: dibujos, cartas, documentación...sólo consiguió salvar las gafas, en ellas no repararon".

Gracias, sobre todo, a la intercesión de Gregorio Espino y otras amistades conservadoras, Pastoriza consiguió salvar el pellejo e incluso evitar la cárcel de la calle del Príncipe (un ingreso medianamente duradero en ella pudiera haber resultado fatal, como le ocurrió, en el lazareto de San Simón, a otro vigués buen amigo suyo, el periodista, poeta y alcalde de Bueu Johán Carballeira). Las buenas relaciones del abogado galleguista con estas personas fueron las que propiciaron que su condena se "limitase" a unos años de destierro en Verín.

Con Castelao no se sabe con certeza si en Valencia o en Barcelona, el 23 de abril de 1937 acontece en Vigo uno de los episodios más trágicos y lamentables de la represión franquista en Galicia. Ocho hombres y una mujer planean fugarse a Francia a bordo de un pequeño barco pesquero, el bou Eva. Sorprendidos por un pelotón falangista que optó por acabar con los fugados a base de ahogarlos o quemarlos vertiendo, desde el muelle, chorros de agua caliente sobre la embarcación, los tripulantes deciden, antes que entregarse, permanecer en el Eva y, prácticamente, suicidarse. Entre ellos estaban José Losada y Manuel Rodríguez, dos hombres que coincidían en su segundo apellido: Castelao. Eran sus primos más queridos.

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