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Los secretos de la segunda ciudad romana de Galicia

Arqueólogos de la Universidad de Vigo descubren nuevas evidencias sobre la importancia que tuvo esta ciudad romana emplazada en el rural

Trabajos en el yacimiento

Más de mil personas vivían en los primeros siglos de nuestra era en la ciudad romana de Armea, en el actual municipio ourensano de Allariz. Con una extensión de unos 40.000 metros cuadrados, se trata de la segunda mayor ciudad romana excavada en Galicia después de la de Lugo. La denominada Cibdá de Armea sigue revelando sus secretos al equipo de arqueólogos de la Universidad de Vigo que desde hace 8 años trabaja en el yacimiento.

Situada en Santa Mariña de Augas Santas, a unos 6 kilómetros de Allariz, Cibdá de Armea era conocida ya desde 1957 gracias a las excavaciones de Francisco Conde-Valvís, pero las últimas intervenciones empiezan a revelar la auténtica magnitud del hallazgo. Armea es la ciudad más grande de la época romana que se ha descubierto en Galicia después de la de Lugo. "No queremos decir que en su momento fuese la segunda ciudad romana más importante, pero sí que en el estado actual de la investigación es la más importante excavada", afirma Adolfo Fernández, profesor de Arqueología de la Facultad de Historia de la Universidad de Vigo, en el campus de Ourense, y director del proyecto arqueológico. Y es que en el resto de Galicia no hay un yacimiento similar de la época romana. Se han descubierto villas, como la de Toralla, fábricas de salazón, salinas o un campamento romano, pero no una ciudad completa. A día de hoy sólo están Lugo y Armea.

"Conde-Valvís localizó unas estructuras de la época romana que él identificó como villas, unas casas exentas aisladas en una zona rural. Pero, por lo que hemos descubierto hasta el momento, se trata de toda una ciudad de la época romana. Una ciudad que controlaba un territorio amplio, el valle del río Arnoia", comenta Adolfo Fernández.

Se trata de una gran ciudad que se fue desarrollando a lo largo de los siglos, concretamente entre el siglo I y III después de Cristo. Una ciudad con calles, con plazas, con grandes casas a cada lado de las calles? como cualquier ciudad romana de la época. "Es un recinto muy grande y hemos excavado muy poco todavía -explica el responsable del proyecto-. Llevamos unos 2.500 metros cuadrados y calculamos que la extensión real del yacimiento es de unos 40.000, por lo que apenas llegamos a un 5 o un 7% del total. ¿Que cuántas personas podían vivir en Armea? Por la extensión que calculamos, podrían vivir allí más de un millar de personas. No sabemos con exactitud cuánta gente habitaba en cada casa, porque en algunos casos se trata de grandes domus de gente con poder, viviendas que contaban con un patio exterior y otro interior -el atrio-; son casas de unos 800 metros cuadrados de planta, y algunas con dos alturas y escaleras al piso superior".

Las viviendas se conservan muy bien, algunas con muros de dos metros de altura. "En una de ellas hemos encontrado un suelo preparado, enlosado de piedra, de una calidad elevada", señala Adolfo Fernández. Como la ciudad se encuentra en una zona de bosque, "afortunadamente nunca se construyó encima, por lo que, a diferencia de lo que ocurre en otros yacimientos, las casas se encuentran en muy buen estado de conservación", añade el investigador del Grupo de Estudios de Antigüedad, Arqueología y Territorio de la Universidad de Vigo (GEAAT).

Los arqueólogos esperan encontrar en un futuro áreas públicas como un templo, una zona termal o una plaza pública. En el entorno del yacimiento han hallado dos inscripciones en piedra: en una de ellas, situada en la pared de un pajar de la aldea, figura el nombre de una persona, T. CAESENNV (Titus Caesennius); la otra se encuentra en la pared de una de las domus que han excavado y pone algo así como MAX IMVS (Maximus).

Minas de oro y estaño

La zona en la que trabajan los arqueólogos es "ex nova", es decir, no hay un nivel de construcción por debajo de las casas anterior a los romanos. Lo que han encontrado son varios episodios de ocupación, pero todos a partir de siglo I y hasta comienzos del siglo III, en que la ciudad fue abandonada de forma pacífica. "Es un abandono premeditado -refiere Adolfo Fernández-, posiblemente porque la ciudad perdió la centralidad o la función administrativa que tenía en el territorio". Una función que los arqueólogos vinculan a la explotación minera de oro y estaño existente en la comarca. "Había una explotación minera muy importante en Los Milagros de Monte Medo, que se encuentra relativamente cerca, en la zona de Baños de Molgas, donde está ahora el santuario de Los Milagros", explica el profesor de Arqueología de la Universidad de Vigo.

Aparte de la minería, el valle en que se encuentra Armea es una zona muy fértil, con todo tipo de cultivos. "En las casas -añade Fernández- hemos encontrado zonas de molienda y de almacenamiento de grano. Controlaban un territorio donde podían explotar la agricultura y la ganadería; hay muchos agarraderos de ganado en las casas, algunos de ellos son unas piezas decoradas preciosas".

El yacimiento se denomina la Cibdá de Armea y fue declarado Monumento Historico-Artístico desde 1963, por lo que actualmente es Bien de Interés Cultural (BIC). El conjunto arqueológico está formado por la aldea de Santa Mariña de Augas Santas con su iglesia tardorrománica; el Forno da Santa (una sauna de época galaico-romana); la basílica de la Ascensión (construida e inacabada sobre el Forno da Santa); el monte do Señoriño (un yacimiento habitacional romano cerca de la Cibdá); la vía romana que va desde Chaves-Xinzo-Ourense y hasta Lugo, que actualmente es Camino de Santiago; y la Cibdá de Armea, una ciudad romana que posiblemente tenga una raíz castrexa, aunque de momento no hay constancia.

Importantes hallazgos pétreos

En la campaña de este verano, los arqueólogos de la Universidad de Vigo han encontrado, en la zona conocida como la Atalaya, columnas y capiteles que forman parte del llamado "tesoro pétreo de Valvís". Francisco Conde-Valvís había llevado diverso material al Museo Arqueológico de Ourense, "lo que no sabíamos era que había bastante más escondido -Valvís lo había enterrado de nuevo- y es lo que este año hemos recuperado", apunta Adolfo Fernández, director del proyecto y también vicedecano de la Facultad de Historia de la UVigo.

"Este verano -continúa- hemos encontrado muchas piezas de piedra. Es posiblemente el yacimiento de todo el Noroeste peninsular que tenga más 'plástica', como se designa en arqueología los elementos en piedra; mucho más que Santa Tegra, por ejemplo". De hecho, ya en los años 50 se localizaron en Armea dos torsos de guerreros galaico-romanos labrados en piedra. "Tenemos también cabezas cortadas, figuras antropomórficas, más de 25 rosetas, trisqueles y hexasqueles -piezas que decoraban las casas-, todo esto en piedra. Además, hemos encontrado amarramientos de ganado, decorados y de una calidad exquisita. En fin, todo tipo de decoraciones en piedra, a los que hay que sumar una cantidad inmensa de capiteles, fustes o columnas. Es el yacimiento gallego con mayor número de elementos de piedra".

Las piezas de la cultura castreña que se han encontrado aparecen en un contexto romano, del siglo I después de Cristo. "Eso no quiere decir que no mantuvieran los símbolos de la raíz cultural indígena, que se refleja en símbolos decorativos como la roseta o el trisquel", añade Adolfo Fernández.

También se han encontrado en Armea todo tipo de piezas de cerámica de uso habitual. "Cada año sacamos varios miles de fragmentos de este tipo de piezas; algún año localizamos más de 20.000 fragmentos. Tenemos también mucha cantidad de vidrio de la época romana, vajilla importada de otras zonas de España, del sur de Francia y de Italia. Y es que en la ciudad de Armea había grandes casas de gente pudiente que tenía acceso a ese tipo de materiales", señala el director del proyecto arqueológico.

Otros hallazgos son ánforas, piezas de metal, tanto de hierro como de bronce: pesas, fíbulas, llaves de puertas, cerraduras, calderos y asas de bronce, clavos y algún cuchillo de hierro? También se han encontrado cinco monedas y algunas piezas de joyería. Entre lo más destacado de las últimas actuaciones se encuentran varias piezas de vidrio de collar importadas y algún vidrio de mosaico. "Se trata de un vidrio elaborado en unos talleres de Italia, muy poco habitual en Galicia", explica Adolfo Fernández.

El proyecto lo lleva a cabo el GEAAT de la Universidad de Vigo gracias a un convenio con el Concello de Allariz, que costea totalmente las excavaciones y el trabajo posterior de laboratorio. "A pesar de las reiteradas solicitudes por parte del Concello -apunta Adolfo Fernández- nunca hemos recibido ningún tipo de ayuda de la Xunta de Galicia". Las excavaciones se vienen desarrollando en los últimos 8 años de forma ininterrumpida, por lo que es el proyecto de arqueología académica más longevo en Galicia y un referente para la formación de los alumnos de Arqueología.

Las responsables del trabajo de campo fueron este año las becarias predoctorales Alba Rodríguez Nóvoa y Patricia Valle Abad, con Noé Valtierra Pereiro como conservador-restaurador. El equipo de excavaciones está compuesto por unas 20 personas, que van rotando durante el mes de trabajos en el yacimiento, que se realizan entre mediados de junio y mediados de julio. Ahora se encuentran en la fase de conservación preventiva de todo lo que han encontrado.

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