Ocho meses han sido suficientes para que la empresa gallega Valtalia, con ingeniería propia, construyese y equipase la nueva planta de clasificación para los materiales contenidos en la bolsa negra -la basura convencional- que cada día producen los 294 ayuntamientos adheridos a Sogama, el 94% del total. Innovación y vanguardia, junto con grandes dosis de rigor, disciplina y exigencia, han hecho posible que la Sociedade Galega do Medio Ambiente cuente hoy con la planta entre las de sus características más moderna del mundo y que alcanzará los altos estándares de eficiencia previstos.
Un foso de recepción de 5.000 metros cúbicos, cinco líneas de tratamiento para procesar 40 toneladas por hora cada una, dos puentes-grúa con capacidad de elevación para 12 toneladas, un pulpo hidráulico, cinco equipos abrebolsas, cinco trómeles de voluminosos y otros cinco de separación secundaria, cinco prensas y más de 30 lectores ópticos, además de los correspondientes separadores magnéticos para férricos e inductivos para aluminio, permitirán seleccionar de forma automática, por formas y tamaños hasta 10 materiales diferentes. Desde papel y cartón o vidrio hasta metales y varios tipos de plásticos como duro, fino o mezcla, y todo ello aderezado con los más modernos sistemas de seguridad y los últimos avances en el ámbito de la automatización, las comunicaciones y los sistemas de información característicos de la emergente industria 4.0. Este es el sólido esqueleto de una instalación pionera que, sin lugar a dudas, se erigirá en uno de los mayores orgullos de Galicia y punto de referencia a nivel mundial.
Una vez construida y equipada, la instalación aborda ahora tres meses de pruebas en los que se testará su perfecto funcionamiento, con la previsión de que su puesta en marcha definitiva sea a finales de este mismo año, momento en el que concluirá la primera fase de la ampliación del complejo medioambiental de Cerceda, que proseguirá luego con la remodelación de la actual planta de reciclaje, tratamiento y elaboración de combustible, culminando el proyecto en el último tramo del año 2019.
Para esta mejora, la empresa ha reservado 29 millones de euros procedentes de fondos propios, lo que le permite ampliar la capacidad de su complejo en un 81%, al pasar de 550.000 toneladas anuales a un millón._Esta ampliación supondrá el posicionamiento privilegiado de Sogama en el primer puesto del ránking de las empresas de su sector en todo el mundo, y además permitirá multiplicar por cuatro las cifras actuales de reciclaje al aportar cada año a la industria transformadora más de 120.000 toneladas de materiales que se convertirán en nuevos recursos, y menor vertido, pretendiendo reducirlo hasta el 10%. De esta forma, la compañía cumplirá, con más de 15 años de antelación el objetivos de la Comisión Europea para que los países miembros logren disminuir el uso del vertedero hasta este porcentaje. Un objetivo que, en el caso de España, se antoja complejo, porque aún se vierte el 57% de los desechos, mientras que en Sogama el porcentaje actual se sitúa en torno al 25%.
Siguiendo el paradigma de los países europeos del norte, como es el caso de Alemania, Suecia, Bélgica y Holanda, que cuentan con altas tasas de reciclaje y de valorización energética en un claro compromiso con el crecimiento económico, la protección ambiental y la cohesión social, Sogama confía en alcanzar a corto plazo el vertido técnico cero, es decir, que solo se depositará en el vertedero aquellos residuos que, dadas sus características, no se puedan reciclar ni valorizar material o energéticamente.
La ampliación del complejo medioambiental cercedense constituye sobre todo una apuesta de futuro y una garantía de servicio público eficaz, eficiente, igualitario y solidario para todos los ayuntamientos adheridos a su sistema. Invertir en modernidad e innovación significa invertir en economía circular y, por tanto, en bienestar y calidad de vida. Recuperar residuos y evitar su vertido, significa preservar los limitados recursos con los que cuenta el planeta y aplicar la política de hacer más con menos.
Sogama se muestra convencida de que estamos ante una nueva cultura ambiental, ante una nueva forma de hacer las cosas y, sobre todo, ante una nueva forma de vivir. La mayor concienciación de los ciudadanos junto con el trabajo eficiente de esta compañía pública constituirá el perfecto binomio que garantizará el completo reciclaje.
