No todos saben, ni siquiera en Tui, que su patrón, San Telmo, era un fraile dominico de los pioneros, cuyo nombre y apellidos eran Pedro González Telmo y que, como Fray Pedro, se lanzó a la evangelización de Castilla, Galicia, Asturias, León, y parte de Portugal. La tradición le hace fundador del convento de Guimaraes y también se cree que fue prior de los conventos de Santiago de Compostela y Ribadavia, donde vivió a intervalos, mientras misionaba en Galicia.
Antes, había ocupado el puesto de capellán militar, donde su capacidad oratoria llamó la atención de San Fernando III, quien lo convocó a la corte. Como confesor del rey, incitó a este a reanudar las hostilidades contra los andalusíes, y lo acompañó en la campaña de conquista de Córdoba y Sevilla, consagrando como iglesias las mezquitas en las ciudades conquistadas.
En Castrillo se afanó en la construcción de un puente sobre el río Miño, con la ayuda del rey, que le enviaba dinero y mandaba a autoridades civiles y eclesiásticas que colaborasen con él. Luego pasó a Tui, donde evangelizó toda aquella región e igualmente construyó un puente sobre el Miño en Ramallosa.
En la villa tudense empezó otro apostolado muy especial: la evangelización de los pescadores y marineros en la región, entre los que fue muy bien aceptado, y aquí ya no nos referimos solo a su labor estrictamente religiosa sino también a la social, pues lo primero que hizo fue organizarlos en asociaciones para que defendieran sus derechos y se ayudaran mutuamente.Y sucedió, según se cuenta algunas de sus biografías, que los marineros y pescadores empezaron a encomendarse a las oraciones de Telmo cuando se iban al mar, especialmente en tiempos de tormentas y vendavales. "¡Fray Telmo, encomiéndenos hoy que el tiempo está difícil!", le decían al embarcarse. El santo les prometía su oración y en plena mar brava, cuando los remeros veían que se iban a hundir en las aguas formidables, exclamaban: "Dios mío, por las oraciones de Fray Telmo, ¡sálvame!".
En los procesos para su beatificación hay centenares de testimonios como este: "Un día en plena tempestad cuando varios pescadores estaban en grave peligro de perecer, San Telmo se puso a rezar por ellos y la tempestad se calmó rapidísimamente, sin que nunca antes hubieran visto una calma así de repentina".
Pedro Fernandez Telmo falleció en Tui el 14 de abril del año 1240 y fue beatificado en 1254 por el papa Inocencio IV. Sin embargo todavía no ha sido canonizado oficialmente, aunque su culto fue confirmado por Benedicto XIV en el siglo XVIII.
Tampoco está reconocido oficialmente como "patrón de los marineros" en España, "título" que le fue arrebatrado durante el franquismo, cuando se decretó para tal rango a Nuestra Señora del Carmen, hasta entonces patrona de la Armada.
