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El secreto de la longeva vida de los carballos

Los investigadores han secuenciado el genoma del Quercus robur para averiguar los factores por los cuales determinadas especies de árboles tienen mayor longevidad que otras

Carballeira en un monte de la península de O Morrazo.

Pero tú sacra encina del celta, / y tú, roble de ramas añosas / sois más bellos con vuestro follaje / que si mayo las cumbres festona / salpicadas de fresco rocío / donde quiebra sus rayos la aurora, / y convierte los sotos profundos / en mansión de la gloria escribe Rosalía de Castro en su poemario "En las orillas del Sar". En un sentido amplio, los árboles simbolizan la vida. Las especies centenarias guardan el secreto de la longevidad. Como ocurre con los carballos gallegos.

Un equipo internacional de expertos en Biología ha avanzado en el camino hacia la comprensión de por qué el roble común, el Quercus robur , logra sobrevivir tantos años. Entre los científicos, liderados por Christophe Plomion, de la Université de Bordeaux, en Francia, figura el español Marçal Soler, que durante el desarrollo de este estudio pertenecía a la Universitat de Girona. Es una investigación en la línea de un proyecto europeo de secuenciación del genoma del roble.

El estudio, publicado ahora en la prestigiosa revista especializada Nature Plants , revela que la larga vida útil de los árboles podría explicarse por la expansión de unos genes que resisten a enfermedades. Han realizado estudios con todo el ensamblaje del genoma del Quercus robur y han detectado que hay una serie de mutaciones que ocurren a lo largo de la vida del árbol. Esas mutaciones puntuales se pueden transmitir no solo entre las ramas de un mismo ejemplar, sino también a la descendencia de semillas. Lo que no se ha demostrado es si esas mutaciones son las que le aportan a los árboles centenarios esa ganancia genética que les permite sobrevivir más años.

"Mi línea de trabajo era ayudar a corregir el ensamblaje del genoma. El ensamblaje es la unión de los millones de fragmentos de ADN que se obtienen con la secuenciación. Es decir, la secuenciación nos daría las distintas palabras de un libro, y el ensamblaje sería ordenarlas para que tengan sentido. Se hace más o menos automáticamente (gracias a los bioinformáticos) con programas informáticos, pero hace falta corregir un set pequeño de genes (en comparación con todo el genoma) para que el ordenador haga un mejor ensamblaje. Un grupo de investigadores que conocíamos bastante bien distintos grupos de genes (familias) realizamos este trabajo de verificación y los bioinformáticos ajustaron los parámetros para obtener un correcto ensamblaje", describe Marçal Soler.

"Una vez el ensamblaje quedó listo, me ocupé de investigar este grupo de genes, que eran unos genes que yo estaba investigando en eucaliptos. Busqué las particularidades de este grupo de genes en el roble y estudié sus posibles funciones, por ejemplo, si podían explicar la gran resistencia y longevidad de estos árboles", añade el investigador catalán.

"Han visto que a lo largo de la evolución el genoma del roble ha tenido duplicaciones en paralelo en genes que están relacionados o bien con la resistencia o con la defensa de patógenos. Esa duplicación genética no sería algo puntual, sino algo que sucede a lo largo de la evolución. En el estudio concluyen que el sistema inmune del roble y de los árboles longevos contribuye de manera esencial a su supervivencia", explica Concepción Sánchez, científica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y jefa del Grupo de Biotecnología de Especies Leñosas del Instituto de Investigaciones Agrobiológicas (IIAG), que trabaja en la clonación 'in vitro' de especies seleccionadas de castaños, robles y alcornoques desde su laboratorio en Santiago.

Parece evidente que un árbol que logra sobrevivir cientos de años cuenta con un buen sistema de defensa porque ha superado numerosos cambios climáticos, pestes u otras enfermedades. "Son genotipos muy valiosos", sentencia Sánchez. Para Rosalía el roble era el "árbol patrio".

Sánchez afirma que este estudio europeo aporta "conocimientos importantes para estudiar genes de resistencia también en otros árboles. Hay que profundizar en cómo están regulados esos genes y en cómo se expresan para conferir esas potencialidades y esa capacidad de supervivencia a los árboles".

Soler hace hincapié en la importancia de la publicación del genoma del roble para las investigaciones en todas las plantas de su género (encinas, alcornoques...). "Los Quercus son unas de las principales especies formadoras de paisaje en España y Europa, con lo que eso significa ecológicamente y económicamente gracias a las distintas actividades económicas de aprovechamiento forestal relacionadas", asegura.

"Esta investigación aborda la biodiversidad, es decir, la diversidad genética, que es importante mantener a nivel de genoma y, en este caso concreto, esas mutaciones puntuales ponen de manifiesto la diversidad dentro de un mismo árbol. Especímenes muy longevos aportan más información porque ya han demostrado su valía y poder ahondar en su genoma abre nuevas vías de estudio", concluye la bióloga gallega.

Concepción Sánchez - Grupo de Biotecnología de Especies Leñosas del IIAG

"Concluyen que el sistema inmune del roble contribuye de manera esencial a su superviviencia"

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