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Hijos de la Movida

Descendientes de quienes protagonizaron la Movida de Vigo se han inclinado por profesiones ligadas a la cultura y las artes, aunque también predomina la música como principal musa de esta segunda generación

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Hijos de la Movida viguesa

La Movida viguesa se identifica con una ciudad abierta a las nuevas experiencias y sin prejuicios. Con una juventud que tomó la delantera en todas las disciplinas artísticas imaginables. Fue un momento que pervive en la memoria, quizá dulcificado, pero que sigue siendo un referente para las generaciones actuales; dejando a un lado las sombras de una época marcada por el coqueteo con las drogas.

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"Paradójicamente, tenemos la ciudad con las peores políticas culturales de toda Galicia. Parece que solo lo que resiste sumergido vale la pena, que solo los proyectos alternativos causan esperanza. Pero sin apoyo institucional, los proyectos, aunque sean buenos, no pueden mantenerse a largo plazo. La Institución aquí en Vigo trabaja de espaldas a la ciudadanía y desprecia a los profesionales. Se lo han ido cargando todo, sin preguntamos a los diversos sectores de la cultura. Aquellos que debieran representarnos aplican la soberbia paternalista. La cultura en bloque siente una gran impotencia, sentimos vergüenza", manifiesta Xisela Franco, que hace un llamamiento claro: "Debemos despertar".

La cineasta viguesa también hace hincapié en el asunto más sonado del sector artístico en la ciudad: los cambios en el museo Marco. "Habría que redefinir entre todos cómo queremos que sea el Marco, qué papel podría tener como centros de arte, pero desde luego yo quiero que sea un proyecto de arte contemporáneo, independiente de ocurrencias improvisadas y de la mano del poder político", propone.

Haber crecido en un hogar de artistas tiene sus contras, y puede que uno de los más destacados sea la sobre exposición de los aspectos más íntimos de sus vidas al gran público.

"Hay seguidores que no entienden que, a pesar de que tú de algún modo estás mostrando tu vida con tus canciones, también necesitas tener tu vida privada", cuenta Yago Cardalda. A él le cogió la fama bastante joven, cuando empezó con su banda, y lo dejó de lado en parte porque no aguantó esa exposición pública. "Es parte de que te conozcan por la calle, que estés comiendo y te pidan una foto... eso me agobia porque en ese momento yo no estoy trabajando", dice. "Tengo claro que esos seguidores son lo más importante, que sin la gente a la que le interesa lo que haces no tienes nada. Y me encanta que en los momentos en los que doy, la gente dé también; pero si es posible creo que se debería educar a la gente para que entienda también los momentos en los que no estás trabajando", añade.

La Movida, en definitiva, ha influenciado a toda una segunda generación que, en muchos casos, se ha inclinado por seguir formando parte del colectivo de artistas de la ciudad. Algunos de esos descendientes de la Movida viguesa cuentan en FARO qué les ha marcado de aquella época y explican los proyectos en los que ahora están inmersos.

Fiz Novoa; "Aprendo mucho de mi padre sobre el escenario"

"Hace tiempo mi motivación era poder hacer algo bonito, algo realmente hermoso, algo que emocionara a las personas sin llegar a nada concreto. Luego, a la hora de componer, las cosas no son tan fáciles. Pero mi objetivo sigue ahí, aunque me haya despistado un poco de él con la universidad y tocar... Supongo que sigo con las ganas de componer. Sé que suena moñas pero mi objetivo sigue siendo emocionar a las personas".

Fiz Novoa, de 24 años, es hijo del músico vigués Pablo Novoa, que formó parte del mítico grupo "Golpes Bajos" y que no ha dejado de tocar desde entonces, siendo ahora uno de los miembros de la banda del programa "Late motiv" de Andreu Buenafuente.

"Me estoy dedicando principalmente a estudiar como un loco y trato de tocar todas las semanas. Pero no es mi gran proyecto eso que estoy haciendo ahora, lo hago para coger bagaje y sacarme un extra de dinero", asegura Fiz, que se ha mudado de Vigo a Madrid para estudiar jazz moderno en la Universidad Alfonso X El Sabio.

Consciente de que la música le viene de "herencia familiar", gracias a todos los conciertos a los que fue desde niño, Fiz empezó con un grupo de punk en Vigo, que se inspiraba bastante en el ambiente de la Movida, pero ahora lo ha cambiado por ritmos más cercanos al blues y al jazz.

"Cuando veo a mi padre que se arranca a bailar sobre el escenario pienso que yo también quiero eso. Él lo tiene súper interiorizado, es bonito de ver. Ahora no estoy a su altura, aunque no es cuestión de estar a la altura de nadie, pero aprendo mucho de él y de su forma de exteriorizar lo que siente a nivel musical. Es una inspiración", sostiene el vigués.

Fiz ha tocado con su padre en un trío de soul, el pasado verano también se les unió Litus Ruiz Bosh (cantante en la banda de "Late motiv") e hicieron varias actuaciones por Galicia. Participa en jam sessions todas las semanas en Madrid y forma parte de la banda actual de Amaro Ferreiro, con la que presentó su último disco "Biólogo".

Yago Cardalda: "Quiero que la gente me valore por lo que hago"

"La Movida es una época que me hubiera gustado vivir pero no sé si hubiera sobrevivido. Se obvian un poco las partes duras, es cierto", reconoce Yago Cardalda, que utiliza el nombre artístico de Yago Moncar, hijo de los integrantes de Cómplices, María Monsonís y Teo Cardalda, uno de los grupos más consolidados de la escena pop española.

"Estuve en el conservatorio y me echaron por rebelde como a mi padre [ríe]. Con mucho respeto para los que estudian para reproducir música, yo quería ser un creador", afirma.

Cardalda escribió y dirigió su propio musical "Freaks, el musical" con el que estuvo en el Teatro Lara y en el Arlequín de la Gran Vía madrileña. Un espectáculo de terror y comedia con influencias de la estética de Tim Burton y de los Nocturnos de Chopin.

"No he tenido el apoyo de mis padres para que fuese músico y creo que eso me ha hecho más fuerte", dice. Pero cuenta que empezaron a "hacerle caso" cuando se dieron cuenta de que "tenía algo". "Un día mi madre dijo: el niño no es malo", bromea el vigués. Tanto es así que ahora toca la batería en su banda y resulta que son los jefes más exigentes que ha tenido. "Quiero que la gente me valore por lo que hago yo, si toco con mis padres es porque ellos consideran que soy un buen músico; y si comento un fallo, me lo dicen como a cualquier otro", cuenta.

A sus 29 años reside en Madrid, donde se pasa el día de acá para allá con diferentes proyectos. Ha compuesto para otros y participado en muchos grupos. Ahora está metido en el estudio grabando para un nuevo tributo de Mecano, tiene entre manos unos temas para un artista internacional cuyo nombre no puede desvelar, está componiendo también para Berni Pietra y está involucrado en el proyecto de la Namo Academy. "Mi proyecto en solitario lo tengo parado, pero espero grabar lo mío y sacarlo de una vez para quedarme tranquilo", añade.

David Cabaleiro: "La ciudad vibraba, había efervescencia"

Gene Cabaleiro fue un referente de la moda gallega en los años 80. David es el hijo menor del modisto, que bebió de esa tradición aunque siempre supo que querría enfocar su profesión de otra manera. "Desde siempre me gustó la moda, me fui a Madrid a estudiar periodismo pero siempre supe que quería enfocarlo a la moda. No me apetecía ser diseñador, quería estar más en la parte de organizar eventos, desfiles de moda, sesiones de fotos, catálogos... Lo tenía muy claro desde muy pequeño", asegura Cabaleiro.

Desde que terminó la carrera no ha parado. Entró como becario en una empresa de organización de eventos de moda, donde tuvo acceso a grandes pasarelas como la de Cibeles. "Allí mucha gente me conocía por mi padre", recuerda. Y en 2007 montó su propia empresa, Pin-Up, una agencia de comunicación especializada en moda y cosmética que trabaja con firmas como Liberto, el grupo Cortefiel y L´Oreal.

Para Cabaleiro, la Movida significó que Vigo se pusiera en el mapa como un lugar importante en el ámbito de la cultura. "Nací en el 77 así que algo de la Movida lo viví. Recuerdo ir muchos desfiles, conciertos, exposiciones... La ciudad vibraba mucho más, había mucha efervescencia", explica el vigués.

Para él, que vivió el auge del sector textil gallego como niño, todo era un juego que sucedía a su alrededor. "Me iba a los desfiles con mi padre y con diez años estaba ayudándole a organizar a los modelos. Mi hábitat natural era estar allí con toda esa gente trabajando a mi alrededor. A muchos de ellos me los he ido encontrando después ya como profesional", rememora.

Daniela Díaz: "En 'Factor X' aprendo a controlar mis nervios"

"La música siempre ha estado presente en mi vida, en parte gracias a mis padres", dice agradecida Daniela Díaz. Ella es hija de Rosa Costas y Silvino Díaz, miembros del grupo de la Movida viguesa Aerolíneas Federales, donde también estuvo su tío Miguel Costas.

Tiene el grado profesional de guitarra. "Empecé a los ocho años en el conservatorio, me aportó muchas cosas útiles porque aprendí a escribir y a componer mi propia música", afirma. Canta acompañada por su guitarra desde que tiene recuerdos, pero hace un par de años que le picó el gusanillo de la composición de forma más seria.

A sus 20 años, está en el tercer curso de Publicidad y Relaciones Públicas en la Universidad de Vigo, en el campus de Pontevedra. Pero ha decidido lanzarse en serio a por una carrera en la música y empezó por el casting del programa de talentos "Factor X", que ya ha superado y en el que concursará. "Está siendo una experiencia muy positiva para mí. Aprendo cómo es el mundo de la televisión por dentro, que también me va bien para mi carrera. Y aprendo a controlar mis nervios sobre el escenario", explica la viguesa.

"Que mi familia esté relacionada con la música no me animó a presentarme al programa precisamente. Mis padres no eran muy fans de estos programas de televisión. Son de los que piensan de que hay que trabajar y trabajar muy duro, pero en cuanto les conté la oportunidad que suponía me apoyaron", confiesa Díaz, que no percibe una influencia directa de la Movida en su carrera. "Para mí es algo tan normal que no siento que me haya afectado", indica.

"Ahora que me voy a dar a conocer quiero componer más, publicar mis canciones para que la gente las pueda escuchar y tocar en sitios para ir ganando experiencia", destaca. Con catorce años se subió al escenario de La Iguana, en Vigo, para telonear con su guitarra a su tío Miguel Costas en uno de sus conciertos. También ha actuado varias veces en el Contrabajo, junto a sus amigos.

Xisela Franco: "Aquel contexto me dio libertad, una mirada crítica"

"Durante la Movida y después, vi siempre deslomarse a mis padres trabajando. Un contexto de infancia que algunos dicen banal y de ´progres´ despectivamente pero que yo agradezco porque me dio libertad, una mirada crítica, me enseñó el valor de la creación, del trabajo, de la palabra, la literatura, el compromiso con el entorno, con la gente, y me enseñó a sospechar del ansia de poder".

Xisela Franco es hija de la estilista y peluquera Mara Costas y del periodista de FARO Fernando Franco, considerado como el cronista de aquellos años. Su trabajo actual se mueve entre el cine y el arte contemporáneo. Ha realizado multitud de documentales y siente un gran interés hacia los proyectos en los que el autor puede dejar su "grafía personal".

"Muchas cosas me marcaron, desde luego la Movida la recuerdo de muy pequeña, pero más importante fueron otros ambientes de infancia, como estudiar en el colegio Martín Codax, que en aquel momento era un proyecto único de vanguardia educativa y teníamos Cine y Dramatización como asignaturas troncales. Desde muy pequeña monté de manera autodidacta un baño en el sótano de casa para revelar, pasé una parte de mi adolescencia allí metida entre olores a químicos. Con la fotografía empecé a jugar con la magia de la imagen, pronto añadí el vídeo como herramienta para documentar y como juego. Todo desembocó en lo que soy ahora", sostiene.

"Estamos viviendo un muy buen momento del cine en Galicia, grande y pequeño", asegura. "Existe una conciencia de pertenencia a un momento de primavera, como existió en los 80. No creo que desde ese momento hubiera existido un momento de camaradería tan fructífero como el de ahora en el cine. Hoy estamos, además, mucho más preparados, muchos hemos vivido fuera de Galicia y cual kamikazes hemos decidido volver", añade.

Bruno Elvis y Yago Ray Costas: "Hemos pasado de hacer mucho ruido en un local a que suene bien de verdad"

Bruno Elvis, de 22 años, y Yago Ray, de 20, son hijos de Miguel Costas, guitarrista y cantante de Siniestro Total, que en paralelo también formó parte de Aerolíneas Federales junto a su hermana y su cuñado. Ahora tiene su proyecto en solitario, Costas, donde también le acompaña una banda.

A sus hijos les transmitió claramente esa pasión por la música, pero el hecho de haber visto desde muy pequeños las dificultades de esta industria les hace vivirla más como un hobby, al menos por ahora. "Si algún día tengo la fabulosa suerte de poder dedicarme a la música lo haré encantado, pero no es un objetivo porque es algo realmente muy complicado", valora Bruno Elvis.

Bruno es el cantante, Yago el batería, Arturo el bajista y Denis es el guitarrista en The Riggos, el grupo con el que acaban de presentar en Vigo el primer disco. "Darse a conocer es lo más difícil, pero nosotros no tenemos prisa", explica Yago Ray. "Con el grupo estaremos picando piedra. Este disco es pasar de hacer mucho ruido en el local a que esas canciones suenen bien de verdad. Detrás hay mucho trabajo, pero los cuatro estamos muy contentos con el resultado", añade.

"Veo el esfuero que supone vivir de la música todos los días. Más allá del esfuerzo, sé que puedes esforzarte muchísimo y no conseguir nada porque es un poco cuestión de suerte. El esfuerzo aquí no te garantiza nada, por eso pienso que es mejor tener otras opciones", señala Bruno Elvis.

"Al principio tocábamos nuestras versiones pero llegó un punto en el que, si queríamos avanzar, teníamos que empezar a componer algo nuestro. Nos fueron saliendo cosillas y nos iba gustando cada vez más lo que hacíamos, y así hasta hoy", agrega.

"Creemos que tenemos unas canciones dinámicas, que suenan bien y que a la gente por ahora le van gustando. Lo que hay que hacer ahora es más, no queda otra, no nos llega un disco", asegura Yago Ray.

Bruno Elvis estudia la carrera de Telecomunicaciones en la Universidad de Vigo, mientras que su hermano se ha mudado a Cataluña para estudiar Audiovisuales. Por eso les ha resultado más difícil todo el proceso de grabar el disco. "Yago grababa sus pistas y nos las pasaba, luego nosotros tocábamos con eso. Realmente todo el disco quien nos lo mezcló después fue Pedro Feijoo", cuenta el mayor de estos hermanos que crecieron en una familia con la música como parte esencial de su columna vertebral.

"Empecé a interesarme por la música porque de pequeño me regalaron una guitarra. Escuchábamos mucha música y y quería hacer lo mismo que la gente que me gustaba", insiste Bruno Elvis, quien confiesa que le gustaría haber vivido la Movida no solo desde el punto de vista idílico de la época, sino también pensando en toda la oferta cultural que había. "Ahora hay menos variedad de lo que me podría interesar a mí. Me gusta ir a ver a grupos de esa época, siempre me lo paso muy bien", asegura, "me imagino que la gente iba más a conciertos y que se consumía mucha más música que ahora, que parece algo mucho más secundario".

Lois Patiño: "Mi ambiente me hizo valorar la cultura"

"El ambiente en el que crecí me hizo valorar la cultura y la creación como algo fundamental en nuestro crecimiento. Podría haber cristalizado en alguna otra rama artística pero en el cine vi un espacio de expresión muy fértil y relativamente poco explorado aún".

Lois Patiño es hijo de pintores, de Menchu Lamas y Antón Patiño, fundadores del grupo Atlántica, que convivió con el ambiente de la Movida en los años 80. "La Movida desde nuestra generación se vive más como el eco de un recuerdo, y vas construyendo una imagen de esa época desde las ditintas voces que te van llegando. Pero no deja de ser una imagen bastante estereotipada desde los tópicos que se van repitiendo. Lo que considero más importante es la apertura de horizontes que provocó en ese momento histórico, desde una creatividad llena de entusiamo", asegura el vigués.

A sus 35 años, le otorgaron desde el Harvard Film Center la beca Robert Fulton III, que dan a cineastas emergentes según sus palabras "de espíritu independiente, que exploran culturas diversas con una profunda sensibilidad estética". "Me gusta leer que encuentran así me trabajo. Esta beca es más bien un premio económico y de prestigio para ayudar a impulsar la trayectoria del cineasta", explica.

Patiño está montando el que será su siguiente largometraje, producido por Zeitun Films y rodado en Galicia. Prepara una película codirigida con el cineasta argentino Matías Piñeiro, y una videoinstalación con imágenes submarinas que grabó en Baja California y que tomará forma en una exposición en la Galería RocíoSantaCruz de Barcelona.

Roi Grandío: "Mi padre nos dio alas en su estudio"

Roi Grandío está de presentación, el pasado viernes por fin pudo compartir con el público el que es el primer disco de su grupo, Atlantic, "Los días felices". "Mi padre es el productor del disco, lo grabamos en su estudio, Casa de Tolos, se portó muy bien porque nos dio alas y muchas posibilidades; estuvimos más de 300 horas en el estudio probando cosas", cuenta.

Su padre es Segundo Grandío, bajista de Siniestro Total hasta el año 2002. Un testigo directo de lo que fue la Movida. "Nunca es malo olvidarse de nuestra historia. De hecho, ´Made in Japan´ es el álbum y la época de Siniestro que más se parece a una de las ramas de las que estamos colgados nosotros como Atlantic", asegura.

"Somos género indie en el sentido más puro de la palabra, buscamos nuestros propios sonidos pero vamos en la senda de Vetusta Morla, sin querer parecernos", explica Grandío, que a sus 20 años es muy consciente de que vivir de la música es muy difícil. Estudia Comunicación Audiovisual en la Universidad de Vigo. "Lo del grupo lo quiero llevar paralelo a la carrera por ahora", dice.

La mayoría de la letras de Atlantic llevan su firma, él es el cantante y guitarrista del grupo. "Ahora queremos tocar, vamos a intentar meter la cabeza en algún festival", asegura. "Nos da mucho carisma llevar un saxofón porque nos acerca a un rock más blusero que también nos gusta mucho. Así tenemos un toque diferente", agrega Grandío.

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