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Diana y el drama de los otros desaparecidos en Galicia

Entre enero y agosto de este año se registraron en Galicia 30 denuncias de desaparición de personas

Diana, la joven desaparecida en A Pobra

"Lo que pedimos es que se tomen todos los casos de desaparecidos por igual, tanto en la investigación como en la difusión a través de los medios de comunicación; está muy bien que algunos casos se difundan, pero que se haga también lo mismo con el resto". Así se expresa Sandra Carrera, una de las hijas del taxista ourensano Elías Carrera, desaparecido en Vigo hace más de tres años y del que no se tiene ninguna pista.

Y es que la atención mediática del caso de Diana Quer contrasta con el silencio que rodea otras 17 desapariciones ocurridas en Galicia en los cinco últimos años y que siguen sin resolverse. Desde el 1 de enero de este año y hasta el 31 de agosto se han registrado en la Comunidad gallega un total de 30 denuncias de desaparición; 14 de esas personas fueron encontradas con vida, 8 aparecieron muertas y otras 8 siguen desaparecidas. Son datos aportados por la asociación SOS Desaparecidos, que desde el año 2010 se encarga de coordinar las alertas a través de las redes sociales.

Una de las peculiaridades de los casos de desaparición que se dan en Galicia es el elevado número de personas mayores que se ven implicadas en estos hechos, pues en el 27% de los casos se trata de mayores de 70 años. De hecho, los mayores de 70 constituyen a día de hoy el 38% de las personas que siguen desaparecidas en Galicia. Pero además, son las desapariciones que en un mayor porcentaje acaban en fallecimiento.

La última de las desapariciones de este año en Galicia es la del joven de Baiona Iván Durán Valverde, al que se vio por última vez el pasado 25 de agosto. Tres días antes había desaparecido en A Pobra do Caramiñal la joven Diana Quer. También en localidades costeras se perdió la pista de Miguel Solleiro, desaparecido en Vilagarcía de Arousa el 13 de mayo, y de Paulino Fiuza, de Carnota, del que no se tienen noticias desde el 30 de enero de este año. También desapareció en 2016, en concreto el 14 de mayo en Chantada, Ernesto Manuel Torre Rodríguez.

Hace más de tres años

Pero hay otros casos que llevan varios años rodeados de misterio. El taxista ourensano Elías Carrera desapareció en Vigo el 17 de julio de 2013. Había alquilado un coche en la estación de ferrocarril de Ourense y lo devolvió horas después, sobre las siete de la tarde, en la estación de Renfe de la ciudad olívica. Su mujer y sus dos hijas continúan buscándole, aunque hasta el momento no han encontrado ningún indicio sobre su paradero. El taxista, que tenía en aquel momento 61 años, solo se llevó consigo la tarjeta sanitaria -que no ha usado desde entonces- pues el resto de su documentación y el teléfono móvil los dejó en casa.

Elías Carrera no cogió ningún medio de transporte desde que fue visto por última vez en Vigo, ni tampoco ha realizado movimiento bancario alguno. Tanto su mujer, Mercedes Rivero, como su hija Sandra coinciden en señalar que en las semanas previas a su desaparición le vieron "bastante bajo de moral, desmotivado". Como apunta Sandra, "llevaba una temporada en que se le veía triste, con indicios de una depresión. No sabemos qué se le pudo haber pasado por la cabeza; si estuviera bien no haría esto, porque es un padre estupendo".

Jesús Bermejo Jiménez, de 71 años, desapareció el 3 de junio del pasado año en un monte de Vilela, en el concello aourensano de A Rúa. Aunque viven en Madrid, Jesús y su esposa Consuelo González estaban pasando unos días en Valdeorras, de donde es natural la esposa. Fueron con motivo de la primera comunión de un sobrino y alargaron la estancia una semana más por el Corpus.

Su hijo Alain recuerda que aquel día su padre les llamó diciendo que se había perdido en el monte. "A las 9 de la mañana estaba desayunando en casa con mi madre y salió a saludar a un vecino. A ese vecino le comentó que iba a dar una vuelta por el monte. Esa fue la última persona que lo vio. Mi padre nos llamó poco después de las 11.30 de la mañana diciendo que se había perdido. Nos llamó de nuevo sobre las 13.30 horas diciendo que no nos preocupáramos que ya estaba situado y pronto llegaría a casa. Pero a las tres de la tarde, como no llegaba se llamó a la Guardia Civil. Ese mismo día consiguieron incluso que viniera un helicóptero para buscarlo por la zona donde nos había dicho que estaba, pero sin resultado".

Se le estuvo buscando hasta cerca de las diez de la noche, que fue cuando su teléfono dejó de emitir señales al agotarse la batería. "Las señales que daba los repetidores de telefonía -recuerda Alain- eran extrañas: hasta las 4 de la tarde situaban su móvil en la zona donde estábamos buscando nosotros, en la zona de A Rúa, y de repente media hora más tarde señalaba otro repetidor en otro monte, en Larouco, situado a casi 20 kilómetros de distancia".

La persona encargada de la investigación, con los datos de Telefónica, decidió buscar en esa otra zona, sin ningún resultado positivo. "Mi madre ha estado hace unos días en Galicia -explica Alain Bermejo- y sabemos que la causa abierta en un juzgado de O Barco de Valdeorras está archivada porque no tienen ningún indicio de por dónde continuar la investigación".

"Yo creo que mi padre se desorientó y se puso nervioso -añade Alain-; después ya no sabemos qué pudo pasar. No tenía ningún problema de memoria, salvo los normales en una persona de 70 años. Hacía un año que se acababa de jubilar de un negocio familiar. Aquellos días había unas temperaturas muy altas, y no descartamos que sufriese un golpe de calor, pero no sabemos nada y tampoco dónde buscar. Los amigos y vecinos siguieron haciendo algún rastreo por la zona, pero sin ningún resultado. Lo que te mata es la incertidumbre, que es mayor cuando sabes que tiene que estar ahí y no lo encuentras", concluye Alain.

Una mochila

El joven Francisco Javier Pastoriza Edreira, de 33 años, despareció el 20 de enero de 2015 en A Coruña tras una discusión familiar. Desde entonces no se tiene noticia de su paradero, aunque unos meses más tarde apareció la mochila que llevaba.

"No hemos sabido nada de él -explica su madre, Rosa Edreira- pero nos dicen que el año pasado le vieron en A Coruña el día de San Juan con la mochila que se llevó; en octubre del año pasado localizaron la mochila en un supermercado y la policía me la devolvió con lo que tenía en su interior". En la mochila apareció todo lo que llevaba menos la cartilla del banco y la tarjeta bancaria. "Nos dicen que hace un mes hicieron operaciones con la tarjeta y sacaron todo el dinero que tenía, más de mil euros, pero no sabemos en qué sitio de España lo hicieron", asegura su madre.

Francisco Javier necesita medicación porque estaba desintoxicándose de la droga, "pero por lo que sabemos no ha retirado ningún medicamento desde su desaparición", añade Rosa Edreira. Dos años antes de la desaparición, la pareja del joven, con la que tiene dos hijas, le denunció por maltrato de género, "una denuncia falsa", en palabra su madre. A partir de ese momento "se puso de los nervios y me dijo que estaba dispuesto a marcharse a trabajar a Andalucía; el 9 de enero de 2015 se marchó de casa y la última vez que le vieron en A Coruña fue el 20 de enero", refiere Rosa, que no pierde la ilusión de verle, "o por lo menos de saber que está vivo".

Rastreando la costa

Pedro Yáñez Díaz, alias "Heavy", tenía 28 años cuando despareció en el barrio ferrolano de Caranza el 20 de noviembre de 2012. Aficionado a la música, le gustaba también mucho la fotografía. El día anterior a su desaparición comentó que iba a hacer un reportaje fotográfico por la zona de Cobas. "Podría haberse caído al mar, pero no apareció nada, ni siquiera la mochila que llevaba; estuvimos dos meses rastreando la costa, pero nada", comenta su padre, Wenceslao Yáñez.

El joven tenía el carné de identidad y el de conducir caducados y su coche estaba en casa de sus padres, por lo que no es fácil que pudiese marchar fuera de España. Tras meses de búsqueda, la familia recibió algunas llamadas de gente que creía haberle visto, pero sin resultado positivo. "Confiamos en que esté vivo, pero no sabemos nada nuevo; está todo como estaba. La policía pasó el caso a la Brigada de Desaparecidos", explica su padre.

Son algunos de los 18 casos de desapariciones activados en Galicia y que llevan la incertidumbre a otras tantas familias. Aunque no todos estos casos acaparen la atención de la opinión pública, no por ello el drama es menor para quienes siguen sin noticias de sus seres queridos.

18 desaparecidos en Galicia

  • Iván Durán Valverde. (30 años) 25-08-2016 en Baiona
  • Diana María Quer López-Pinel (18 años) 22-08-2016 en A Pobra do Caramiñal
  • Ernesto Manuel Torre Rodríguez (77 años) 14-05-2016 en Chantada
  • Miguel Solleiro Martínez (47 años) 13-05-2016 en Vilagarcía
  • Paulino Fiuza García (75 años) 30-01-2016 en Carnota
  • Carlos Gallardo Ramírez (24 años) 12-08-2015 en Viena (vivía en Coruña)
  • Manuela Lorenzo Romero (70 años) 25-07-2015 en Boiro
  • Lilia Miguens Iglesias (79 años) 25-06-2015 en Valga (Pontevedra)
  • Jesús Bermejo Jiménez (71 años) 03-06-2015 en A Rúa
  • Gumersinda Raña Raña (88 años) 23-02-2014 en Avión
  • Daniel Pousa González (62 años) 11-01-2014 en Tomiño
  • José Manuel Mañana Martínez (54 años) 02-12-2013 en Arteixo
  • Elías Carrera Colmenero (61 años) 17-07-2013 en Vigo
  • Matilde González Cid (78 años) 01-12-2012 en Parada de Sil
  • Pedro Yáñez Díaz (28 años) 20-11-2012 en Ferrol
  • Carlos Fernández González (45 años) 22-11-2011 en Lea (Lugo)
  • Catalina Macías Vega (77 años) 06-01-2011 en Vilaboa (Ourense)
  • Sonia Iglesias Eirin (38 años) 18-08-2010 en Pontevedra

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