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Los Delaunay en Vigo

El matrimonio residió en la ciudad olívica entre abril y agosto de 1916, unos meses de gran tensión porque ambos fueron acusados de espionaje por el gobierno portugués

Mural de los Delaunay que recoge motivos de su etapa en Portugal.

Robert Delaunay y su esposa Sonia estaban entonces en la vanguardia del arte abstracto e implicados de lleno en la promoción del Orfismo, un movimiento que propugnaba el uso del color como medio de crear espacio y formas en un cuadro. Una serie de peripecias les llevaron a permanecer casi medio año en Vigo, entre los meses de abril y agosto de 1916.

Fueron unos meses de gran tensión para el matrimonio de artistas y su pequeño hijo Charles, pues Robert había sido acusado de desertor y se vio obligado a pasar un exhaustivo reconocimiento médico en el Consulado francés de Vigo para evitar incorporarse a filas en la Primera Guerra Mundial. Mientras tanto, una delación anónima en Portugal -donde residían entonces- provocó la detención de su esposa Sonia. El servicio de contraespionaje luso acusaba a los Delaunay de pasar mensajes encriptados en sus cuadros a los submarinos alemanes mediante un código de colores.

A mediados de 1915 los Delaunay se habían instalado en la localidad portuguesa de Vila do Conde, cerca de Oporto, y bautizaron como "Villa Simultanèe" (el Orfismo era también conocido como Simultaneísmo) la casa que ocupaban junto a la playa. Desde allí mantuvieron una estrecha relación con Amadeo de Souza-Cardoso, pintor cubista al que habían conocido en París, con el arquitecto y diseñador José Pacheco y con el futurista José Almada Negreiros, que junto a algunos escritores formaron el círculo de la revista Orpheu. También contactaron con el pintor Eduardo Afonso Vianna e intentaron crear allí un colectivo de artistas y literatos.

Todo transcurría con normalidad hasta el 9 de marzo de 1916, en que Alemania declara la guerra a Portugal. Tras ser acusado de desertor del Ejército francés, Robert Delaunay alega que una enfermedad le impide realizar el servicio de armas, como ya había constatado en un reconocimiento médico realizado en 1908. Las autoridades galas le ordenan que se presente en el Consulado de Francia en Vigo para ser examinado de nuevo por la junta médica. Robert y Sonia, junto con su hijo Charles y la sirvienta Beatriz Moraes, se trasladan a la ciudad olívica a finales de marzo y se instalan en el Hotel de Francia.

Ante la sorpresa de Robert, en el Consulado francés de Vigo se quedan con su pasaporte y su cartilla militar, con el pretexto de actualizarla después del examen médico. "Estamos en tiempo de guerra", le responden ante sus protestas. El examen médico fue exhaustivo, pero la junta militar no acababa de dar su dictamen y el pintor no podía abandonar la ciudad. Ya en el mes de abril, los Delaunay seguían esperando en Vigo una respuesta. Sonia aprovechó aquellos días para escribir numerosas cartas y le pidió a Eduardo Vianna que les remitiera a la oficina de Correos de Vigo, y posteriormente al Hotel de Francia, la correspondencia que les llegaba a Vila do Conde. Así se recoge en el libro "Sonia Delaunay: artist of the Lost Generation", de Axel Madsen.

Como la situación se prolongaba, Sonia decide hacer un viaje rápido a Vila do Conde acompañada de Beatriz. El 8 de abril son detenidas en la frontera de Valença acusadas de espionaje y se les incauta una maleta con cartas y otros documentos. Entre la correspondencia figuran cartas en alemán de los pintores Franz Marc y August Macke. Ya en Oporto, los agentes de contraespionaje interrogan a Sonia y le preguntan cuál es su verdadera nacionalidad; había nacido en Ucrania y su nombre de soltera era Sarah Ilínichna Stern. La acusación de espionaje era ciertamente surrealista: los enormes círculos de colores que pintaba aquella ciudadana rusa formarían una especie de código para pasar información a los submarinos alemanes desde la playa de Vila do Conde. Sonia se quedó estupefacta. Les hizo ver que estaba casada con un ciudadano francés. ¿Y por qué no estaba su esposo en el Ejército francés?, le preguntaron. Les explicó entonces el motivo del viaje a Vigo, y que si tenían dudas que llamasen al cónsul francés en la ciudad olívica.

Se le permitió a Sonia comunicarse con el cónsul en Vigo, que, sin dar más detalles, se puso en contacto con Robert, que a su vez pidió detalles a Amadeo Cardoso, que estaba en Oporto. "Su esposa está detenida aquí -le explicó éste- debido a algunos asuntos relacionados con el consulado, que está poniendo dificultades con sus papeles. Está bien de salud y espera que se resuelvan pronto las complicaciones que le están causando, por lo que no se preocupe".

El 14 de abril, Souza-Cardoso escribe de nuevo a Robert y le dice que todos los problemas provienen del Consulado francés en Oporto, que "engañó a la policía". En cuanto a la maleta con documentos que le habían incautado a Sonia, señala que es "otra ignominia vergonzosa, porque durante los últimos tres días han leído todo sin la presencia de su esposa. Es ilegal y un abuso, un crimen. No pueden hacer eso sin su presencia, o al menos la presencia de un testigo imparcial".

Ese mismo día, un periódico Oporto recogía la historia de la detención bajo el título "Un asunto enredado". El diario explicaba a sus lectores que la "policía judicial de la segunda sección, a petición del cónsul francés en Oporto, está tratando de arrojar luz sobre un caso en el que, según nuestras fuentes, Mme. Delonnay (sic), de nacionalidad rusa, y esposa de Robert Delonnay, pintor francés que vivió ocho meses en Vila do Conde y actualmente se encuentra en Vigo, es acusado de actos de espionaje. Durante los últimos dos días las autoridades hicieron una inspección minuciosa de todos los documentos de baúl que fue confiscado en Valança en manos de la señora de limpieza Delounay (sic), Beatriz Moraes, detenida el domingo".

También fue detenido en Vila do Conde Eduardo Vianna, al que se le incautó también diversa documentación y fue conducido a Oporto. Robert Delaunay había expresado sus sentimientos contra la guerra y su simpatía por Macke y Marc en sus cartas, por lo que las investigaciones sobre su documentación se prolongaron varios días más. Finalmente, Sonia queda en libertad el día 20 de abril y poco después acude al consulado francés de Oporto para obtener los documentos necesarios para unirse de nuevo con Robert en Vigo. Pero vuelven a darle largas.

No apto para la guerra

El 13 de junio, Robert Delaunay acude de nuevo al Consulado de Francia en Vigo, que finalmente le declara no apto para el servicio de armas, evitando así su participación directa en la Primera Guerra Mundial. El informe médico señala que el artista francés tiene un agrandamiento anormal del corazón y el pulmón derecho colapsado. Como esposa de un ciudadano francés excusado permanentemente del servicio militar, Sonia obtuvo por fin los documentos de viaje necesarios y, casi un mes después de su detención, cruza la frontera con España para reunirse en Vigo con Robert.

Durante los meses que permanecieron en Vigo, Robert y Sonia Delaunay mantienen contacto con sus colegas portugueses e incluso realizan alguna gestión para enviar por ferrocarril a Barcelona unas telas para una exposición que preparaban en la Ciudad Condal. Así lo explica Pascal Rousseau en su libro "La aventura simultánea", que menciona cómo Souza-Cardoso envió el 12 de mayo al Hotel de Francia de Vigo, donde se hospedaba Sonia, una serie de cinco telas destinadas a la exposición de Barcelona. También les envió cuadros Eduardo Vianna, que en julio de 1916 le pide a Sonia su devolución.

Pero además, durante su etapa viguesa, Robert y Sonia mantuvieron su relación con otros artistas de la vanguardia europea. Lo hicieron, en parte, gracias a las gestiones de la madre de Robert, Berthe Delaunay, que desde Barcelona hacía las veces de intermediaria para la venta de sus obras.

El matrimonio de artistas permaneció en Vigo hasta finales de agosto o primeros de septiembre de 1916, en que se trasladaron a Valença de Miño. Así se deduce de su correspondencia con Amadeo de Sousa-Cardoso y José Almada Negreiros. Este último incluye Vigo en su novela vanguardista "K40 Quadrado Azul" cuando el narrador-protagonista encuentra una carta y se reproduce en la página el matasellos de correo de Vigo, datado el 15 de agosto de 1916.

Como señala el crítico de arte Carlos L. Bernárdez, Robert Delaunay pintó durante aquella etapa un notable conjunto de naturalezas muertas de inspiración local. Y cita un ejemplo en el que el pintor francés incluyó la palabra Galizia. Se trata de su obra "Naturaleza muerta portuguesa", obra realizada en 1916, que reproduce un conocido poema de João Verde (Monção,1866-1934) que habla de lo que unen las riberas gallega y portuguesa del Miño: "Vendo-os assim tão pertinho/A Galiza e mail´o Minho,/São como dois namorados/Que o rio traz separados/Quase desde o nascimento./Deixai-os, pois, namorar,/Já que os pais para casar/Lhes não dão consentimento."

Tras su estancia en la ciudad viguesa, Robert y Sonia residieron en la localidad fronteriza de Valença do Minho hasta que regresaron a Madrid ya en 1917. Terminaba así una etapa creativa marcada por los colores y las formas de la cultura portuguesa, una etapa que Sonia Delaunay definió como "un día de fiesta de un largo verano largo".

Una acuarela de sonia delaunay pintada en vigo

  • Durante su estancia en Vigo, el matrimonio Delaunay mantuvo su actividad artística. La acuarela que reproducimos, "Danseuse" (36 x 23.8 cm.), fue pintada por Sonia en la ciudad olívica. Al menos así consta en los datos oficiales de una subasta de la obra en Christie´s. Curiosamente, el año de la realización es 1917, por lo que cabría pensar que el matrimonio Delaunay estuvo también en Vigo en ese año, y no solo en 1916. Hay que tener en cuenta que Robert y Sonia residieron en esa época en la localidad fronteriza de Valença de Miño, por lo que no sería extraño que acudiesen con frecuencia a la ciudad gallega, teniendo en cuenta sobre todo la neutralidad de España durante la Gran Guerra.

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