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Sombras y luces de los monasterios gallegos

Galicia cuenta con un rico patrimonio monacal, pero algunos cenobios se encuentran en serio peligro tras el abandono y expolio sufridos en las últimas décadas

La decisión del Obispado de Ourense de vender las ruinas del monasterio de Santa Comba de Naves, ante la delicada situación económica que atraviesa la diócesis, trae a la actualidad unos monumentos históricos que corren el peligro de desaparecer. De hecho, de algunos solo quedan unos muros tras el expolio al que se han visto sometidos en las últimas décadas; es el caso del monasterio de San Paio de Abeleda, en Castro Caldelas. El mismo camino parecen seguir otros cuatro cenobios que han sido incluidos en la Lista Roja del Patrimonio elaborada por la asociación Hispania Nostra: San Paio de Albeos (Crecente), el citado de Santa Comba de Naves (Palmés), el convento del Bon Xesús de Trandeiras, en A Limia, y el monasterio de Santa María de Monfero, situado en las Fragas do Eume.

Galicia cuenta con uno de los patrimonios monacales más importantes de la Península Ibérica, con cenobios que destacan por su antigüedad, como el de San Pedro de Rocas, en la Ribeira Sacra, o por la belleza de sus construcciones, como los monasterios de Oseira, Santo Estevo de Ribas de Sil o Samos. En la comunidad gallega hay en la actualidad una treintena de monasterios, a los que hay que añadir algunos más que carecen de claustro y han quedado reducidos a una iglesia. Los hay situados en lo alto de la montaña -Santo Estevo de Ribas de Sil- o junto al mar -Santa María de Oia-. En algunos de ellos siguen viviendo comunidades de monjes -San Juan de Poio, Santa María de Oseira, Sobrado dos Monxes...- mientras que otros se han reconvertido en hoteles. En algunos casos el estado de conservación es admirable, mientras que otros se encuentran en situación de ruina y abandonados.

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La venta del monasterio de Santa Comba de Naves no es un caso aislado, pues hay otros cuatro o cincocenobios gallegos que se encuentran en venta, tres de ellos incluidos en el portal Aldeasabandonadas.com. Aunque en esa página web no se identifican por el nombre, dos de ellos son casos conocidos: las ruinas de San Paio de Albeos, con el precio a convenir, y el convento-monasterio de Vilavella, en Redondela, del siglo XVI, que se vende por 2,5 millones de euros.

Como señala Elvira Fafián, gerente de Aldeasabandonadas.com, "hay algún otro monasterio en venta, pero sus propietarios no quieren ofrecer datos públicos. En estos casos los precios son a convenir entre las partes interesadas, o esperan que les hagan una oferta". Además de los inmuebles propiedad de la iglesia hay otros que están en manos de particulares, como los de Albeos y Vilavella. Muchas veces se trata de los herederos en tercera o cuarta generación, que no han invertido en ellos y que no viven en la zona donde se ubican.

Entre los posibles compradores hay empresarios que quieren rehabilitar los monasterios como hoteles, pero también particulares. "Vemos que hay un gran interés por parte de familias extranjeras en hacerse con ese tipo de inmuebles para vivir en ellos. Les llama mucho la atención que se esté vendiendo este tipo de patrimonio", explica Elvira Fafián.

La titularidad de los pequeños monasterios no siempre está clara. Como apunta Manuel Gago, creador del proyecto Patrimoniogalego.net, "en algunos casos la titularidad es confusa; en otros hay un montón de propietarios al ir pasando la propiedad de generación en generación; y como muchas veces se trata de ruinas, nadie le presta atención".

Rehabilitaciones

Comenta Gago que en Galicia hay grandes monasterios, pero también otros pequeños, algunos de ellos reconvertidos hoy en día en iglesias. "Hubo una gran fase de rehabilitación de monasterios en los años 80 y 90, sobre todo de aquellos que están situados en zonas de gran interés turístico, como la Ribeira Sacra". En los años 40 y 50 ya se habían rehabilitado otros que contaban con una amplia comunidad de monjes.

Sin embargo, añade Manuel Gago, quedaron olvidados otros monasterios que estaban más alejados de las zonas turísticas, y cita los casos de Monfero, San Paio de Albeos, San Paio de Abeleda, Santa Catalina de Monte Faro o el monasterio de Melón. "Por un lado -explica- tenemos monasterios muy bien conservados, en zonas de interés turístico, mientras que otros que se encuentran diseminados por la geografía gallega están totalmente abandonados". Es el caso, por ejemplo, del monasterio de San Paio de Abeleda, en Castro Caldelas. Edificado en el siglo XII, pasó a la casa de Alba tras la desamortización de Mendizábal y en la actualidad está en ruinas; ha sido víctima de un gran expolio de retablos y piezas arquitectónicas del claustro.

Profesor y doctor en Ciencias de la Información, Manuel Gago entiende que es urgente una reflexión sobre qué destino queremos para estos monumentos, sobre todo teniendo en cuenta lo positivo que resultó su rehabilitación en las zonas turísticas. "Si rehabilitar monumentos ha sido tan importante para dinamizar zonas como la Ribeira Sacra, por qué no utilizar la misma fórmula en otros lugares del rural gallego", se plantea el responsable de Patrimoniogalego.net.

Entiende Manuel Gago que la solución no siempre pasa por convertir los monasterios en hoteles, y a la hora de su rehabilitación "hay que tener en cuenta a las necesidades comunidades locales, que son las que mejor conocen las necesidades de la zona y el mejor uso para esas edificaciones abandonadas".

En la Lista Roja

En la Lista Roja del Patrimonio que elabora la asociación Hispania Nostra sobre monumentos que se encuentran en riesgo de desaparición o destrucción figuran cuatro monasterios gallegos: San Paio de Albeos, Santa Comba de Naves, Bon Xesús de Trandeiras y Santa María de Monfero.

El antiguo monasterio de benedictinas de San Paio de Albeos (Crecente), se encuentra en riesgo de ruina progresiva por abandono, usos indebidos y daños por la vegetación que lo invade. El inmueble se encuentra abandonado, en ruinas, se utiliza para usos agrícolas y ha sufrido graves expolios en los últimos años.

Se trata de un monasterio románico de benedictinas que mandó construir el obispo de Tui Hermigio en memoria del martirio de su sobrino Pelayo, un niño natural de Albeos que murió a manos de los musulmanes. El monasterio fue donado por doña Urraca al obispado de Tui en el año 1071. Los elementos que se conservan datan de una reforma posterior, en los siglos XII o XIII. Abandonado en 1504, posteriormente fue un priorato administrativo, hasta que quedó en ruinas tras la desamortización de Mendizábal en 1835 y pasó a manos particulares. El tímpano del arco de una de las puertas es una impresionante pieza monolítica labrada por ambas caras; uno de los frentes lo preside un pantocrátor que sostiene un libro con la mano izquierda y bendice con la derecha.

En la provincia de Ourense aparecen en la Lista Roja el monasterio de Santa Comba de Naves, en Palmés, de actualidad esta semana por su venta, y el convento del Bon Xesús de Trandeiras, en A Limia. El primero de ellos se encuentra en ruinas y cubierto de vegetación, en riesgo de expolio y de hundimientos por su deterioro progresivo. Fundado probablemente por Alfonso III en el año 888, fue un monasterio benedictino. Con aspecto de fortaleza, fue reconstruido en el año 1760 y estuvo en funcionamiento hasta 1836, en que fue abandonado. Incluye una capilla exenta de época moderna y un palomar.

El convento del Bon Xesús de Trandeiras se encuentra en estado de total abandono, salvo la iglesia, que se conserva bien y en la que se sigue manteniendo el culto. Cuenta con un claustro cuadrangular que conserva elementos góticos y formas del primer renacimiento. Diversas asociaciones de la comarca de A Limia han denunciado su situación y han planteado alternativas para su restauración. Fundado en 1520 por el prior de Xunqueira de Ambía don Alonso de Piña, en un primer momento lo ocuparon los franciscanos. Tras la Revolución Francesa acogió a numerosos curas y obispos galos. Durante la Guerra de la Independencia las tropas francesas destruyeron la iglesia y las imágenes. Después de la desamortización fue vendido a particulares, que utilizaron sus piedras y enseres para otras construcciones.

En la provincia de A Coruña se encuentra en ruinas el monasterio de Santa María de Monfero, en las Fragas do Eume. Monumento Histórico-Artístico desde 1931, en la actualidad se encuentra en riesgo de desaparición de todas las dependencias. Hay un proyecto para convertirlo en un hotel de lujo. La iglesia fue intervenida recientemente y se encuentra en buen estado de conservación. Además de la iglesia, completan el conjunto tres claustros, una sala capitular, capillas laterales, baptisterio, portería, refectorio y cocina. La iglesia románica, de la que solo se conservan algunos elementos, data del siglo XII. El monasterio de Monfero tuvo su mayor apogeo durante la Edad Media. Fue renovado en el siglo XVII, por lo que predomina el estilo barroco. Tras la exclaustración en el siglo XIX quedó abandonado, aunque se han realizado pequeñas restauraciones.

Comunidades de monjes

La presencia de comunidades de monjes es una de las mejores formas de garantizar la continuidad de estos monumentos. En Galicia son varios los cenobios que mantienen la vida religiosa. De los más conocidos cabe citar las comunidades cistercienses de los monasterios de Sobrado dos Monxes y de Santa María de Oseira, la benedictina de San Julián de Samos, así como la presencia de los mercedarios en el monasterio de San Juan de Poio.

Fundado en el año 952 el monasterio de Santa María de Sobrado dos Monxes desarrolló una gran actividad espiritual y económica durante los siglos XII y XIII. En el año 1142, comenzó allí la vida monástica cisterciense. La monumental iglesia se terminó a finales del siglo XVII y en el año 1708 se consagró solemnemente. La vida monástica actual se recuperó en el monasterio el 25 de julio de 1966.

La existencia del monasterio de Oseira se conoce desde el año 1137, y poco después se convirtió en un monasterio dependiente de la Orden del Císter; en el año 1141 se instaló allí una comunidad de monjes franceses enviados por San Bernardo. Abandonado tras la desamortización de Mendizábal, los monjes regresaron a Oseira en 1929 y comenzaron las obras de reconstrucción del cenobio.

El monasterio de Samos se remonta al siglo VI, propiciado por San Martín de Dumio. Con el paso de los siglos, el renombre del monasterio y su situación en el Camino de Santiago lo convirtieron en lugar de obligado descanso de los peregrinos. Tras la desamortización de Mendizábal, los monjes retornaron al monasterio en el año 1880, restaurando los muros del edificio y renovando la vida monástica hasta la actualidad.

Los orígenes del monasterio de Poio se remontan a su fundación por Fructuoso de Braga y sus discípulos en el siglo VII, aunque en un emplazamiento distinto. Las obras de la iglesia actual y del claustro procesional comenzaron en 1581. Después de su abandono por los benedictinos con la incautación, en 1890 fue ocupado por los mercedarios, que continúan en él en la actualidad. En la provincia de Pontevedra también cuenta con presencia de religiosas el monasterio cisterciense de Armenteira. De estilo renacentista y barroco, de los siglos XVI y XVII, conserva una magnifica iglesia románica levantada por su primer abad cisterciense en el año 1167.

Hoteles de lujo

Varios monasterios gallegos se han rehabilitado en las últimas décadas para convertirlos en hoteles de lujo. En otros, como el de San Juan de Poio, los monjes han destinado una parte del mismo como hospedería.

Destaca el parador ubicado en el antiguo monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil, en Nogueira de Ramuín. A la belleza del paisaje que lo rodea se suma la grandiosa arquitectura del cenobio. En plena Ribeira Sacra, el parador fue inaugurado en 2004. Catalogado de 4 estrellas, cuenta con 77 habitaciones repartidas en torno a sus tres claustros. Unos años antes, en 2001, abrió sus puertas el Hotel Monasterio de San Clodio, en la localidad ourensana de Leiro. Tiene también 4 estrellas y dispone de 25 habitaciones. Dispone de cinco salones distribuidos en sus dos claustros.

En Monforte de Lemos se inauguró en 2003 el parador instalado en el antiguo monasterio de San Vicente del Pino. La mayoría de sus clientes son madrileños y un 20% proceden del extranjero. Con 50 habitaciones y calificado con 4 estrellas, se encuentra en una zona ideal para el enoturismo.

El antiguo monasterio de Aciveiro, en Forcarei, acoge desde el año 2005 un hotel de 3 estrellas y 24 habitaciones. Y en Santiago de Compostela también se rehabilitó como hotel el convento de San Francisco, que abrió sus puertas también en 2005 y dispone de 82 habitaciones.

Otros proyectos

Por otra parte, la firma Residencial Monasterio de Oia, S.A, propietaria del viejo monasterio, pretende rehabilitarlo para instalar un complejo hotelero compuesto por un hotel de 4 estrellas con una capacidad aproximada de 72 habitaciones y 1.000m2 de salones para celebraciones y eventos. Prevé también la ejecución de un centro de talasoterapia anexo.

Un proyecto similar es el que se contempla para el monasterio de santa María de Monfero, en el entorno de las Fragas do Eume. En manos de la Administración autonómica, podría convertirse en un complejo de ocio de cuatro estrellas, con 70 habitaciones y un centro termal.

También se pretende actuar en el monasterio ourensano de Melón para convertirlo en hotel monumento. De momento se han recuperado las cubiertas de la iglesia y se mantiene la cabecera bien conservada. Por otra parte, el monasterio de Celanova acoge las dependencias del Concello, la biblioteca, un centro de mayores y el instituto. Se encuentra en buen estado y podría reconvertirse también en un hotel monumento. En el monasterio de Montederramo hay un bar, un restaurante y viviendas; estuvo funcionando asimismo una panadería y un colegio. En el monasterio románico de Xagoaza, en la comarca de Valdeorras, permanece instalada una bodega.

La Ribeira Sacra

Hablar de monasterios en Galicia es hablar de la Ribeira Sacra, donde se encuentran algunos de los cenobios más conocidos de la geografía gallega. El antiguo eremitorio de San Pedro de Rocas se remonta al siglo V. La iglesia, de la que solo se conservan las paredes, fue construida utilizando como uno de los muros el paramento de las tres capillas trogloditas, que aparecen abiertas en la roca de la vertiente del monte.

Santo Estevo de Ribas de Sil es uno de los más importantes monasterios románicos de La Ribeira Sacra. Es el más grande de toda la zona y conserva uno de los pocos claustros románicos (llamado "de los Obispos") de toda Galicia, aunque con alteraciones del siglo XVI.

El antiguo cenobio benedictino de Santa Cristina de Ribas de Sil es otra de las joyas arquitectónicas de la Ribeira Sacra. Se trata de un conjunto de edificios románicos (siglos XII y XIII) y renacentistas (s. XVI), entre ellos una iglesia románica, de finales del siglo XII, con planta de cruz latina.

Son algunos ejemplos del rico patrimonio de monasterios con el que cuenta Galicia y cuyo futuro depende de las medidas que se tomen para su conservación.

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