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El milagro de Víctor Tasende

Hace cinco años sufrió un accidente que lo dejó tetrapléjico. Hoy, este gallego anda, corre, rema, nada, pedalea... y acaba de escribir un libro en el que cuenta como logró recuperarse: "El segundo que cambió mi vida"

Bicileta

Fractura, luxación con tetraplejia incompleta. Este fue el diagnóstico del estado en que quedó Víctor Tasende tras el accidente sufrido el 6 de agosto de 2010 en una piscina, cuando tenía 22 años de edad. Él lo recuerda así: "Me di en el fondo con la cabeza, y en ese instante me quedé inmóvil. Esos minutos, o más bien segundos, de estar sumergido bajo el agua sin poder moverme, para mí fueron una eternidad, lo único que tenía eran unas ganas muy grandes de volver a respirar y vivir, pero por más que lo intentaba, ningún músculo me respondía...Hasta que un compañero me quitó del agua y avisó a las ambulancias...."

Tres días después de su ingreso en el hospital "Juan Canalejo", Víctor era operado de urgencia: "La lesión afectaba a toda la zona medular y cervical, y le contaron a mi familia mi situación....aunque a mí no me contaron nada,hasta que pasaron varios días". Fue a partir de ese momento que este coruñés decidió no rendirse. Quería volver a andar, eso lo primero, claro, pero no se planteaba más objetivos: "Durante el proceso -cuenta- no pensaba en lo que estaba consiguiendo, sino en lo que tenía que hacer para conseguir más y poder valerme por mí mismo, y lo cierto es que durante mucho tiempo llevé esa creencia a todos los aspectos de mi vida, hecho fundamental que me hizo conseguir todo aquello que logré, pero que paradójicamente no me permitió disfrutar en plenitud de todo aquello que estaba viviendo". En la primera fase de su rehabilitación, Tasende se hizo una promesa: que si volvía a poder andar, lo primero que haría sería hacer el Camino de Santiago. Y llegado el día, lo cumplió: "Sí, lo cumplí -afirma- y fíjate que gracias a las experiencias que tuve cuando recorrí el Camino, ese pensamiento del que te hablaba evolucionó y, con el tiempo, me permitió disfrutar de esos logros, teniendo claro el objetivo y la meta, pero no olvidándome también de disfrutar. Al concluir mi primer Camino, me dije: A partir de ahora, más camino y menos Santiago, aunque lo cierto es que volví a hacer el Camino varias veces más. Ya lo tengo por costumbre".

Superada la convalecencia postoperatoria -recuerda- empecé aprendiendo a manejarme con la silla de ruedas, más tarde con el andador, luego con las muletas...Pasado un tiempo, mis médicos me dieron el alta hospitalaria. Seguía haciendo rehabilitación, pero ya dormía en casa. Eso sí, en esa "etapa" llegué a pesar 115 kilos (yo mido 1, 74 m.)".

El cielo volvió a abrirse para Víctor cuando "mis médicos me dijeron que, literalmente, podía hacer todo el deporte que quisiera". A partir de ahí "empecé a afrontar retos personales, con el fin de mejorar las secuelas que me habían quedado. Busqué razones para motivarme y superarme a través del deporte. Empecé con el badminton, el tenis, la natación y correr en bici...Después, gracias a un amigo, me metí en el remo, entrenando de lunes a domingo para competir en la máxima categoría..." Por supuesto, también lo consiguió,pero del remo pasaría al tiro con arco y, de ahí, a afrontar más grandes retos, hasta hoy, en que se ha especializado en el triatlón.

Cinco años después de aquella fatídica tarde en la piscina, calificar de milagrosos los logros que ha conseguido Víctor Tasende igual es quedarse corto: no solo practica habitualmente deportes como el atletismo, el ciclismo, la natación o los ya señalados, sino que ha participado en diversas pruebas de Iron Man (el triatlón más exigente,) o el Titan Desert (cruzar 700 kilómetros por el desierto), por citar solo algunas modalidades a las que se ha apuntado.

Evidentemente, no todo fue un camino de rosas hasta llegar a donde ha llegado, al punto de que confiesa que, en más de una ocasión, estuvo a punto de tirar la toalla: "Sí, esto es verdad pero, hasta que publiqué este libro, nadie lo supo, porque fue algo que oculté durante el proceso por respeto a toda la gente que me estaba ayundando. Pero lo cierto es que "a veces, cuando estaba en la habitación mirando al techo y no sentía nada, me intentaba convencer de que no quería vivir, pensaba en todo lo que no había hecho y quería tirar la toalla por todo lo que pensaba que tendría por delante. Pero cuando comprendí que mi verdad era la mentira, y la mentira era la verdad, supe que realmente quería vivir y luchar: por mí y por todos los que me ayudaban".

En esos momentos bajos, jugaron un papel fundamental sus familiares, amigos y el personal médico: "A su manera -reconoce- cada uno de ellos hizo que mi situación fuese mucho mejor de la que era, y en ese instante me daban la fuerza y alegría de seguir queriendo luchar y pelear para poder estar al lado de todos ellos. Marcaron tanto esa época de mi vida que, en el libro, hago referencia en un capítulo a todos ellos, agradeciéndoles todo lo que hicieron por mí".

Y es que también toca hablar del libro, de "El segundo que cambió mi vida" en el que, a la faceta deportiva, Víctor Tasende suma una vocación que hasta ahora tenía muy escondida: "Te confieso -dice- que escribir un libro es un sueño que ya albergaba cuando era muy pequeño, pero le teníamucho miedo y respeto porque, evidentemente, lo mío no es escribir...Pero, bueno, entendí que mi experiencia personal también podía ayudar a la gente, que podría haber personas a las que les valiese mi ejemplo".

"El segundo que cambió mi vida" no es solo una biografía. "Es, también -afirma su autor- un apoyo para superar los malos momentos a los que nos tenemos que enfrentar a lo largo de nuestras vidas. Comienzo en el momento en que sufro el accidente y voy relatando lo que siento y todo lo que voy viviendo con el paso de los años en la recuperación mediante el deporte, hasta llegar a poder completar objetivos con los que ni soñaba".

Tasende, además, se ha ocupado de incluir en él una guía "para ayudar a aquellos lectores que quieren quitarse de encima esos kilos que tienen de más" e incluso "enseña a prepararse para completar pruebas tan exigentes como la Titan Desert o los Ironman" . Y como complemento, "hablo de mi experiencia con el mundo de las redes sociales y la comunicación".

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