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EN FORMA

Terapia del insomnio

Se debe asociar la cama a dormir, hacerlo siempre a la misma hora y limitar las horas de sueño

Terapia del insomnio

Es difícil saber cuándo el ser humano se dio cuenta de que se puede condicionar la conducta. De manera científica lo demostró Pavlov con sus conocidos experimentos con perros. Empezó demostrando que el animal produce saliva a la vista de un alimento, su cuerpo se preparaba para el festín. Hoy sabemos que nuestro cerebro actúa así ante cualquier situación que se avecina.

No sorprende la preparación del animal ante una hembra en celo o ante una amenaza para su vida. Lo interesante es que el cerebro está continuamente previendo lo que va a ocurrir, haciendo especulaciones basadas en la experiencia de forma que, antes de que nuestra conciencia se dé cuenta de lo que vamos a hacer, el cerebro inconsciente hizo una predicción para la que preparó nuestro cuerpo. Suele acertar porque el mundo es bastante regular. De todas formas, entre sus capacidades se cuenta la de adaptarse a una situación imprevista.

Pavlov se preguntó si podía modificar el estímulo mediante una asociación: cada vez que mostraba la comida, hacía sonar un timbre. Lo repitió hasta que el perro asoció timbre a comida. Entonces tocó el timbre ya sin comida y comprobó que el perro segregaba saliva. Es el reflejo condicionado, una facultad que ya conocían los educadores.

Por esa misma época de finales del XIX, en Norteamérica, un psicólogo pensó que toda conducta responde a un estímulo. Los hay clásicos, como el dinero, que no significa nada de forma natural pero se relaciona con la obtención de alimentos y otras cosas básicas. Y los hay operantes cuando, como resultado de una acción, se obtiene algo deseable o repugnante. Aunque el interés de Pavlov era la fisiología del sistema nervioso y no tanto el comportamiento, y el de Watson era cómo aprender a controlar la ira y la de sus seguidores, el de cómo estudiar lo psicológico a partir de la conducta, creo que ambos se basan en lo mismo.

La escuela conductista tuvo muchos éxitos en los años centrales del siglo pasado. Para Skinner se podía modificar cualquier comportamiento si se encontraba el estímulo adecuado. Nace así la idea del ser humano como tabla rasa que, llevado a su más estricto fundamentalismo, produjo millones de muertes en Camboya.

Con la terapia conductista, la Asociación Psiquiátrica Americana recomendaba tratar la homosexualidad como una desviación patológica curable. Se trataba de ligar el impulso sexual al otro sexo mediante refuerzos, a la vez que se creaba una aversión hacia el propio uniendo la experiencia a un castigo. En el año 1973 la asociación decidió que la homosexualidad no constituye una enfermedad, es simplemente una forma de ser, o de estar, no estoy seguro.

Hoy se prefiere la terapia cognitiva conductual, naturalmente, no para tratar la forma de ser sexual -que eso no es objeto de la psiquiatría o psicología-, sino para tratar trastornos como la ansiedad, la depresión, las fobias y tantos otros. Los estudios demuestran que es tan buena, si no mejor, que la medicación. Como ventajas respecto a otras modalidades de terapia psicológica, es que está perfectamente empaquetada, tanto que se puede hacer por ordenador, disponible en el Sistema Público del Reino Unido, por ejemplo. Independientemente del medio que se emplee, que esté tan protocolizada tiene varias ventajas: no depende tanto del terapeuta, un problema de envergadura en otras formas de tratamiento; se sabe cuántas sesiones necesita, con pequeñas variaciones, y se puede someter a contraste con la medicación porque la pastilla es igual para todos y esta terapia casi lo es.

La terapia cognitiva conductual acepta que buena parte de la conducta es aprendida, pero que en la relación estímulo-respuesta media el pensamiento y también las emociones. Es, en ese sentido, heredera del estoicismo que postulaba que, si bien los seres vivos se guían por las impresiones sensibles, es decir, la representación de la realidad en la mente, "lo que perturba al hombre no son las cosas, sino el juicio que de ellas hacemos" de acuerdo con Epicteto. Por ejemplo, el estrés está producido por un estímulo que nos supera. El afrontamiento consiste en elaborar una respuesta que nos haga libres frente a esa "represensación". Al igual que Watson, los primeros estoicos se concentraron en dominar la ira, pero ellos mediante el control mental.

Para los trastornos del sueño se recomienda higiene y terapia conductista: asociar cama a dormir, limitar las horas de sueño y dedicar ese tiempo siempre a la misma hora, etcétera. Se publican ahora estudios que demuestran la utilidad de la terapia cognitiva-conductual y ya se han desarrollado aplicaciones por ordenador que permiten que mucha gente se pueda beneficiar de ella. No los hay disponibles en España porque, entre otras cosas, esta modalidad de terapia es poco apreciada por nuestros profesionales, más inclinados a terapias dinámicas o integrales. Sin embargo, como parece que funciona, no se conocen efectos secundarios y puede administrarse a grandes cantidades de personas, compite con las pastillas. En mi opinión, con éxito.

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