La bodega Sílice Viticultores, ubicada en Sober, en plena Ribeira Sacra, ha iniciado una campaña de solidaridad con las personas con autismo por la que han elaborado y embotellado doscientas botellas de una edición especial de sus mejores vinos cuyas ventas irán destinadas al cien por cien al proyecto de inserción laboral que desarrolla la asociación de Trastornos del Espectro Autista de Vigo, TEAVI.
El copropietario de la bodega, el vigués Carlos Rodríguez, padre de un niño con autismo, pretende con esta iniciativa "echar una mano a Teavi y dar visibilidad a la realidad laboral de las personas con autismo, con una tasa de desempleo que ronda el 90 por ciento, haciendo hincapié en que todas las personas, independientemente de sus dificultades, tienen algo que aportar en el mercad laboral", comenta.
El vino de esta edición limitada corresponde a la añada del 2017 y fue embotellado a finales del año pasado. "Hemos usado la base de nuestros tres vinos Finca, los de más alta gama de la bodega, para que las personas que colaboren con esta campaña solidaria se encuentren con la grata sorpresa de disfrutar de un buen vino: se trata de un vino extraordinario para gente solidaria", explica el propietario de esta bodega que comercializa los vinos más caros de la Ribeira Sacra.
Para esta campaña, la bodega ha cambiado el rojo y el verde de sus etiquetas habituales por el azul, color asociado al autismo, además de haber encargado unos corchos especiales con el nombre de la campaña "Sílice con el autismo".
Para que la totalidad de la recaudación por ventas vaya destinada a Teavi, la bodega vende directamente este vino, presentado en cajas individuales. Los interesados en encargarlo deben enviar un correo electrónico a siliceviticultores.com. Para mayor información se puede visitar la web siliceviticultores.com.
La presidente de la entidad beneficiaria de esta campaña solidaria, Encarna Fernández, manifiesta que esta iniciativa les ayudará a mantener el proyecto de inserción laboral que lleva a cabo Teavi, en concreto para mantener el puesto de trabajo de la prospectora laboral y poder ampliar el servicio. Cerca de una decena de jóvenes participan actualmente en este proyecto, que se lleva desarrollando desde 2016. "Cuando comenzamos a realizar las primeras prospecciones laborales, los empresarios reaccionaban con miedo, por la falta de información y la idea errónea de que una persona con autismo no se comunica con los demás; cuando les dieron la posibilidad de trabajar en sus empresas se llevaron una grata sorpresa, ya que suelen ser personas muy metódicas y ordenadas, con excepciones", comenta.
En este tiempo que llevan con el proyecto han conseguido varias prácticas no laborales a jóvenes con autismo y un contrato para uno de ellos en la editorial Kalandraka.
El proceso de inserción laboral incluye además talleres para motivar a los jóvenes en la búsqueda de empleo y dinámicas de rol play.
Creada a principios de 2015, Teavi cuenta con un centenar de familias asociadas. A falta de sede propia, emplean las instalaciones que les cede la psicóloga María Pazín en su gabinete Litus, en el número 44 de la calle Coruña.
