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Pontenova-Freixeiro reclama soluciones para su precaria situación

La asociación se quedó sin local en octubre y distribuye sus actividades en diversos espacios cedidos por los vecinos

Los miembros de la coral, durante un ensayo en un bar de la parroquia. // Marta G. Brea

En la frontera desdibujada entre el Vigo urbano y el Vigo rural se encuentra la parroquia de Freixeiro. Habitada por más de 6.000 vecinos, extensa pero con su población muy desperdigada, es también una zona que soporta un notable abandono. "Calles poco iluminadas, aceras estropeadas, peligrosos socavones en el asfalto como el de Pontenova,62, maleza sin control, tráfico agudizado por el centro comercial...", resume Geni Acosta, presidenta de la Asociación de Vecinos Pontenova-Freixeiro.

La entidad está atravesando en estos momentos por una situación muy precaria, al haberse quedado sin local el pasado mes de octubre. Fundada en 1985, en 1999 abrió las puertas de su primera sede social. Para sufragar el alquiler, recibieron durante un tiempo una ayuda del Concello, pero la subvención duró poco y desde entonces se pagó con la cuota de los socios (actualmente 530 familias).

Hasta que hace cuatro meses, los propietarios del edificio vendieron el inmueble y la entidad no pudo renovar el contrato. Ahora, sin un sitio donde llevar a cabo todas las actividades que organizaban, han vuelto a la situación de sus primeros años, cuando se reunían en cafeterías y locales de prestado: los ensayos de la coral se celebran en un bar, las clases de pilates en casa de una vecina y el taller de memoria, el de pintura y las clases de guitarra en un pequeño local cedido por otra vecina. El resto de actividades (tai chi, pandereta, batuka, bolillos, corte y confección, cocina, apoyo escolar, etc.) han tenido que cancelarse.

"En la parroquia no hay apenas locales. Hemos preguntado el precio de alguno pero es disparatado y tendríamos además que hacer una reforma muy grande. También hemos hablando con el Concello en numerosas ocasiones pero no tiene espacios aquí que nos pueda ceder", apunta Acosta.

La solución que proponen es compartir el local parroquial, que actualmente está cedido a la Asociación Freijeiro de Ayuda al Necesitado (AFAN). "No lo usan todos los días y podríamos coordinarnos. Pero hemos preguntado a la Iglesia y de momento nos han dicho que no", explica la presidenta. "La capilla vieja de San Tomé podría ser otra posible ubicación, si se reabriera y se adecentara", propone.

Recogida de firmas

Desanimada por la situación pero sin perder la esperanza, Acosta destaca el apoyo de los vecinos, que han emprendido una recogida de firmas para reclamar el uso compartido del local parroquial, campaña que ha alcanzado las 2.300 sinaturas.

"Seguimos luchando y la ilusión no la perdemos, pero cada vez vemos más inconvenientes y nuestra situación es más y más precaria", se lamenta Acosta, quien reivindica el valor de la entidad: "Sin actividades como el taller de memoria, muchos mayores se quedarían en casa".

A pesar de los problemas, la asociación continúa con su labor de enlace entre parroquianos e instituciones, llevando al Concello todas las quejas que se les presentan. El arreglo de las aceras de la calle Carmen, la limpieza general de las vías y aceras, el mal estado del asfalto en zonas como el Pontillón o la calle Pastora son algunas de los más acuciantes. "Nosotros siempre elevamos todas las reclamaciones que nos llegan y el Concello va solucionano algunas poco a poco. Por otras, sin embargo, seguimos esperando desde hace años, como por los rebajes en varias aceras para que carros y sillas de ruedas puedan cruzar los pasos de cebra sin dificultad", apunta la presidenta.

"La parroquia está prácticamente como hace 50 años -denuncia-. En los planes generales hay PERIs que nunca se han desarrollado y que perjudican a los vecinos. Muchos establecimientos han cerrado y los vecinos, sobre todo las personas más mayores se están quedando sin servicios", denuncia la presidenta de la entidad. "Pareciera que hay un interés en que la parroquia se vaya muriendo para que tenga menos valor", concluye.

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