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Gustavo García Roig nos muestra Nazca a vista de pájaro

La Alianza Francesa alberga una muestra que homenajea la figura de la alemana María Reiche, quien dedicó toda su vida a investigar y preservar este Patrimonio de la Humanidad

Una de las imágenes de la muestra. // Marta G. Brea / Gustavo García Roig

Cuando Gustavo García Roig sobrevoló por primera vez las pampas de Jumana, la grandeza de las líneas de Nazca lo dejó impactado. A sus pies, una treintena de geoglifos conformaban un paisaje que de tan terrestre casi le pareció de ciencia ficción. El mono, la araña, los cóndores, el pelícano, las llamas... se extendían a sus pies, convirtiéndose durante cuatro años en el objeto de su trabajo para Aero Cóndor, la aerolínea peruana que lo había contratado en 1975 como fotógrafo y publicista.

Formado en antropología en Argentina, su país natal, García Roig entabló desde su llegada una estrecha amistad con María Reiche, quien invirtió más de medio siglo en investigar y preservar el que finalmente fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1994.

Una selección de su trabajo fotográfico para Aero Cóndor se muestra ahora en la Alianza Francesa (República Argentina, 22) junto a nuevas imágenes digitales tomadas recientemente. En total, 25 fotografías que se han concebido como una suerte de homenaje a Reiche, la alemana nacida en Dresde que, armada con una escoba, dedicó su vida a descubrir las líneas de Nazca, limpiarlas, medirlas y cuidarlas.

Doctorada en Matemáticas y Geografía, María viajó por primera vez a Perú en 1932 para trabajar en Cuzco como institutriz de los hijos del cónsul alemán. Finalizado su contrato, conoció a Paul Kosok, profesor de Historia y antropólogo estadounidense que, viendo su interés por las culturas andinas, la invitó a visitar Nazca en 1941. Ambos iniciarían una investigación que puso sobre la palestra la hipótesis de que las líneas eran signos calendáricos y astronómicos: "Sería tener una opinión muy baja de los antepasados suponer que todo este trabajo inmenos y minuciosamente exacto [...] tenía como única finalidad el servicio de una superstición primitiva o un culto estéril de los antepasados. Al contrario, tenemos aquí el testimonio en gran escala y único en el mundo del despertar de las ciencias exac tas en la evolución de la humanidad", afirmaba Reiche.

"Era una mujer inspiradora, magnífica", declara García Roig, quien ha acompañado las fotografías de la exposición con nueve poemas dedicados a la alemana, con quien recorrió las líneas de Nazca, escuchando de primera mano sus descubrimientos.

"De ser conocida como la 'bruja' de Nazca, pasó a ser nombrada la 'dama' de Nazca. Vivió durante más de 20 años en una habitación sin agua, sin luz, ayudada por la gente de allí y por su hermana Renata, con quien mantuvo una relación que siempre me recuerda a la de Vincent Van Gogh con su hermano Theo", recuerda el fotógrafo, en cuya voz se percibe la emoción que siente cada vez que habla sobre este lugar fantástico que se convirtió en la razón de vivir de una fantástica mujer.

Tras una visita guiada que tuvo lugar el día 21, García Roig volverá a ofrecer una charla explicativa este viernes, a las 12.00 horas, a todos aquellos que se acerquen a la exposición.

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