La música sobrevuela la obra impresionista de María Xesús Díaz en la sala de exposiciones I de Afundación. Hasta el 29 de noviembre, el espacio alberga la muestra "Tentación sonora", un diálogo plástico-musical en el que las dos disciplinas artísticas se fusionan en una explosión de manchas y colores.
"A la hora de pintar, la música es imprescindible para mí, no puedo trabajar en silenciao", afirma la artista coruñesa, que ha elegido Vigo para mostrar en primicia su nueva colección.
Reflexionando sobre la influencia de los ritmos y armonías en su obra pictórica -"en ocasiones surgen cuadros más grises, en otras, más coloristas"-, Díaz decidió adentrarse en esa relación, empapándose más de ciertas músicas, deleitándose pero también informándose y formándose.
Así fueron surgiendo las obras de "Tentación sonora". Algunas, directamente a partir de composiciones musicales, de una forma incluso sinestésica, reflejando las sensaciones a las que le conducían los distintos sonidos.
"Hubo momentos en los que partí de una alusión sonora, llevándola al lienzo. En otras pinturas, el proceso fue el contrario: la mancha y el color me iban sugiriendo estilos y géneros de los que fueron saliendo los títulos de cada obra", relata la artista.
Con una suerte de pale-batuta con la que dirigir sus cuadros, nacieron los paisajes de la exposición, rurales y urbanos, evocadores y oníricos.
