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Desde Vigo al Valle de Pineta y Néouvielle

El Club Peña Trevinca desarrolló actividades estivales de senderismo en altura y montañismo en las cumbres pirenaicas

Los participantes toman un descanso tras cruzar el glaciar del Perdido, con el Lago de Marboré y Pico Pineta al fondo.

El pasado mes de agosto el Club vigués Peña Trevinca desarrolló su actividad estival entre el Pirineo de Huesca y en la Reserva Natural de Néouvielle, en Francia. Durante nueve jornadas, programadas desde Vigo, los deportistas disfrutaron de la práctica del senderismo en altura y del montañismo en las altas cumbres pirenaicas.

Es costumbre ya que este club de nuestra ciudad se desplace a macizos, nacionales o internacionales, para estar en contacto con los grandes espacios donde desenvolver sus prácticas deportivas en gran altura y dar así a conocer a sus socios estos lugares donde poner en práctica los conocimientos adquiridos a lo largo del año.

La base elegida para esta ocasión fue la pequeña población oscense de Saravillo, a muy pocos kilómetros de Plan, el célebre pueblo que pasó a la historia por llevar a cabo aquella famosa "Caravana de mujeres" a mediados de los años ochenta. En esta ocasión el que pasará a la historia será el autobús del Club Peña Trevinca pues fue el primero en poder entrar en el pueblo gracias a las obras de ensanche del acceso que se estaban realizando en ese mismo momento, con la carretera todavía sin asfaltar.

Una localización estratégica pues Saravillo se encuentra en la entrada del Valle de Chistau, a tan solo 50 km del túnel de Bielsa que da acceso a Francia y a muy pocos km del famoso Valle de Pineta, que forma parte en su cabecera del Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Parte así mismo desde este pueblo un sendero por el cual se llega en poco más de dos horas caminando al maravilloso Ibón de Plan, también conocido como Basa de la Mora y que resulta ser el más renombrado del Pirineo en cuanto a belleza por todo su entorno.

El fuerte calor de los primeros días, con unas temperaturas impropias para esta zona, no afectaron para las ascensiones por el Circo de Barrosa y Cotiella, más agotadoras eso sí, pero en el aspecto positivo sirvieron para terminar de "limpiar" de nieve algunas zonas donde los neveros este año se resistieron a desaparecer y se convirtieron en origen de no pocos accidentes de montaña.

"Con el calor llegaron las tormentas, estas sí que no fallan nunca a las citas, y la primera ya estuvo a punto de hacernos retroceder , a muy pocos metros de alcanzar la cumbre del Pic de Néouvielle (3.091m)", comenta el presidente del club, Carlos Garrido. "La corriente estática en dicha cumbre era enorme y con los pelos de punta, no es un hablar pues sí se ponen de punta debido a este fenómeno, tratamos de perder altura rápidamente despojándonos de las mochilas con los crampones, piolet, bastones y todo lo metálico o electrónico que llevábamos, en cuanto sonó el primer trueno encima de nuestras cabezas. Estoicamente aguantamos una buena granizada "a pelo" esperando a que los relámpagos y los truenos se espaciaran para recoger nuestro material y poder seguir bajando sin peligro y mas fresquitos", relata.

Solamente se "perdió" una jornada de actividad montañera, el jueves día 9, pues se había declarado alerta naranja por tormentas en todo el Pirineo, desde el navarro al catalán. El descanso vino muy bien para bajar un poco más al sur y visitar el pueblo de Alquezar, una maravilla de conservación de la cultura medieval en un entorno fantástico a orillas del río Vero, famoso por el descenso de cañones en el corazón de la Sierra de Guara.

Y llegaron las actividades por el Valle de Pineta con una ascensión de 1.300m de desnivel, hasta el "Balcón de Pienta," realizada por los casi 50 participantes en poco más de tres horas. En las inmediaciones del Lago de Marboré (2.600m) el grupo se dividió y mientras la mayoría retornaba, el grupo de travesía ascendió al Pico de Pineta (2.861m) y montó el vivac en las proximidades del lago con la vista puesta ya en el glaciar del Monte Perdido.

"Antes de la salida del Sol nos aproximamos ya al glaciar y tras superar el muro por una de las canales de acceso lo cruzamos para pasar a la otra vertiente a través del cuello de Cilindro de Marboré y dirigirnos a por las tres ascensiones importantes de la jornada; Monte Perdido (3.355m) Pico Añisclo (3.259m) y Punta de las Olas (3.022m). Desde esta última cumbre fuimos a por el famoso GR11, que cruza todo el Pirineo, hasta el collado de Añisclo en medio de otra refrescante tormenta para llevar a cabo un interminable descenso de 1.400m de desnivel hasta el refugio de Pineta, donde nos aguardaba el autobús". recuerda Garrido.

Se realizaron mas rutas y ascensiones por distintos grupos que acomodaron el esfuerzo a las distintas posibilidades de cada uno y el Punta Lierga (2.267m) o Peña Altura (2.288m) y una preciosa ruta por los lagos de Néouville colmaron las expectativas de los montañeros vigueses.

"La Peña Montañesa (2.295m), muy visible e impactante en cuanto se circula por las orillas del Cinca, nos sirvió como despedida," afirma el vicepresidente del club y organizador de las rutas Lois Faro, que reconoce que a esas alturas y tras las jornadas anteriores no todo el mundo estaba ya para seguir partiéndose el alma y las rodillas por las inmensas pedreras del Pirineo.

Con satisfacción, cansancio y alegría se regresó a Vigo donde, tras tres semanas de descanso, a principios de septiembre, el club ha puesto en marcha nuevas actividades para todos aquellos que quieran hacer del montañismo y senderismo una forma de enriquecer la vida y el tiempo libre.

Más información sobre esta y otras actividades del club en: http://clubtrevinca.blogspot.com/.

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