Concentración por Yoel Quispe en el aniversario de su apuñalamiento mortal: «Él nos cuida desde arriba, nosotros luchamos desde abajo»

La camiseta con el dorsal número 20 que Yoel Quispe vistió tantas veces en las filas del Club Deportivo Cristal lucía este miércoles, rodeada de velas, sobre el mismo asfalto en el que el joven recibió hace un año la puñalada que acabó con su vida. Amigos y familiares de Yoel, fallecido en la madrugada de Nochebuena de 2023 a los 22 años, se reunieron de nuevo este miércoles de Navidad en la intersección entre la calle Sinfónica de Galicia con Juan Flórez. Su reclamo es el mismo que el de las otras veces que regresaron al lugar de los hechos: «Justicia para Yoel», clamaron al unísono.

Allí estuvo su madre, Maritza Yovana Gómez, arropada por sus familiares y por los amigos de Yoel, que no pudieron reprimir las lágrimas al recordar al joven. «Lo que está aguantando esta madre es increíble. Las fuerzas se las da esa niña pequeñita —la hermana de Yoel, de solo dos años—, pero ¿cómo va a reaccionar cuando esta niña cumpla 16 y le pida salir de fiesta, después de saber que unos individuos acabaron con la vida de su hijo?», preguntó Brais, uno de los amigos de Yoel que en esta ocasión ejerció de portavoz. Entre gritos de «Yoel, presente», los asistentes a la concentración portaron pancartas con lemas en los que se podían leer frases como «no más familias rotas», «ni latinos, ni gallegos, todos somos personas» o «no son tres, son más».

Esta última, en referencia a los tres únicos imputados por la muerte del joven, solo uno de ellos, acusado de dar la puñalada mortal, en prisión preventiva. «Me pregunto por qué ellos pueden decidir si una persona vive o no. Todos sabemos que son más de tres. Yoel no puede seguir haciendo su vida y los demás estamos aquí jodidos, como si fuésemos culpables», lamentó Brais, antes de pasar la palabra a la madre de Yoel, que, con un hilo de voz, quiso desear, pese a todo, feliz Navidad a los presentes. «Para mí ya no hay Navidad. Ya va un año de sufrimiento, de un dolor inmenso. En el vídeo se ve cómo atacan a mi hijo. Lo único que quiero es que paguen los culpables», clamó la madre.

Antes de emprender una pequeña marcha siguiendo los pasos de Yoel Quispe la fatal noche de los hechos, sus amigos y familiares dirigieron una última mirada al cielo, hacia donde dejaron volar unos globos blancos en señal de duelo y recuerdo. «Lo dio todo por nosotros, siempre estaba para todos. Lo han silenciado a él, pero no a nosotros. Él nos cuida desde arriba, nosotros luchamos desde abajo», concluyeron.