A punto de cumplirse un año de la desaparición en Bertamiráns (A Coruña) del joven vilagarciano Fernando Caldas Vilar, los encargados de la investigación responsabilizan de su secuestro al narcotraficante Jorge Durán Piñeiro y al empresario de Bertamiráns Miguel Fernández, apodado Migui o Miliki, ambos en prisión.

Mantienen que Durán, yerno del narcotraficante José Luis Charlín Gama, ordenó desde su celda de la cárcel pontevedresa de A Lama "que se deshiciesen" del vilagarciano y que Miliki lo citó en Bertamiráns aquella mañana del 16 de julio de 2004. Lo que sucedió después no se ha podido concretar, pero los investigadores creen que el propio Miliki participó en el secuestro.

Caldas fue introducido en el maletero de un vehículo y, cerca de Portugal, entregado a los sicarios encargados de acabar con su vida. El propio Miliki desconocería dónde fue enterrado su cadáver. Incluso se apunta la posibilidad de que hubiesen utilizado productos químicos para erradicar cualquier posible prueba.

En el mensaje enviado desde el móvil de la víctima a otro de los detenidos en relación con el caso, Marcos Vigo, Caldas explicaba que le habían introducido en el maletero de un coche y le pedía que avisase a Migui. La policía baraja dos posibilidades: que éste no hubiese participado directamente en la extorsión pero que Caldas tuviese claro que la orden partía de él , o que el mensaje fuera falso y lo hubiese enviado el propio Migui desde el teléfono de Caldas para alejar sospechas.

Lo que tienen claro los investigadores es que el secuestro y el más que posible asesinato de Fernando Caldas, se deben a un ajuste de cuentas por narcotráfico. Consideran que tanto los dos principales sospechosos como la víctima pertenecían a una red supuestamente liderada por Jorge Durán y Marcos Vigo. Ambos están emparentados con el "clan de los Charlines", ya que Vigo es el compañero sentimental de Noemí Outón, nieta del patriarca Manuel Charlín Gama, y Durán está casado con Rosa Charlín Martínez, hija de José Luis Charlín Gama.

El abogado de la familia de Fernando Caldas ha remitido un escrito al juzgado de Vilagarcía que instruye el caso para, un año después del suceso, poder tener acceso a la investigación.