Investigación
Más de un mes de investigación, una denuncia del hijo y siete horas de registro: así encontró la Policía el cadáver de la mujer desaparecida en mayo en Gijón
La Policía Nacional, que localizó el cadáver en un piso de la calle Contracay, sospecha de una muerte violenta a la espera de la autopsia
Se investiga el vínculo que existía entre la fallecida, de 49 años, y el arrestado

Carlos Tamargo
Carlos Tamargo
Un hombre conocido coloquialmente como "El Vasco" permanece detenido en los calabozos de la comisaría de El Natahoyo después de que una exhaustiva investigación policial haya permitido encontrar en su casa, en la céntrica calle Contracay, el cuerpo sin vida de una mujer de 49 años que llevaba desaparecida desde el pasado mes de mayo. Las hipótesis permanecen abiertas, pero los indicios apuntan a que la víctima pudo morir de forma violenta (los resultados de la autopsia serán claves) y no se descarta que pudiera tratarse de un caso de violencia de género. Y a expensas de que pueda esclarecerse qué tipo de relación existía entre el arrestado y la fallecida, las diligencias se encarga el juzgado de instrucción ordinario que ayer estaba de guardia. La causa permanece bajo secreto de sumario.
La investigación que lideran los agentes de Unidad de Delincuencia Especializada y Violenta (Udev) de Gijón arrancó con la denuncia por desaparición de una mujer de 49 años e iniciales S. S. G.. Fue su hijo quien dio la voz de alarma al no tener noticias suyas desde el 7 de mayo. El caso lo lleva Instrucción 2 bajo secreto de sumario desde entonces. Desde el principio, se catalogó el caso como "de alta vulnerabilidad" puesto que la ahora fallecida padecía problemas relacionados con la salud mental y hasta se hizo pública la noticia difundiendo su imagen a través de la plataforma SOS Desaparecidos. La hipótesis de una acción autolesiva se barajó en un primer momento. La realidad, como ayer pudieron demostrar los agentes, es que estaba muerta. La encontraron dentro de una bolsa de basura en un arcón, según las fuentes consultadas por este periódico, en una vivienda en el bajo del número 4 de la calle Contracay. Todo apunta a una muerte violenta, pero será la autopsia la que lo confirme. No solo las causas, también el día.
La fallecida estaba casada en segundas nupcias con un hombre, con el que hablaron los investigadores al saber que S. S. G. había desaparecido. Ya antes lo había intentado el hijo de la ahora fallecida, pero no tuvo suerte. Este individuo les reveló que hacía ya un tiempo que su pareja le había dejado para irse con "El Vasco", ahora detenido por este caso. El arrestado y la mujer se habían conocido, según las fuentes consultadas, en una terapia de desintoxicación. No está claro si mantenían una relación de pareja o no, de ahí que todavía no esté claro que se trate de un caso de violencia de género. Aunque apunta a ello. Así las cosas, los agentes también preguntaron a este hombre, conocido en la zona centro por provocar alguna que otra intervención policial por distintos conflictos.
El hijo de la fallecida denunció en mayo su desaparición
Los agentes de la Udev, que en los últimos han meses han resuelto casos muy mediáticos y en poco tiempo (desde la muerte del dj Eloy Malnero en la plaza de Italia hasta el cadáver abandonado en Somiedo hace una década, pasando por la violación de una menor en la parroquia de Somió) centraron pronto sus pesquisas en este hombre con las labores propias en estos casos. Al final, optaron por ir a detenerle el pasado lunes. No lo puso fácil, se resistió y, al final, emplearon la mínima fuerza indispensable. Sospechando que en el piso podría haber pista de la mujer desaparecida, pidieron refuerzos a la Científica de Madrid.

Agentes investigando en el interior del piso. / Marcos León
Con los agentes de la Científica, tanto los de la comisaría de El Natahoyo como los desplazados desde Madrid, ya en el piso de la calle Contracay, se localizó el cuerpo de la mujer en un arcón. En ese momento, se activó el protocolo y hasta el lugar se desplazaron también los forenses, así como una comisión judicial encabezada por la magistrada titular del Juzgado de Instrucción número 4 de Gijón, en funciones de guardia. Sobre las nueve de la mañana arrancaron los trabajos en la vivienda.
El domicilio en cuestión está en un bajo del número 4 de la calle Contracay, muy cerca de la plaza Mayor, en un edificio cuatro plantas por encima. El piso es de escaso tamaño y muy poca ventilación. La única salida al exterior, de hecho, es mediante unos pequeños ventanales de los cuáles en su mayoría se encontraban cerrados y tapiados con cartones y otros objetos. La vivienda no contaba con muchos muebles ni electrodomésticos a excepción de un horno y un baño. Los agentes, nada más entrar, abrieron esos ventanucos, lo que motivó que el fuerte hedor proveniente de la casa se percibiese a pie de calle por quienes se detenían a observar el amplio operativo policial.
Con mascarillas y trajes especiales para el registro
La mayoría de los policías llevaban mascarillas y también trajes especiales para ir recogiendo pruebas y vestigios en el inmueble. Por la ventana, desde la calle, el hedor que salía del piso era notable y apreciable para quienes se detenían a presenciar el amplio operativo desplegado en la zona. El trabajo fue intenso y exhaustivo que duró hasta pasadas las cuatro y media de la tarde. Del inmueble retiraron hasta cinco cajas con pruebas y algunos elementos más envueltos de forma cuidadosa con varias bolsas impermeables. Sobre las 15.10 horas un coche de la funeraria trasladó el cadáver al Instituto de Medicina Legal de Oviedo. Los agentes siguieron trabajando en el lugar.

Los servicios funerarios en la calle Contracay. / C. T.
Según los vecinos de la zona, "El Vasco", debía llevar alrededor de dos años en ese bajo. En más de una ocasión acabó detenido, conocida era su drogadicción y también sus comportamientos extraños. Eso sí, no causaba molestias a los vecinos, con los que apenas mantenía relación. No obstante, más de una intervención policial protagonizó este individuo que ahora espera en los calabozos. No han trascendido los cargos que, de momento, se le atribuyen. Nadie imaginaba que la vivienda había el cuerpo sin vida de una mujer.
En los calabozos a la espera de pasar a disposición judicial
"El Vasco" estuvo presente durante el registro que llevaron a cabo los agentes. Fue trasladado después hasta dependencias policiales por un coche patrulla. Está previsto que en las próximas horas pase a disposición judicial para prestar declaración. Cuando salió esposado de su casa, escoltado por varios agentes, lo hizo al grito de "txakurras", "perros" en euskera.

El detenido en el coche policial. / Marcos León
Hasta el lugar, con motivo del revuelo, se acercó una mujer que trabaja por la zona. Resultó ser familiar de la mujer fallecida, según declaró en el lugar. Señaló que pasaba por allí de forma habitual y que era una vivienda que siempre le "había llamado la atención" por el movimiento que tenía o el aspecto de las personas que la habitaban. Aunque nunca había sospechado que el cadáver de su pariente podría estar en el interior.
Asegura esta trabajadora que cuando desapareció la mujer de 49 años, se puso en lo peor durante los primeros días y que siempre estaba pendiente del mar, porque creía que se había suicidado. Pero en ningún caso se imaginó que estaba en un arcón, sin vida, a escasos metros de por donde ella pasaba a trabajar casi a diario. La noticia del fallecimiento, aunque será la autopsia la que confirme oficialmente que se trata de la mujer desaparecida en mayo, cayó como un jarro de agua fría en el entorno familiar de la víctima.
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