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Estafada por amor a los 65 años: una mujer envió 50.000 euros a su ligue, que decía estar retenido en una petrolera en Indonesia

Teresa no tenía a priori el calificativo de vulnerable, tenía formación y buena situación económica, pero acababa de quedarse viuda y se sentía sola

Estafada por amor a los 65 años: una mujer envió 50.000 euros a su ligue, que decía estar retenido en una petrolera en Indonesia.

Estafada por amor a los 65 años: una mujer envió 50.000 euros a su ligue, que decía estar retenido en una petrolera en Indonesia. / ShutterStock

Elisenda Colell

Las estafas amorosas están experimentando un crecimiento demoledor y son ya el tercer tipo de estafas en Cataluña, después de las criptomonedas y el 'mailing' de empresas. Y aquí las personas mayores de 60 años presentan un especial grado de vulnerabilidad. Una de estas personas afectadas es Teresa (nombre ficticio), una mujer de 65 años de la comarca del Bages a quien le estafaron más de 50.000 euros por un amor que jamás existió. La trabajadora social que llevó su caso, Aida Morales, cuenta a EL PERIÓDICO esta historia para revelar las dificultades que hay a la hora de en detectar estos movimientos y para ayudar a muchas personas que se puedan sentir reconocidas en esta historia.

Cuando toda esta estafa empezó, en 2023, pocos habrían calificado a Teresa con el adjetivo de "vulnerable". Recién jubilada, tenía estudios universitarios y un piso en propiedad. "Una mujer de bien, tenía un nivel alto de estudios, tenía hijos, familia...", cuenta Morales. Aparentemente, todo en su lugar. Sólo un pequeño detalle que podría haber activado alguna alarma: hacía poco tiempo que se había quedado viuda. "En realidad se sentía sola", asume hoy Morales. Así que la mujer empezó a usar más frecuentemente las redes sociales, especialmente Facebook.

Teresa conoció a su enamorado en Facebook: un hombre americano que viajaba mucho

Allí conoció un hombre que le hablaba en inglés. "Era americano, tenía una hija adoptada y viajaba mucho. Ella estaba completamente enamorada de este hombre, aunque no se habían visto en persona", explica Morales. Sí que habían hecho videollamadas. La trabajadora social desconoce aún a día de hoy cuántas tarjetas regalo le llegó a enviar esta mujer a su nuevo amor. "Lo que sí sabemos es que un día este hombre le dijo que se iba a Indonesia, y al poco tiempo le explicó que le habían encerrado en una petrolera, le habían robado la documentación y así le empezó a pedir dinero", relata Morales.

Los hijos de Teresa fueron los que al cabo de un año descubrieron lo que pasaba y denunciaron, pero ella no lo asumía

En total, ella terminó realizando nueve transferencias a distintas cuentas bancarias que suman un valor de 50.000 euros. Cuando sus hijos se dieron cuenta, en mayo de 2023, presentaron la primera denuncia ante los Mossos. "El problema es que ella lo negaba, no lo asumía. Y entonces los hijos, hartos, se fueron distanciando, se vio muy afectada la relación familiar, y esto aún agravó más la estafa, perdió cada vez apoyo a su alrededor", explica la trabajadora social.

Atendida en la unidad de maltrato a mayores

Siete meses más tarde de la primera denuncia, el caso llegó hasta la unidad comarcal especializada en maltrato a los mayores, donde trabaja Morales. Allí empezaron un trabajo constante con la mujer, hasta que un día ella tomó conciencia de que era víctima de una estafa. "Al final y tras mucha insistencia por parte nuestra, las mismas redes sociales le dieron la respuesta porque vio un vídeo que explicaba cómo funcionaban las estafas. Me llamó y me dijo 'esa señora del vídeo soy yo, acabo de entender lo que me ha pasado'", cuenta Morales.

Un año más tarde, en junio de 2024, ella, ya convencida de que había sido estafada, decidió ampliar la denuncia. El problema ahora es que el proceso judicial va a ser eterno. Hizo nueve transferencias distintas a nueve personas diferentes. Por lo que hay nueve causas abiertas en diferentes juzgados, y ella tendrá que afrontar nueve juicios diferentes, con los efectos que ello puede tener para su salud mental y su recuperación emocional.

Esta historia Morales la expuso en las recientes jornadas organizadas por la Asociación para la Investigación Sobre el Maltrato a las Personas Mayores. Cuando la portavoz de los Mossos, Montserrat Escudé, escuchó este relato hizo autocrítica. "Deberíamos asegurar la unidad judicial ante hechos con diversos autores como este. Esto es un drama", comentó.

"Aún nos queda mucho por delante, lo más importante ahora para nosotros es recoser la relación familiar", explica la trabajadora social. De este caso, asume, ha aprendido que el maltrato a los mayores no entiende de clases sociales ni de nivel académico. "Podríamos ser cualquiera de nosotros". El detonante, explican los expertos en el asunto, es el sentimiento de soledad o aislamiemto. "No es tanto una dependencia funcional sino emocional, hablamos de un momento vital de gran vulnerabilidad y soledad", añade Glória Fité, psicóloga especializada.

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