Investigación
Hallan el cadáver de una mujer en un descampado de Gijón junto a una finca en obras
La Policía Nacional investiga el entorno de la víctima, que podría ser una persona sin hogar | El terreno, sin signos de estar habitado
Sandra F. Lombardía
La Policía Nacional investiga el hallazgo de un cadáver encontrado ayer por la tarde en una finca cercana al Albergue Covadonga, en Gijón, en un terreno semiabandonado y en el que se habían hecho labores de derribo recientemente. Por ahora, las primeras pesquisas apuntan a que el cuerpo corresponde a una mujer. La investigación depende ahora del resultado de la autopsia, que dictaminará la causa de la muerte. Una de las hipótesis con las que se trabaja es que la afectada fuese una mujer sin hogar que había tratado de refugiarse en este entorno, que hasta hace unas semanas era inaccesible –había unas naves abandonadas pero protegidas por un muro– pero a la que ahora se puede acceder tanto desde Sanz Crespo como desde el parking que linda con el Albergue.
La investigación policial sigue su curso, pero la idea de que la víctima fuese una persona sin hogar se debe en parte a la proximidad de esta finca con el Albergue Covadonga, anejo justo con su parte trasera. No se había apreciado hasta ahora, sin embargo, que este terreno hubiese dado lugar a nuevos asentamientos de personas sin hogar, un hecho que sí ocurre con cierta frecuencia, por ejemplo, al otro lado de la calle, en los terrenos abandonados del plan de vías. Sí es cierto que, tras los derribos de las últimas semanas, el solar luce ahora completamente llano y que, a la vez, se reserva una esquina algo más protegida, aún con escombros por el suelo, pero que al no tener iluminación permite cierta privacidad. Como parte de los muros siguen también en pie en la parte más próxima al Albergue Covadonga, este rincón sí puede ofrecer un amago de cobijo.
Por ahora, se sabe que agentes de la Policía Científica estuvieron ayer al menos un par de horas en el lugar de los hechos inspeccionando la escena, si bien al abandonarla no dejaron precinto alguno que prohiba la entrada –tampoco hubiese sido viable al tratarse de una finca semiabierta y accesible desde varias aperturas en la zona de muros–, por lo que parece que al menos el grueso de trabajo de campo de los agentes se da por concluido. Ayer por la noche tampoco se apreciaban restos de ningún intento de cobijo, y cuando personas sin hogar se asientan en fincas abandonadas suelen servirse de lonas de plástico apoyadas en cajas o piedras para poder dormir cubiertos, por lo que no parece que esta finca estuviese habitada, al menos, de manera habitual.
La investigación tendrá que aclarar, también, y más allá de la causa de la muerte, si la víctima estaba o no acompañada en el momento de fallecer. De confirmarse que fuese una persona sin hogar, es muy infrecuente que, siendo mujer, se encontrase sola en una situación de calle. Las afectadas, por lo general, tratan de dormir en albergues o en chupanos –infraviviendas como garajes o inmuebles abandonados–, y evitan a toda costa estar sin compañía para evitar exponerse a situaciones de violencia en la calle. Porque el riesgo de sufrirla para una persona sin hogar es siempre alto, pero siempre más para una mujer. Se espera que la investigación policial, que ayer generó cierto revuelo entre los vecinos, extrañados por el despliegue de medios, prospere en los próximos días y que la autopsia permita aclarar lo sucedido.
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