Violencia de género

Imputado en Zamora por acosar con cientos de mensajes a su expareja

El joven se enfrenta a una condena de cárcel por violencia machista por controlar a diario cada movimiento de la mujer

La magistrada del Juzgado de lo Penal y la Fiscala en un juicio.

La magistrada del Juzgado de lo Penal y la Fiscala en un juicio.

Susana Arizaga

Logró averiguar la nueva dirección de la joven en Zamora capital, desde cuyas inmediaciones la vigilaba. El hombre llegó a "escribir" un auténtico diario, al detalle, sobre la vida cotidiana de la mujer con horas exactas de sus idas y venidas al trabajo o a su domicilio, un diario que le hacía llegar a través de correos electrónicos encabezados por la dirección de quien fue su pareja un año y ocho meses.

Los mensajes dejaban ver que iba marcando la rutina de la joven, si estaba sola o no, con quién y en qué situación; la hora a la que salía de casa e iba al trabajo y si usaba el coche o no. Un relato tan detallado y extenso que en un solo día llegó a recibir cien e-mails, prueba de ese control.

"e he visto entrar en tu casa, ¿quién era el tío que iba contigo?"; "hoy no has llevado el coche a trabajar" "¿qué hacías en el coche hablando por teléfono?" fueron algunos de esos mensajes que llegaban desde la cuenta su exnovio, de iniciales P. L. G. A., a quien terminó por denunciar por el acoso al que se sentía sometida.

Cárcel y alejamiento

La Fiscalía exige al Juzgado de lo Penal que imponga al procesado nueve meses de cárcel y 2 años de alejamiento e incomunicación con la mujer; y otros tantos años de prohibición de posesión y uso de armas. La acusación particular pide 2 años de cárcel y 3 de alejamiento e incomunicación con la presunta víctima, y la prohibición durante 3 años de posesión y uso de armas.

Las cuatro ruedas del coche rajadas

Un mes antes, en agosto de 2022, ya le había denunciado porque las cuatro ruedas de su vehículo aparecieron rajadas.

La jueza sustituta del Juzgado de Violencia de Género decidió que el caso no se podía enmarcar en ese supuesto penal e instó a la mujer a que acudiera a la vía civil para reclamar los daños en el vehículo.

La jueza redujo la causa a un enfrentamiento de pareja sin dar lugar a que hubiera un procesamiento por violencia de género ni una orden de alejamiento del acusado respecto de su expareja, lo que la acusación considera que alentó al procesado para acosar a su expareja en un intento de que reanudara la relación con él, rota tras ese episodio.

A consecuencia de ese incidente, ella le había eliminado de sus contactos del teléfono y de sus redes sociales. A los pocos días de comprobar que la denuncia por los pinchazos en las ruedas de vehículo no habían tenido ninguna condena, comenzó el bombardeo de correos, según la acusación particular. El hombre negó ser el autor de esos mensajes e incluso acusó a su exnovia de simular que era él quien los mandaba, sin embargo, la Fiscalía de Zamora mantiene su acusación.

Flores y una carta para que volviera

La denuncia por violencia machista a causa de ese acoso conllevó una orden de alejamiento que incumplió y la joven le denunció por tercera vez: recibió un ramo de flores le dejó una carta en el parabrisas del coche para que se reconciliara y volviera con él. El acusado niega que la carta fuera suya, aunque la joven sostiene que es su letra, que conoce bien, y que en ese texto ofrece detalles de la relación que mantuvieron y que solo ellos conocen.

Derecho a no declarar

El procesado no dio ayer su versión al acogerse a su derecho a no declarar. Solo intervino al final del juicio para indicar que también tenía mensajes de ella, si bien no los aportó. La joven admitió haberle enviado un correo para pedirle que la dejara tranquila.