Juicios

Un acusado de abusar de su hijo invidente de 9 años en un bar de Alicante aduce que estaba borracho

El procesado acepta una condena de cuatro años de cárcel y su defensa pide sustituir la pena con la expulsión del país

El acusado sentado en el banquillo de espaldas al inicio del juicio en la Audiencia.

El acusado sentado en el banquillo de espaldas al inicio del juicio en la Audiencia. / José Navarro

J. A. Martínez

Un hombre acusado de haber abusado sexualmente de su hijo invidente de nueve años en un bar de Alicante ha admitido este jueves los hechos en el juicio celebrado en la Audiencia Provincial y ha aducido que estaba borracho. La Fiscalía y la defensa cerraron un acuerdo por el que el procesado ha sido condenado a una pena de cuatro años y un día de prisión por un delito de abusos sexuales a menores, en una sentencia que se ha dictado in voce en la misma sala, la Sección Segunda de la Audiencia Provincial.

Los hechos ocurrieron a finales del pasado agosto en Alicante y desde entonces el acusado, de nacionalidad argelina, se encontraba en prisión preventiva a raíz de su arresto el mismo día del incidente. El juicio ha tardado poco más de cuatro meses en celebrarse. Al tratarse de una causa con preso, ha tenido una tramitación urgente. El niño está bajo la tutela de la Conselleria de Bienestar Social, desde que ocurrieron los hechos, sin constancia de que nadie de su familia en Argelia lo reclame. La abogada María de la Paz Alarcón ha pedido que la condena sea sustituida por la expulsión del país del acusado, una petición sobre la que el tribunal se ha querido pronunciar de momento y lo hará cuando haya que ejecutar el fallo.

Los hechos ocurrieron a finales del pasado agosto en un bar del centro de Alicante, donde se encontraban el acusado y su hijo que entonces contaba con nueve años de edad. Ambos habían viajado desde Argelia a Alicante para que operaran al pequeño en una clínica oftalmológica de la capital alicantina, ya que es invidente aunque no ciego al cien por cien.

Llamada a la Policía

Las camareras del local llamaron escandalizadas a la Policía al ver cómo el padre hacía tocamientos libidinosos al pequeño y darle besos en la boca. En su declaración ante la Policía, los agentes se encontraron con que el menor podía llevar tiempo sufriendo estos abusos por parte de su padre. Sin embargo, sobre estos otros episodios el pequeño no dijo nada en el juzgado.

La Fiscalía solo acusaba al padre por los hechos ocurridos en la terraza del bar, ya que los anteriores episodios se habrían producido en territorio argelino y por tanto no serían competencia de los tribunales españoles. El Ministerio Público reclamaba una condena de seis años de prisión y tras la conformidad, rebajó la petición a cuatro años.

Asistido por una intérprete, el procesado aseguró al tribunal que reconocía los hechos. "Estaba muy borracho y no sabía lo que hacía. Quiero pedir perdón", dijo. Unas declaraciones que contrastaban con las que prestó en su día, negando todo y asegurando que esos abrazos eran simples muestras de cariño, normales entre un padre y su hijo.

Penas pactadas

Además de los cuatro años de prisión, el hombre ha sido condenado con las penas de diez años de libertad vigilada, otros seis años de inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad y una orden de alejamiento de diez años para que no pueda acercarse al pequeño. La defensa reclamó un cambio de la pena de prisión por la expulsión del territorio nacional, al señalar que el acusado no tiene ningún arraigo en España y que sería la medida más eficaz para evitar que se acercara al niño, que está bajo la tutela de la Generalitat. El procesado tenía un visado de dos semanas para estar en España para someter al pequeño a la intervención quirúrgica y regresar a su país.