En Los Barrios (Cádiz), el 13 de agosto de 2022

Subcampeón de Europa en atletismo: Paco Cano desapareció cuando iba a entrenar

Corredor veterano, a sus 78 años había superado un cáncer y, tras un parón obligado, estaba listo para volver a competir

Paco Cano desapareció cuando salió a entrenar

Caso Abierto

Tamara Morillo

Tamara Morillo

Pantalón oscuro de deporte; camiseta blanca y zapatillas. Paco cogió varias piezas de fruta, un yogur, una mochila pequeña y se acercó a su mujer: "Hoy voy a hacer una ruta más larga, así que no vuelvo para comer". Se despidió sonriente. No volvieron a verlo más.

Se llama Paco Cano, tiene 78 años (acaba de cumplirlos, el 24 de diciembre), y un registro inalcanzable como atleta: diez medallas en campeonatos europeos (fue subcampeón de Europa), un sinfín en pruebas nacionales y una marca en atletismo al alcance muy de pocos: 800, 1.500 y 3.000 metros; en todas esas pruebas ha triunfado en categoría Máster (veteranos). El 13 de agosto salió, como siempre, a caminar, a entrenar. No regresó.

"Llevamos más de cuatro meses buscando a mi padre", lamenta su hija Irina. Profesor de Educación física jubilado, muy querido en su pueblo -Los Barrios (Cádiz)- sus vecinos, su familia, sus alumnos, sus amigos, no dejan de buscarlo, "pero seguimos como al principio", lamenta su hija. Nada lleva a él.

Paco Cano, referente en Atletismo Master, en varias fotos en competición.

Paco Cano, referente en Atletismo Máster, en varias fotos en competición. / CASO ABIERTO

Sábado por la mañana. Paco Cano acude, como siempre, al quiosco de su barrio. "Generalmente, él solía ir por la mañana a comprar el periódico y por la tarde a hacer su ruta. Ese día, en vez de irse por la tarde, se va desde por la mañana, pero hace, en cierto modo, su rutina diaria, porque lo ven".

Paco acude a por la prensa, se encuentra con un amigo de la familia. Luego arranca su ruta, se cruza con varias personas; camina normal. "A mi padre lo tienen localizado todo el día hasta que llega un momento, por la tarde, en el que desaparece". Se hizo de noche, hora de dormir, y Paco no vuelve a casa. "Sin explicación alguna... no lo vemos más". 

El domingo por la mañana denunciaron su ausencia ante la Guardia Civil. Su pueblo, casi al completo, se enteró de la noticia. Al arranque no hubo medios de comunicación, ni carteles; llegarían después. Al poco de encenderse las alarmas, una noticia sorprendió a la familia de Paco: "los agentes dijeron a mi madre: su marido está en Medina Sidonia (Cádiz), compitiendo", explica Irina. Llegó la calma, pero fue fugaz.

Con otros runners en Medina Sidonia

Rosa, la mujer de Paco, respiró aliviada, era extraño que no hubiera avisado, pero pensó en lo mejor. Duró poco. El hijo de Paco comprobó que la información no cuadraba: "Es imposible que papá esté en Medina, no hay ninguna competición allí".

Buscó carreras en lugares cercanos, la única que se celebraba ese día tenía lugar en otra localidad gaditana, Rota. Preguntaron por los circuitos runners, "a mi padre lo conocía a todo el mundo del atletismo". Confirmaron que Paco no estuvo allí.

Paco Cano en varias fotos de su álbum familiar.

Paco Cano en varias fotos de su álbum familiar. / CASO ABIERTO

El dato era erróneo. "Es una información que no se contrastó", lamenta Irina. Averiguaron que aquella mañana, mientras Paco compraba el periódico, se encontró con un amigo de la familia y mantuvieron una breve conversación:

-Amigo: "¿Dónde vas Paco?"

-Paco: Voy a ir a hacer una ruta hasta Medina.

-A: ¿Cómo vas a hacer tanto? ¿Hasta ahí?

-P: (Bromeando): ¿Te quieres venir?

"Mi padre era muy bromista. Otras veces decía que se iba a Tarifa andando", recuerda Irina.

Dos testigos

Arrancó de nuevo la búsqueda, después de que la familia insistiera en que la pista de Medina Sidonia no era real. Se peinó toda la zona que Paco solía recorrer, "por el mismo sitio, una y otra vez".

Dos nuevos testigos aportaron información: Una mujer afirmó haberle visto a las 20:30 horas del sábado que desapareció. "Mi padre estaba en el casco urbano, próximo a las vías de senderismo, pero ya en el pueblo". Las batidas se centraron en la zona de la Vega de Ringo Rango, por cuyas proximidades discurre un camino muy transitado por deportistas y personas que salen a pasear a las afueras del casco urbano de Los Barrios. No había nada que llevara a Paco. Se miró el río, no había rastro de él.

Otro testimonio se sumó al de la señora: "otra persona dijo que le pareció ver a mi padre a las 9:30 horas de la mañana, ya del domingo, en la misma zona, en el mismo punto. Creemos que pudo equivocarse". Ese testimonio no tuvo mucho fuerza para la familia, sí para el equipo investigador: "nos dijeron que se acababa la búsqueda porque era una desaparición voluntaria, mi padre había decidido marcharse". 

18 dominadas

Su imagen empezó a difundirse: "se busca a Paco Cano". Se pusieron carteles por Algeciras, San Roque y todos los pueblos de alrededor. Cano, que ha dedicado toda su vida al deporte, había desaparecido cuando iba camino de hacer lo que más le gusta: caminar, entrenar.

Hasta que se jubiló, fue el profesor de Educación Física más querido de Los Barrios. Su amor por el deporte le llevó a la gran competición. "No hay que sentarse en el sofá cuando viene mal dadas. Hay que salir, trabajar, moverse...", solía decir.

Un sinfín de medallas han colgado de su cuello. Amante de la vida sana, "es muy especial con la comida; obsesivo con las cosas que engordan y no...", describe Irina. "Instaló en casa, siendo profesor de Educación Física, una de las pruebas que nos hacía pasar, porque yo fui también alumna suya", sonríe. "Teníamos que subir las cuerdas, como los bomberos... Pues él se había montado una y, cada año, por su cumpleaños, se grababa subiéndolas, a dos manos. Tres metros de cuerda... Le encantaba enseñarlo".

Paco Cano, subiendo las cuerdas cuando cumplió 76 años.

Paco Cano, subiendo las cuerdas cuando cumplió 76 años. / CASO ABIERTO

El ejercicio es su motor. Solo ha parado, obligado, durante un par de años. Se le detectó un tumor, un cáncer de próstata. Lo superó. "Ya estaba a pleno rendimiento", cuenta Irina. Recuerda la cara que ponían los adolescentes cuando, a su edad, lo veían hacer "tranquilamente, 17 o 18 dominadas...". Estaba ilusionado, "ya estaba mirando la próxima competición".

"Todas las hipótesis abiertas"

Cuatro meses después todo está como al inicio. No hay nada que lleve a él. "El caso ha cambiado de investigadores varias veces; lo cogió primero la Guardia Civil de Algeciras, luego pasó a Tarifa, ahora a Algeciras otra vez", resume Irina. "Lo único que sabemos, nos transmiten, es que 'todas las hipótesis están abiertas', que eso para la familia no da ninguna tranquilidad".

A juicio de la familia, no es posible que Paco haya desaparecido voluntariamente. Al principio, algo les decía que podía haber sido una desaparición accidental: "mi padre, aunque está en forma, no deja de tener 78 años. Desaparece en agosto, hacía mucho calor", afirma su hija, "pero con todo lo que se ha buscado, y donde se le ve por última vez, no tiene ningún sentido que no haya aparecido".

Paco era profesor de Educación Física y ha dedicado toda su vida al deporte. Desapareció cuando iba camino de hacer lo que más le gusta: caminar, entrenar.

"Quizá la desaparición de mi padre ha sido forzosa. Un enfrentamiento, por ejemplo… Mi padre es una persona que no se calla las cosas, le gusta el debate, discutir; quizá alguien le haya podido hacer algo...".

Irina contempla más opciones: "hay quien me ha dicho que en la zona en la que desaparece, el Campo de Gibraltar, hay problemas de narcotráfico, quizá vio algo que no debió ver".

Su familia, su pueblo, lucha contra tres frentes: saber cómo, saber dónde y saber por qué. También contra el olvido. Caminan, sin detenerse, como él haría. La meta es él.