El exfraile de O Cebreiro José Quintela Arias, que cumplía una condena de 12 años de cárcel por abusos sexuales a una menor, murió esta semana en el Hosptal Lucus Augusti de Lugo. Según informa El Progreso, el religioso de la orden de los franciscanos, de 64 años, llevaba tres meses ingresado a causa de problemas de salud que no han trascendido.

Quintela, que antes del escándalo se hizo popular por encargarse del santuario que marca la entrada en Galicia del Camino francés a Santiago, cumplió su pena en el centro penitenciario de Bonxe hasta que tuvo que ser ingresado en el hospital lucense. El Tribunal Supremo había confirmado a finales de año pasado la pena impuesta antes por la Audiencia Provincial de Lugo, por unos hechos que se remontan a finales de 2014 y principios de 2015.

La sentencia le declaró culpable de un delito de abuso sexual continuado a una menor de edad de 16 años, con una discapacidad próxima al límite, y por tocamientos a un joven de 20 años, familiar de la anterior y con discapacidad intelectual leve. Quintela, que se encargó durante cuatro años del santuario de O Cebreiro, actuó con prevalimiento, al ser 40 años mayor que las víctimas y por la precaria situación familiar y personal de la menor.