"Te comento, soy el jefe de varias chicas que se anuncian en varias páginas de contacto. Por lo que tengo entendido, te pusiste en contacto con una de ellas y por tema familiar, laboral, quién sabe qué…no pudiste acudir. Yo trabajo para otros jefes que son de Bulgaria (…) no me gustaría tener que romper tu discreción ni tener que ir a tocar a nadie a la puerta de su casa. Nuestras chicas no son colillas (…) Quisiera solucionar las cosas a buenas sin tener que ir a malas, porque a las malas se nos da muy bien ir, así que ponte en contacto conmigo". Primer aviso.

Tengo a ocho de mis mejores hombres por la zona de su localidad esperando que me dé una respuesta. Si no me responde o me bloquea daré orden que lo traigan acá para hacerle pagar de inmediato (…) o que me traigan su cabeza. NO QUIERO INVOLUCRAR A SU FAMILIA, espero su respuesta”. Segundo aviso. No solía hacer falta mandar un tercero.

Se dedicaban a extorsionar a personas que contactaban con prostitutas a través de Internet. Los anuncios eran falsos. Todo era una trampa, una estafa, orquestada para amenazar y exprimir al máximo a los 'clientes', convertidos en víctimas, de esta organización criminal. La mecánica era sencilla: colgaban anuncios falsos. Tras el contacto con las ficticias prostitutas, entraban en acción.

Ocho personas han sido detenidas en Madrid y Valencia, aunque su víctimas son de toda España

Aseguraban ser los jefes de las chicas y enviaban mensajes amenazantes que solo cesarían si pagaban una cantidad de dinero. Decían ser de Albania o de algún país del Este. La Policía Nacional les ha dado caza: ocho personas han sido detenidas en Madrid y Valencia, aunque sus víctimas se reparten por toda España.

Capturas reales de mensajes enviados facilitadas por la Policía Nacional.

Tras una intensa investigación, agentes de la Policía Nacional consiguieron identificarlos. Ellos mismos hacían de prostitutas, también de jefes. Los anuncios eran ganchos para captar víctimas. Los clientes, tras interesarse por los servicios sexuales ofrecidos en anuncios falsos de diversas páginas, recibían días después mensajes amenazantes desde un número que no conocían. Se presentaban como supuesto jefe de las chicas -que a su vez tenía más jefes- y les recriminaban haberles hecho perder el tiempo.

Más mensajes reales facilitados por Policía Nacional.

La investigación policial permitió identificar a los presuntos extorsionadores y proceder a su detención. Desarticulada la organización, la actuación ha permitido esclarecer 15 denuncias en las que se había defraudado más de 5.000 euros.

No tenían límites. Amenazaban a la víctima y a su familia. Los extorsionados, por evitar que sus allegados supieran que habían contactado con prostitutas o por temor a un riesgo real para su vida o para la de su entorno cercano, accedían al pago mediante transferencias bancarias, proveedores de servicios de pago o códigos de dinero. Pero, hacer el pago no significaba terminar con todo. Los detenidos exprimían al máximo a las víctimas tratando de obtener el máximo beneficio económico posible.