"Señores agentes, es aquí lo de la mujer muerta". Es lo que dijo Juan José O.S. a los policías que acudieron a su casa de Murcia, tras llamarlos él por teléfono, después de, presuntamente, golpear brutalmente a su propia madre con una báscula de baño y patearla, a continuación, en repetidas ocasiones, con una botas militares. La víctima, de 67 años de edad, sufrió heridas gravísimas y aguantó un mes y cinco días en la UCI del Virgen de la Arrixaca, aunque finalmente no pudo sobreponerse a la gravedad de sus lesiones y acabó falleciendo en el hospital. Ocurrió en verano de 2020. A partir del día 15 de este mes, Juan José se sienta en el banquillo por un delito de homicidio

"Yo la he matado, le he lanzado el peso y la he pateado en el suelo con las botas hasta matarla". Estas palabras salieron de la boca del sospechoso, explicaron luego los agentes, y así queda reflejado en el escrito de conclusiones provisionales de la Fiscalía, que pide para el sospechoso una pena de cinco años de cárcel, aunque deja claro que la medida ha de aplicarse en "un establecimiento adecuado a la enfermedad que padece el acusado". Y es que Juan José tiene esquizofrenia.

Ahora mismo, el hombre, de 44 años de edad, permanece en la enfermería de la prisión, donde lo mandó el Juzgado de Guardia el día después de ser detenido. Su víctima aún se debatía entonces entre la vida y la muerte en la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital de El Palmar, donde murió al mes siguiente de ingresar.

Había dejado la medicación

Apunta el Ministerio Público en su escrito que "el acusado padece esquizofrenia paranoide desde hace más de veinte años, sin que conste la fecha inicial del diagnóstico y, en el momento de los hechos, sufrió una descompensación aguda de su patología de base con  rigen en el abandono parcial de la medicación prescrita o en algún otro factor precipitante".

"En este contexto, sus capacidades intelecto-volitivas estarían disminuidas de modo muy importante", añade el fiscal.

De hecho, la pelea entre madre e hijo en el domicilio familiar se desató precisamente porque el hombre había dejado de tomarse la medicación, y la mujer quería que retomase el tratamiento. La víctima era viuda y tiene otra hija, hermana del acusado, a la que el fiscal considera que este ha de indemnizar con 100.000 euros por daños morales.

La petición de la pena de solo cinco años de cárcel para Juan José por parte del Ministerio Público se debe a que se tiene en cuenta la eximente incompleta de enajenación mental. La declaración de los médicos forenses del Instituto de Medicina Legal, que examinaron al hombre y están citado en el juicio en la Audiencia Provincial, será clave a la hora de determinar su destino.

La defensa de Juan José O. S., de la que se hace cargo el despacho de Mariano Bó & Pablo Martínez Abogados, solicita que se aplique al hombre ("cordial y culto", según sus vecinos) la eximente completa de enajenación mental. Según la defensa, el confinamiento provocó "circunstancias estresantes a las personas con patologías mentales por no estar convenientemente controladas por los especialistas". 

En el caso de este vecino, "sus capacidades intelecto-volitivas presentaban una alteración profunda de las bases psicobiológicas de la imputabilidad, que se encontraban disminuida de manera sustancial, hasta el punto de no controlarlas". Si no se estima la eximente completa, la defensa pide que cumpla dos años y medio de internamiento.