“Llama a la Policía, estoy en casa de mi abuela”. Ese fue el mensaje que un joven vecino de Zaragoza recibió en su teléfono móvil de parte de su novia y que permitió que el Grupo de Atracos y Secuestros de la Jefatura Superior de Policía en Aragón pudiera liberarla. Su familia la había secuestrado y estaba encadenada a una cama de la casa. Cuatro personas, todas allegados de la víctima, de 18 años, fueron detenidas.

Fue a las 19.15 horas del pasado martes cuando los agentes acudieron al número 111 de la calle Oviedo, en el zaragozano barrio La Paz. Según pudo saber EL PERIÓDICO, diario perteneciente al mismo grupo de comunicación que este medio, cuando los agentes accedieron al interior de la vivienda se encontraron a una chica joven en una habitación, atada con una cadena metálica y un candado a los barrotes de una cama. La Policía Nacional tuvo que fracturarla para poder excarcelar a la chica, que no precisó de asistencia sanitaria, aunque estaba visiblemente asustada.

Los responsables habían sido los familiares de la joven, tal y como denunció el novio de la chica. Este explicó que el origen de todo es que los padres de la joven no quieren que esta tenga una relación sentimental con él porque "es de origen marroquí y musulmán practicante frente a ella que es de etnia gitana". Llevan dos años de novios.

Relató a los agentes que todo estaba pensado, ya que la tía de la víctima les invitó a comer en su casa. "Fuimos, pero como era muy pronto ella nos dijo que nos bajáramos al bar a tomar algo para hacer tiempo", afirmó el joven, quien añadió que «se presentaron sus dos tíos acompañados de sus mujeres. De repente, le dieron un empujón y le espetaron: "Me cago en tus muertos, te vamos a matar a ti y a tus padres como no dejes a la chica. Te rajamos".

En un bar

En ese momento, las mujeres agarraron de los brazos, supuestamente, a la víctima, quien trató de zafarse de ellas. La sacaron del bar y se la llevaron en un coche. Detrás de todo ello estaba, al parecer, el padre.

De hecho, el joven explicó que no es la primera vez que el progenitor les amenaza y que en dos ocasiones se han escapado juntos. "Según el rito gitano, una vez que la chica se escapa con su novio estos están obligados a casarse, sin embargo, el padre no nos deja y quiere que rompamos", relató.

Los cuatro detenidos, L. R. G.; J. R. G.; J. G. M. y M. S. B. B., pasaron ayer a disposición del Juzgado de Instrucción número 6 de Zaragoza cuya magistrada acordó la libertad provisional de todos ellos, siendo asistidos por el abogado Javier Elía. Eso sí, les impuso una orden de alejamiento.