La Guardia Civil busca a los hermanos desaparecidos, Kristian y Amantia Toska, dos niños que desde hace 7 meses se les ha perdido el rastro. A los menores, de 11 y 10 años, se les vio por última vez el pasado 17 de enero de 2021.

El presidente de la Asociación SOS Desaparecidos, Joaquín Amills, explicaba ayer en el programa Espejo Público que la madre de los menores denunció el 17 de enero el presunto secuestro de ambos en Alemania a manos de su padre, quien también se encuentra en paradero desconocido.

Amills también detalló que fue la niña quien envió un mensaje a una amiga suya diciendo que estaba en un sitio donde todo el mundo hablaba español. Por ello, la línea de investigación apunta a que el padre de los dos pequeños pudo haber viajado hasta Tenerife con sus hijos intentando ocultarse en la isla.

En la sentencia de divorcio de la pareja, separada desde 2013, hay una denuncia de malos tratos. Sobre esto, Amills ha confirmado que debido «a la actitud violenta del padre y la falta de comunicación y entendimiento con el hijo mayor, se le concede la custodia completa a la madre». Asimismo, la madre interpuso otra denuncia porque el padre «falsificó la firma» para poder llevarse a los niños fuera del país germano.

Presunto secuestro parental

La familia, de origen albanés, residía en Alemania y se desconoce la vinculación con la isla. En un intento desesperado por encontrar a sus pequeños, la madre voló a España. A su llegada a Tenerife comenzó a pegar carteles por toda la isla con el rostro de sus hijos. «Es entonces cuando el padre ve que están los carteles y la primera llamada que recibe la madre es para avisarla que, si va a la Policía, la matará a ella, a los niños y a toda su familia».

Podría tratarse de un secuestro parental que recuerda al de las pequeñas, Anna y Olivia, raptadas por su padre en Santa Cruz de Tenerife. «Una macabra coincidencia, todavía permanente en toda la sociedad por los meses de angustia que vivimos. Que se repita otro nuevo caso con dos menores, con amenazas de muerte y violencia de género por parte del padre remueve todos los sentimientos», lamentó Amills.