La mujer que presuntamente fue agredida sexualmente durante dos días por un grupo de jóvenes en un piso de San José, en Zaragoza, en junio del 2020, sufrió tras estos abusos un brote psicótico que le impide declarar. Los supuestos autores, un total de seis, están vinculados, al parecer, con la banda Dominican Don’t Play.

Dos de ellos fueron enviados a prisión el sábado, mientras que otros tres se encuentran en la cárcel por otras causas. Una sexta persona, una mujer, fue puesta en libertad provisional con cargos como posible responsable de un delito de coacciones en la persona de la víctima, a la que según la acusación intimidó para que no denunciara los actos de los que había sido víctima, cometidos presuntamente bajo el influjo de sustancias que anularon o redujeron su voluntad, hasta el punto de no poder ofrecer resistencia a sus agresores.

En los análisis que le fueron practicados se desveló la presencia de marihuana. No se detectó, sin embargo, burundanga, según fuentes próximas a la investigación. Se trata de una sustancia psicotrópica que vuelve sumisa a la persona que la toma y le impide rebelarse al ser objeto de un trato vejatorio o abusivo.

El problema psíquico padecido por la víctima, identificada por la Policía tras el descubrimiento de unos vídeos en el curso de una investigación sobre bandas latinas, le impide prestar declaración ante el juez dado su estado y que fue ingresada en el área de Psiquiatría del hospital Royo Villanova.

Nunca antes había tenido trastorno mental alguno de este tipo, según el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Zaragoza, que instruye las diligencias del caso. Fue localizada días atrás gracias a la colaboración ciudadana, debido a una llamada de una mujer que la había visto en el casco histórico y se percató de que, por su actitud, padecía algún tipo de trastorno mental.

Un acusado niega que estuviera en el piso

El magistrado envió a prisión por la violación grupal a Pablo A. S. M. y a Enok A. M., tras tomarles declaración. Christian Monclús, abogado de este último, negó que su cliente fuera uno de los jóvenes que se ven en los vídeos intervenidos en un terminal de móvil de Miguel Santiago L. V. y pidió su puesta en libertad. "Mi cliente no se hallaba en la habitación de los hechos, dado que se hallaba durmiendo, uno de los días, y fuera del piso en la otra ocasión", precisó Monclús.

A los sospechosos, a los que el juez acusa de un "grosero e ilícito ataque a la libertad" de la mujer, les imputa los delitos de detención ilegal (secuestro), contra la integridad moral, lesiones y contra la intimidad. El suceso de la violación grupal ha sido descubierto tras una operación a gran escala contra las bandas latinas que se desarrolló el pasado mes de marzo y que, en sucesivas intervenciones del Cuerpo Nacional de Policía, ha supuesto la detención de 15 supuestos integrantes. Precisamente el análisis del móvil de uno de ellos, un supuesto cabecilla, arrojó el hallazgo de grabaciones de la violación en grupo.